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Columnistas de SP

El México a partir de hoy

Para quienes nacieron hace 31 años, el México al cual despiertan hoy no será igual. Son alrededor de 63 millones y medio, casi la mitad de quienes nacimos antes de 1994, cuando el presidente Ernesto Zedillo reformó el Poder Judicial. Este que conocimos, con sus fallas, injusticias, corrupción y privilegios, fue también un contrapeso al presidente en turno que emitió resoluciones históricas para frenar y corregir abusos y excesos. Al que nos adentramos quienes vivimos ese Poder Judicial, y para quienes navegarán en una nueva experiencia, será como entrar en un túnel oscuro donde no sabemos qué nos deparará.

Muchos pidieron una reforma urgente al Poder Judicial, pero no es lo que se consumó ayer. Con trampas y engaños, Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum lo liquidaron. Se escudaron en que era la voluntad popular que votó mayoritariamente por ella, pero era otro engaño. Votó la ciudadanía por algo abstracto, sin conocer la demolición que tenían en mente. La narrativa de que era una institución repudiada también fue falsa: su nivel de confianza era similar con 53.6% el gobierno y 52.6% la Suprema Corte –con la que se identifica al Poder Judicial–, de acuerdo con la última encuesta del INEGI.

El “pueblo”, tras el cual esconden su alma autoritaria, no les dio el mandato para reformar la Constitución y liquidar el sistema que teníamos. Hicieron fraude a la ley para tener una mayoría calificada en el Congreso, y comprar votos a cambio de perdonar actos criminales para alcanzarla en el Senado. Esto, que es cosa del pasado, se les cobrará en el futuro.

Los traidores levantamanos de hoy, serán juzgados mañana. No será su problema, pero sí para sus hijos y descendientes, que cargarán la infamia que les heredaron sus padres, que cambiaron su conciencia por un huesito de poder efímero. Será difícil olvidar sus apellidos.

Se desconoce cuántas personas acudieron a votar ayer por los juzgadores de la nueva reforma judicial de López Obrador y su sucesora Sheinbaum. Hasta en esto ya cocinado, violaron la legalidad. Hubo inducción de voto, se metió el régimen a manipular obscenamente la opinión de los electores, e inyectaron millones de pesos en el acarreo nacional. Y, por las dudas, para buscar la legitimidad tienen la complicidad del Instituto Nacional Electoral, de embarazar urnas en el recuento de votos, sin testigos independientes en ello.

Para muchos de los que tienen menos de 31 años, quizás no les importe mucho lo que se consumó ayer. Quizás les diga algo que, como apuntó un editorial de The Washington Post el sábado, México ya es parte del club de los autócratas que modificaron el Poder Judicial a modo de sus necesidades, Nicaragua, Venezuela, Bolivia, El Salvador, Turquía, Hungría, Filipinas y Zimbabwe. Si aun así, los mayores en ese grupo no comprenden lo que significa matar el Estado de derecho, pueden hacer un ejercicio a partir de quiénes serán los juzgadores en los tribunales que más importan porque son los que definirán el futuro del país, para vislumbrar el México en el que vivirán a partir de hoy.

La cabeza de la reforma judicial es la Suprema Corte de Justicia. En unos días podrán ver si la lista en los acordeones que distribuyeron con los nombres de a quién quería Sheinbaum como vecinas, lo ratifica. También podrán confirmar si las cartas del régimen para presidirla, Lenia Batres o Yasmín Esquivel, resultan electas como la cabeza de toda esta transformación en reversa.

Hay otros juzgadores que habrá que revisar de manera inversa, es decir, quién quedó y cuáles son sus orígenes y apoyos. Algo que concierne a todos, porque la parte donde más ha mostrado su cara autoritaria el régimen, es en el aspecto penal.

Ahí, los juzgados a analizar quiénes los encabezarán son los penales del Altiplano, en el Estado de México; Puente Grande, Jalisco, y Reynosa, Tamaulipas, sin olvidar el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, a donde envían a los políticos a los que se acusa, justa o injustamente, de un delito. En varios de ellos se espera ver la mano de Morena, y en algunos más, habrá que ver si esa mano oculta la de los cárteles de las drogas.

Otros tribunales importantes para observar a quiénes queden, son los juzgados especializados en competencia económica, radiodifusión y telecomunicaciones, que ven regulaciones, impiden monopolios y empresas predominantes, cuyos fallos tienen impacto directo en los consumidores.

Los tres juzgados especializados están en la Ciudad de México, aunque tienen competencia en el resto del país, y dos de ellos se votaron en Iztapalapa. ¿Por qué en esa alcaldía? Nadie lo ha explicado, pero es donde Morena tiene su locomotora de movilización y su principal granero de votos.

Muy importantes son los 32 tribunales administrativos en el país, en particular el 4º y el 5º, donde tradicionalmente los jueces y magistrados son los más influyentes a nivel nacional, por ser nombrados en ellos a los más capaces, cuyos fallos y resoluciones suelen ser seguidos por sus pares a nivel nacional, y donde algunos frenaron los abusos y violaciones legales de López Obrador.

Finalmente, habrá que revisar quiénes quedan al frente del Tribunal de Disciplina Judicial, que sustituirá al Consejo de la Judicatura y se encargará de la disciplina y el control interno de jueces y magistrados. La referencia será el fallo del Consejo de la Judicatura en diciembre pasado que cerró la investigación en contra del exministro de la Corte, Arturo Zaldívar, y de varios de sus colaboradores, por posibles actos de corrupción, enriquecimiento ilícito y abuso de funciones, observando quiénes de los que votaron para cancelar el expediente, fueron premiados con cargos en ese tribunal.

Hay dos visiones encontradas sobre esta reforma. El régimen y sus voceros sostienen que será un sistema más justo para todos, por su origen demócrata, donde “el pueblo” los eligió. Los críticos, en México y en el mundo democrático, piensan lo contrario. No será más justo. Tampoco fortalecerá la democracia sino a la tiranía. Los que menos tienen sufrirán más. Y la ley quedará en manos de los poderosos y los criminales.

Se acabó el Poder Judicial

Qué tal que no se nos olvidó en 15 días la traición de Miguel Ángel Yunes Márquez, quien las dio de la mano de su papito Miguel Ángel Yunes Linares. Hoy son apestados sociales y su descendencia —hijos, nietos, etcétera— sufrirá por haber revolcado su apellido en el fango para evitar irse a la cárcel. Súmele a la lista de traidores y apestados sociales a Pérez Dayán, a los experredistas José Sabino, Araceli Saucedo y a Daniel Barreda de MC. Guadalupe Taddei, presidenta del INE, y Mónica Soto del TEPJF, a ustedes también las juzgará la historia por su falta de ética y principios.

Morena y sus socios, los impresentables del Partido Verde (ojo, este partido ha sido la prostituta de la política y su cinismo no tiene parangón) y el PT, acabaron con el Poder Judicial y con la República.

Como siempre hay un tuit, aquí les dejo este que publicó López Obrador el 7 de noviembre de 2009.

“En México un grupo ha confiscado todos los poderes. Las instituciones están secuestradas. No hay democracia ni Estado de derecho”.

Hoy, los cuatroteros serán quienes voten, cuenten los votos y juzguen las ilegalidades que, según ellos, NO existieron; así pues, se darán rienda suelta con sus “Otros Datos” en su Farsa Judicial.

Ah, y cómo dejar de mencionar que AMLO llevó su acordeón en papel, al igual que el marido de Sheinbaum, quien lo llevaba en su celular.

Consummatum est.

Brillan por su congruencia

“En muchas ocasiones los jueces tenemos que ser impopulares. Mucho de lo que nosotros hacemos es contra mayoritario porque es defender los derechos de las minorías, incluso frente a las mayorías. Esto me parece que, si fuera por elección popular, se desnaturaliza la función del juez constitucional”. Esto lo declaró Arturo Zaldívar en una entrevista de TV UNAM. ¡Ver para creer!

El plan C, casi completo

A reserva de que se confirme con cifras, la participación ciudadana en las elecciones judiciales del domingo resultó más que deslucida.

Éste no fue un ejercicio que convocara a multitudes convencidas de renovar a los juzgadores mediante el voto popular.

Los acordeones, como el que tuvo que usar el gobernador de Puebla para emitir su voto, dejaron ver que lo que predominó en este proceso fue la consigna, no la decisión libre de los votantes. Pero haiga sido como haiga sido, el oficialismo se saldrá con la suya, pues la camada de jueces, magistrados y ministros que parió esta elección serán los funcionarios dóciles que se buscaban.

Con ello, la división de Poderes se habrá derruido y la autodenominada Cuarta Transformación habrá redondeado su propósito de hacerse del Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial.

Sólo falta un paso para que ese dominio sea total: la prometida reforma electoral. Ésta amenaza con echar atrás medio siglo las manecillas del sistema político, a los tiempos en que el partido del gobierno poseía el aparato que organizaba y arbitraba las elecciones.

Esa reforma está cantada y no hay por qué pensar que no se busca sacarla adelante. Prevé la desaparición del Instituto Nacional Electoral para convertirlo en el INEC. La nueva sigla incluirá las consultas populares, mecanismo del que gustan los regímenes populistas autoritarios para justificar sus decisiones.

Asimismo, la modificación incluye la desaparición de las diputaciones plurinominales y las senadurías de lista, con lo que el régimen apuesta por blindar su mayoría en el Congreso de la Unión. Sólo una contundente expresión de la opinión pública podría detener ese paso que sigue. Pero tendrá que ser más sonora que el vacío que hizo la gran mayoría de los ciudadanos a la elección judicial, pues la abstención –como digo arriba– no evitó que fuera destruida la autonomía del Poder Judicial.

De la oposición política ni hablemos. Está extraviada. Fue incapaz de poner resistencia a la descarada construcción de una mayoría calificada espuria, sobre la que el oficialismo montó la reforma judicial y la parodia de elección que se escenificó ayer.

Si los legisladores del PAN, PRI y Movimiento Ciudadano tuvieran algo de vergüenza, dejarían vacíos sus escaños y curules, y dejarían de cobrar sus dietas, pues su presencia en el Congreso de la Unión ya no es siquiera simbólica ni testimonial sino, simple y sencillamente, un acto de colaboracionismo.

México está viviendo una demolición de su democracia. Y lo peor es que esto está ocurriendo a la vista de la comunidad internacional y, además, sin que se requieran muchos votos, pues una minoría –exigua para la transformación que se presume–, conformada centralmente por las personas que Morena acarreó a las urnas, ha impuesto al resto del país a un grupo de juzgadores del que dependerá la justicia de todos. En casos extremos, incluso la libertad de muchos.

Hace 50 años, cuando los Jemeres Rojos se hicieron del poder en Camboya, la primera medida que tomaron los seguidores de Pol Pot fue destruir la judicatura. Miles de impartidores de justicia huyeron al exilio o fueron encarcelados y asesinados en campos de exterminio para que pudieran ser reemplazados por tribunales revolucionarios. Cuando ese régimen colapsó, el país tardó décadas en reconstruir su sistema judicial, pues siempre es más fácil acabar con algo que echarlo a andar y mantenerlo funcionando.

México ya ha comenzado a vivir su nueva era sin división de Poderes. No hay quién acate las decisiones de los juzgadores que aún siguen en sus puestos. El Ejecutivo y el Legislativo desacataron decenas de suspensiones contra la reforma judicial y nada pasó. La ciudadanía no dio la mayoría calificada a Morena y sus aliados, pero éstos la tomaron por la mala, comprando los votos que les hacían falta.

A partir de septiembre entrarán en funciones los nuevos ministros, jueces y magistrados escogidos por consigna, quienes avalarán cualquier cosa que les dicten desde Palacio Nacional. Sólo una ciudadanía crítica y activa podrá evitar que se coloque la pieza que falta al plan C: la reforma electoral que permita a Morena perpetuarse en el poder.

¿Qué lloramos este lunes?

En mi vida ciudadana y profesional escuché que jamás vería perder al PRI ni ganar a la izquierda ni gozar de libertades para hacer mi trabajo. Por eso no suscribo el estereotipo de que la nueva composición de jueces, magistrados y ministros consolidará fatalmente la instauración de un régimen tiránico en México. ¿Murió ya cualquier resistencia en los juzgados y tribunales? ¿Los buenos abogados, y en el país hay muchos, desaparecerán porque sí con la implantación de la reforma judicial? ¿La inmensa mayoría de los juzgadores elegidos ayer son corruptos y se someterán a las órdenes de una voz? ¿Quién conoce con profundidad a los más de 800 juzgadores que triunfaron ayer para rotularlos anticipadamente de sumisos? No soy un entusiasta de esta reforma, pero lamento el discurso reaccionario de que lo que venga sólo podrá ser peor de lo malo que teníamos. ¿Cuántas veces en realidad los juzgados y tribunales fueron contrapeso de los abusos y corruptelas de los poderosos y los poderes fácticos? ¿Qué ciudadano le ganaba un pleito a un poderoso resuelto a no perderlo? ¿Qué Poder Judicial lloramos este lunes? Comienza una era. Vamos a registrarla, a contarla, a ver de qué se trata.

La Corte ideal del segundo piso

MÁS ALLÁ DEL porcentaje del padrón electoral que acudió ayer a votar los puestos del Poder Judicial, el interés del círculo presidencial está en quién presidirá la nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

¿Habrá sido suficiente la operación territorial y el acarreo de la facción dura de Morena en la CDMX y el Estado de México, para que a la ministra Lenia Batres le alcance y se alce con el mayor número de sufragios?

¿La compra del voto corporativo de la ministra Yasmín Esquivel en sindicatos como el petrolero, de maestros y mineros, así como entre bufetes y barras de abogados, serán suficientes para imponerse?

¿Habrán convencido los operadores electorales de Palacio Nacional y logrado inducir el voto a favor de la Fiscal Sara Irene Herrerías, como tercera opción alternativa a las dos ministras claramente obradoristas?

Lo veremos en los siguientes días, pero en el entretanto los principales asesores de Claudia Sheinbaum dibujan escenarios y rutas de riesgo y sus respectivas salidas a partir de esas tres mujeres… más una.

Ésa es la también ministra Loretta Ortiz, si bien rezagada en las preferencias electorales y fiel a Andrés Manuel López Obrador, a quien debe su nombramiento, es menos tóxica que sus dos compañeras.

¿Qué es lo que más le conviene a Sheinbaum? ¿Iniciar sus primeros dos años de gobierno teniendo de presidenta de la Suprema Corte a Lenia, a Yasmín, a Loretta o a Sara Irene?

Si Batres arranca esta nueva era judicial presidiendo el Pleno de la SCJN, la doctora corre el riesgo de abrir espacios a los duros que no necesariamente están con su proyecto y que serán difíciles de sacudir.

Lenia lideraría la máxima instancia de procuración de justicia el bienio 2025-2026 con el voto de calidad y con una agenda externa a Palacio Nacional fuertemente influenciada por la izquierda radical.

Más que aliados a López Obrador, que ayer reapareció públicamente para votar, lo que Sheinbaum necesita en la presidencia de la Corte es un perfil afín, moderado e institucional.

En esa tesitura, Yasmín cumple con las características ideales: si bien arrastra el estigma del plagio, sus dotes negociadores y experiencia en el Poder Judicial la hacen idónea en este proceso de transición.

El mejor momento para que Lenia presida la Corte, si es que llega a encabezarla, es entre 2026 y 2028, cuando el gobierno de Sheinbaum esté bien asentado y tenga la suficiente independencia y fuerza política.

Lo que los analistas y politólogos creen y coinciden es que la Presidenta debe asegurarse que en la fase final de su administración, del 2028 al 2030, presida la Corte alguien de su entera confianza.

Y en esa lógica la única de las cinco que se perfilan a integrar la nueva Corte, incluida María Estela Ríos, la Consejera Jurídica de López Obrador en el segundo tramo de su gobierno, es Sara Irene.

La actual Fiscal de Derechos Humanos de la Fiscalía General de la República y Sheinbaum Pardo están unidas por una larga amistad de décadas. Por eso siempre fue impulsada para nueva ministra.

Sin embargo, quizás el periodo más crítico que la actual Presidenta necesita blindar para sí, es el bienio 2030-2032, en el que un nuevo presidente o presidenta urge cada decisión y acción de su gobierno.

¿Cómo jugarán las fichas entonces, léase Lenia, Yasmín, Loretta, María Estela y Sara Irene? ¿Y los hombres, según esto, Hugo Aguilar, Arístides Guerrero, Giovanni Figueroa y Mauricio Flores?

EN EL SECTOR financiero en general, y la banca en particular, hay nerviosismo por la filtración de una presunta identificación de una institución mexicana a la que el Tesoro de Estados Unidos, a cargo de Scott Bessent, le aplicaría la llamada “Class Action 311”, la poderosa herramienta legal para abordar con mayor eficacia riesgos de lavado de dinero y financiación a organizaciones terroristas. Con ello, además de ser vetada y sancionada por el Departamento de Justicia, que comanda Marco Rubio, las empresas estadounidenses estarían advertidas por su gobierno de mantener cualquier tipo de relación comercial. Le platicamos hace un par de semanas que estuvo en México Scott Rembrandt, subsecretario adjunto de Política Estratégica del Tesoro y jefe de la delegación estadounidense de GAFI (Grupo de Acción Financiera Internacional). Se reunió con Julio Carranza, director de Bancoppel; Emilio Romano, de Bank of America; Raúl Martínez-Ostos, de Barclays; Jorge Arce, del HSBC; Daniel Becker, de Mifel; Manuel Romo, de Banamex; Eduardo Osuna, de BBVA; Tomas Ehrenberg, de Bx+; Mauricio Naranjo, de Monex; Felipe García-Moreno, de JP Morgan, y Jorge del Castillo, de MUFG Bank. Les externó la preocupación del gobierno de Donald Trump por la infiltración cada vez mayor de los cárteles mexicanos de la droga en el sistema financiero mexicano y advirtió que no dudarán en actuar contra aquellos que no cumplan con las reglas de los departamentos del Tesoro y de Justicia.

LA APLICACIÓN DE un impuesto a las remesas, la lista de personajes mexicanos ligados a organizaciones consideradas terroristas y la cancelación de visas, son los termómetros del Departamento de Estado, que comanda Marco Rubio y, en general, de la Casa Blanca y el Capitolio para medir la reacción política del gobierno de México y de sus principales actores. Son obuses que le envía el presidente Donald Trump a la presidenta Claudia Sheinbaum para saber de qué lado está y cuánto se ha distanciado de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador. La famosa “Lista Marco”, por Marco Rubio, que dicho sea de paso estará en México muy probablemente esta misma semana, en lo que sería su primera visita oficial a nuestro país a más de cuatro meses de que Trump asumió la presidencia, en realidad es conocida como la “Lista Viva”, porque es dinámica y se está moviendo a diario. Sumaría ya 150 personas, entre políticos, empresarios, militares y marinos. Dos personajes más a los que ya se les estaría por cancelar la visa son los hermanos Ricardo y David Monreal, líder de los diputados de Morena y gobernador de Zacatecas, respectivamente.

SON AL MENOS cuatro grandes proyectos los que tiene en este sexenio Pemex en su plan de negocios. Uno es la extracción de hidrocarburos y gas natural en aguas someras en el campo Homol, en el municipio de Paraíso, en Tabasco, proyecto que vale unos 798 millones de dólares y en el que la petrolera dirigida por Víctor Rodríguez Padilla irá bajo un esquema de asociación mixta con privados. Un segundo gran proyecto es la reactivación de unos 7 mil pozos en el complejo petrolero de Cantarell, en el que se habla de una inversión de unos 2 mil 200 millones de dólares. Un tercer proyecto es Campo Brasil, un campo de almacenamiento de gas entre Reynosa y Matamoros, en Tamaulipas, que cumple con las condiciones geológicas para elevar de dos a seis días la autonomía para acopio de gas. Y un cuarto proyecto a desarrollar conjuntamente es el campo Pokche de crudo y gas natural, frente a las costas de Tabasco.

EL COLMO. Los dos últimos años del sexenio de Andrés Manuel López Obrador su gobierno dejó de pagar la cuota de México como miembro permanente de la OACI (Organización de Aviación Civil Internacional). Nuestro país fue fundador desde su creación en 1944. Son 36 codiciados lugares que se dividen entre 193 socios. Con la llegada del segundo piso de la 4T, empezó a ponerse al corriente y pagó 2023 y 2024, algo así como tres millones de dólares, una verdadera bicoca para un régimen que se caracterizó por el despilfarro de recursos. Ahora se hacen gestiones para liquidar 2025. Si se hubiera seguido haciendo caso omiso y no se salda el remanente a más tardar el 30 de junio, México podría perder su lugar y todos sus derechos ante esa instancia que preside Salvatore Sciacchitano. No es un secreto que la aviación comercial mexicana ha sido desdeñada en los recientes años. Lo de la OACI es otra muestra.

@DARIOCELISE

A las 5:30 AM, la SCJN tendrá un presidente indígena (como Benito Juárez, sí)

La presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación será de quien obtenga más votos en las exitosas elecciones de ayer domingo.

Hoy a las 5:30 de la mañana, con 33% de las casillas computadas, tal privilegio parece haberlo conseguido Hugo Aguilar Ortiz, quien tiene hasta este momento 1 millón 564 mil 721 votos.

Aguilar es indígena. Así que, si la tendencia se mantiene, la SCJN tendrá por primera vez en su historia un presidente indígena. Como Benito Juárez, sí.

Solo podrían impedirlo Lenia Batres (1,488, 536 votos), quien va en segundo lugar, y con menos posibilidades Yasmín Esquivel (1,274,746) y Loretta Ortiz (1,235,835).

Las otras dos posiciones de mujeres ministras parece que serán de María Estela Ríos González y Sara Irene Herrerías.

La lista de ministros hombres la completan Isaac de Paz, Giovanni Azael Figueroa e Irving Espinosa.

Con solo 13% de participación, eligen a todo el Poder Judicial

La primera elección para definir a los integrantes del nuevo Poder Judicial en México registró una participación ciudadana estimada de apenas 13 por ciento, según cifras oficiales del Instituto Nacional Electoral (INE). A diferencia de los procesos federales tradicionales, donde el promedio de participación ronda el 60 por ciento, este ejercicio apenas alcanzó los 13 millones de votantes.

Con esa cifra se definieron 2 mil 681 cargos federales y locales, entre ellos nueve ministros de la Suprema Corte de Justicia, integrantes del Tribunal de Disciplina Judicial, magistrados electorales federales y jueces de distrito y estatales.

Guadalupe Taddei, presidenta del INE, informó que la estimación oficial de participación osciló entre 12.57 y 13.32 por ciento. Detalló que, a diferencia de elecciones anteriores, el cómputo de votos comenzó desde las 18:00 horas, aunque no se ofrecieron tendencias de votación como ocurre en comicios presidenciales o estatales.

Según los primeros recuentos distritales del INE, se reportó que 10 por ciento de los votos fueron anulados, y otro 10 por ciento correspondieron a boletas sin recuadro marcado, lo que representó una pérdida efectiva del 20 por ciento de los sufragios emitidos.

Durante la jornada se registraron mil 770 incidentes, de los cuales 500 estuvieron relacionados con interferencias al ejercicio del voto, informó Claudia Espino, secretaria técnica del Instituto. Estas irregularidades equivalen al 28.2 por ciento del total de reportes.

En varios estados se reportó que la votación comenzó con una leve participación, pero esta disminuyó hacia el mediodía, con casillas vacías y ciudadanos tardando hasta 15 minutos en resolver las 13 boletas correspondientes a cargos judiciales.

Observadores de la Coparmex documentaron el uso de acordeones y mecanismos de inducción del voto, lo que, según señalaron, evidenció la falta de condiciones para una elección libre e informada.

Pese a los datos oficiales, la presidenta Claudia Sheinbaum calificó el ejercicio como “todo un éxito”. A través de un mensaje en redes sociales, afirmó que “cerca de 13 millones de mexicanas y mexicanos ejercieron su derecho a decidir”, y aseguró que con esta elección México se convierte en “el país más democrático del mundo”.

Fiesta fracasada

Fue su fiesta y pocos llegaron. Colocaron la carpa, enviaron las invitaciones, montaron las sillas, diseñaron el menú, contrataron a los mariachis y al final, se quedaron solos. Lo que el partido/gobierno celebraba como el evento social del siglo, acabó en un desaire desangelado. Casillas vacías, boletas apiladas, electores que se apoltronaron en su casa en lugar de acompañar al morenismo. Haya sido como haya sido, por apatía o desconfianza o desinterés o rechazo o falta de información, lo que se presumió simplemente no ocurrió. Los invitados a la bacanal jamás aparecieron. Y su ausencia manda un mensaje. El Plan C entraña destrucción sin legitimidad. Es una farsa sin festejo.

El ínfimo nivel de participación contraviene el supuesto “mandato popular” para la elección del Poder Judicial. La evaporación de electores rompe en pedacitos el cheque en blanco que Claudia Sheinbaum pensó endosado. Si el pueblo en verdad es bueno y sabio, ya demostró su sabiduría no participando en la pachanga. Aunque mañana los oráculos del oficialismo digan que su convite fue un éxito, las casillas desoladas evidencian el tamaño del fiasco. 38 millones de votos desaparecieron, se encogieron, se esfumaron. El tsunami electoral del 2024 se convirtió en el riachuelo del 2025. Y el bochorno va a ser aun mayor cuando quienes queden como jueces en lugares sin competencia -como Durango- ganen con solo un manojo de votos. Una elección definitoria para el país, decidida por apenas un puñado de participación.

Ojalá el fracaso de la fiesta fuera un llamado de atención. Ojalá produzca humildad, reflexión y autocorrección. Desde que Arturo Zaldívar traicionó su profesión y al país, advertimos que estaba preparando un coctel solo para sí mismo. Desde aquel fatídico día en el cual Morena torció la Constitución para conseguir la sobrerrepresentación, dijimos que la fiesta anunciada estaba mal planeada. Desde el momento en que el morenismo acuñó la “supremacía constitucional”, repetimos que no era motivo ni momento para verbenas violatorias de la democracia. Desde el instante en que la 4T sacrificó principios y se ensució las manos al tendérselas a Yunes, no había manera de que el guateque anunciado terminara con copas alzadas y brindis triunfales. La fiesta popular iba a ser -en realidad- una borrachera de poder.

Quienes participaron en su organización y su legitimación cargan con la culpa aunque no lo quieran reconocer. Tienen nombre y apellido. Saben qué son y en lo que se han convertido. Los que participaron en “comités de evaluación” presumieron la foto con Zaldívar y ocultaron sus conflictos de interés. Los que hicieron listas de los “perfiles progresistas” e ignoraron que el salón para la fiesta estaba construyéndose sobre un pantano. Los que exigieron votar por el “contrapeso” ahora, pero apoyaron el “carro completo” para Morena en la elección de 2024. Los que propusieron, aprobaron, legislaron y votaron el Plan C, ahora confrontados con la carpa incendiada, envuelta en llamas, que ha sido esta elección. La promesa tramposa de “más democracia”, sepultada por el silencio de las urnas.

Human Rights lo pronosticó, la Relatora Especial de las Naciones Unidas lo sentenció, la Corte Interamericana lo alertó, la Barra Internacional de Abogados lo subrayó, la prensa internacional lo documentó. El jurista Roberto Gargarella lo encapsuló en una sola oración: la reforma judicial mexicana es “una de las mayores tragedias institucionales de nuestros tiempos”. Aún así hubo quienes exigieron vestirse de gala, ponerse la corbata de moño, y votar. Quienes participaron en la maroma de oponerse trabajando para causas a las cuales uno se opone. La reforma judicial es un horror, pero legitímala, decían. La fiesta será una farsa, pero por favor manda tu RSVP. Y ahora, ante la votación raquítica, culparán a “la oposición” que hace apenas unos días despreciaban por irrelevante.

Háganse cargo tanto AMLO como Claudia Sheinbaum como los políticos y analistas responsables del festín que ha terminado sin final feliz. Sin legitimidad, sin pueblo, sin bailongo. La población no quiso probar frijol con gorgojo, beber vino adulterado, comer platillos mal preparados. No entendió la complejidad del menú, preparado al vapor por chefs cuyo único objetivo era tomar control total de la cocina. O no quiso degustar la comida envenenada de una fiesta fracasada.

PAN asegura que la elección judicial no llegó ni al 10% de participación

El presidente nacional del PAN, Jorge Romero Herrera, aseguró que la participación ciudadana en la elección judicial de este domingo no alcanzó ni el 10% del listado nominal, y pidió al gobierno federal no maquillar los resultados oficiales. “Dijimos que iba a ser una elección con una participación prácticamente nula”, declaró.

En conferencia de prensa realizada minutos después del cierre de casillas en el centro del país, Romero Herrera señaló que el abstencionismo superó el 90% y advirtió al oficialismo que no intente alterar los datos. “Les decimos que no caigan en la tentación de manipular las cifras desde el oficialismo, que no caigan. Tuvimos como Acción Nacional muchos más observadores de los que creen, estuvimos en muchas más casillas de las que creen, que evidentemente hoy no les vamos a compartir, y documentamos. Donde se atrevan a decir que en la casilla x, en donde tenemos documentado que fueron si acaso 15 personas por mucho, no vayan a salir mañana o en cinco días con que hubo 700 u 800 votos, porque los vamos a denunciar”, sentenció.

El PAN afirmó haber recabado evidencia suficiente en casillas de todo el país para demostrar que la participación fue mínima y cuestionó la legalidad del proceso. Romero también anunció que su partido impulsará una iniciativa de contrarreforma judicial en el próximo periodo ordinario de sesiones del Congreso, con el objetivo de subsanar los errores detectados en este ejercicio y bloquear la posible influencia del crimen organizado.

Por su parte, el coordinador del PAN en el Senado, Ricardo Anaya, calificó la elección como “una absoluta simulación” y un “cochinero”, acusando que a partir del cierre de casillas podría haber manipulación de resultados. “No vamos a aceptar el cuento chino de que las casillas estaban repletas (…) y que nos vengan a querer dar atole con el dedo”, dijo.

El PAN también expresó su preocupación por la supuesta participación de personas ligadas al crimen organizado como candidatos a cargos judiciales.

Proponen castigo a quienes no voten: podrían quitarte la credencial del INE por un año

El Partido Verde Ecologista de México (PVEM) presentó en la Cámara de Diputados una iniciativa de reforma constitucional que busca castigar a quienes no acudan a votar en elecciones, consultas populares o procesos de revocación de mandato, cancelándoles su credencial del INE como medio de identificación oficial por un año.

La propuesta, firmada por el diputado Luis Enrique Miranda, plantea modificar el artículo 36 de la Constitución Política para reforzar el carácter obligatorio del voto, bajo el argumento de que la participación ciudadana es fundamental para el fortalecimiento democrático, especialmente en el contexto de los próximos procesos como las elecciones judiciales.

De acuerdo con el documento legislativo, el castigo se aplicaría “de no acudir a votar (…) sin justificación previa”, por lo que se retiraría temporalmente el uso de la credencial para votar como identificación oficial durante un periodo de 12 meses.

Actualmente, la Constitución establece el voto como una obligación ciudadana, pero no contempla sanciones por no ejercerlo. La reforma del PVEM busca darle fuerza jurídica al deber de votar, promoviendo sanciones concretas ante su incumplimiento.

La iniciativa fue turnada a comisiones para su análisis.

Detienen a exalcalde morenista de Ahome, Gerardo Vargas Landeros, en Los Mochis

Gerardo Vargas Landeros, exalcalde morenista del municipio de Ahome, Sinaloa, fue detenido este viernes 30 de mayo en su domicilio particular en Los Mochis por agentes de la Unidad Especializada de Aprehensiones (UNESA), tras incumplir una orden judicial para presentarse a audiencia.

El arresto se ejecutó luego de que el juez de control declaró como “no justificada” su inasistencia a la diligencia programada el miércoles 28 de mayo en la Sede Regional de Justicia Penal Acusatoria y Oral, por lo que se giró orden de presentación forzada.

El exfuncionario enfrenta acusaciones por abuso de autoridad, desempeño irregular de la función pública y ejercicio indebido del servicio público, derivadas del presunto arrendamiento irregular de 126 patrullas por un monto de 171 millones de pesos, hecho que llevó a su desafuero el pasado 2 de mayo por el Congreso de Sinaloa.

Vargas Landeros ya había incumplido una cita judicial previa el 9 de mayo, en ambos casos argumentando problemas intestinales por los que envió comprobantes médicos, según informó su defensa.

Durante la sesión legislativa que derivó en el desafuero, también fue retirado el fuero al diputado morenista Genaro García Castro, quien enfrenta una carpeta de investigación similar por presuntos actos de corrupción, pero no estuvo presente en la votación.

La diputada de Morena, María Teresa Guerra Ochoa, informó que la resolución fue aprobada por unanimidad con 39 votos a favor, destacando la ausencia de Genaro García, implicado en el mismo proceso.

Siempre hemos votado por corruptos

Todos quienes creímos que López Obrador acabaría con la desenfrenada corrupción del último Presidente peñista votamos por él en el 2018. Nos salió peor el remedio que la enfermedad. Geopolíticamente, salimos de Guatemala y entramos en Guatepeor.

Votar no elimina la corrupción, como han pregonado AMLO y ahora Claudia Sheinbaum a sus chairos para justificar la ideota de que ministros, magistrados y jueces sean electos por sufragio popular.

Para empezar, porque ya llevamos tres siglos de elecciones corruptas en las que en el XIX siempre ganaron, entre otros, los oaxaqueños Benito Juárez y Porfirio Díaz.

Quizá sólo aquella en la que triunfaron Francisco I. Madero y José María Pino Suárez hayan sido las únicas en las que el voto no fue alterado por el ya cansado dictador.

Pero de ahí en adelante…

José Vasconcelos fue una primera víctima del naciente PNR, abuelo del ya también anciano PRI, a manos de Plutarco Elías Calles.

Y a partir de ahí el tricolor se impuso en cuanta elección federal, estatal o municipal, siempre empleando sus conocidas mañas a cargo de sus “alquimistas” más renombrados.

Lázaro Cárdenas, como cabeza del que todavía era Partido de la Revolución Mexicana, hijo del PNR callista y padre del Revolucionario Institucional, también llevó a cabo un portentoso fraude electoral que afectó al muy popular y seguramente más votado Juan Andreu Almazán en las elecciones de 1940 que entronizó en La Silla del Águila a Manuel Ávila Camacho.

Los priístas, incluso, recurrieron al uso de la violencia y con armas reprimieron a los seguidores de Miguel Henríquez Guzmán, contendiente de Adolfo Ruiz Cortines, pues el saliente Miguel Alemán ordenó se reprimiera a quienes al día siguiente de los comicios denunciaban fraude, robo de urnas… Hubo 200 muertos y una enorme cantidad de heridos en la Alameda Central capitalina en la que se reunieron dos centenares de miles de manifestantes, una cantidad inusitada para esa época.

De Salinas para acá creció la corrupción

Hasta la controvertida elección de Carlos Salinas en 1988 no hubo Presidente que no haya surgido a través de comicios fraudulentos. En todos primó cada vez más la corrupción, hasta que alejado del PRI con aquella “sana distancia” que tanto le criticaron los tricolores radicales, Ernesto Zedillo sacó las manos en las elecciones de 1997 y del 2000.

Los priístas no tenían la exclusiva del fraude electoral. Vicente Fox manipuló los resultados electorales de la presidencial de 2006, en las que López Obrador “perdió” por un pírrico margen frente a Felipe Calderón, y éste le repitió la dosis al tabasqueño en las primeras elecciones en las que el PRI fue coprotagonista de Televisa para encumbrar al corrupto Enrique Peña.

Todos electos mediante el voto popular alterado, manipulado, falsificado, robado, comprado.

Elección limpia, porque EPN también sacó las manos a cambio de impunidad a sus corruptelas, fue la de 2018 en las que, al tercer intento, AMLO llegó a Palacio Nacional. Muy votado, como nunca… también encabezó un gobierno altamente corrupto, en la que sus tres hijos mayores y sus más allegados se enriquecieron bestialmente por el tráfico de influencias en todas las dependencias de los gobiernos federal, estatales e incluso los municipales.

Gobernadores y alcaldes de todos los partidos han sido electos por sufragio popular. La mayoría han resultado muy pero muy corruptos, algunos priístas aún purgan sentencias… los de Morena siguen impunes.

Votar, repito, no elimina la corrupción, como han engañado a sus ígnorantes y creídos chairos López Obrador y ahora Claudia Sheinbaum para justificar la ideota de que ministros, magistrados y jueces sean electos por sufragio popular.

Surgirán de una elección corrupta como nunca

Retomo líneas de un artículo escrito en diciembre de 2017 por la investigadora y exconsejera electoral del INE Pamela San Martín:

“En México, la posibilidad de competir efectivamente por el poder no ha blindado al sistema político frente a la corrupción. Por el contrario, la consolidación democrática ha coincidido con el escalamiento del país en los índices de corrupción…”.

La realidad es que la persistencia de un alto nivel de corrupción política en nuestra ya truncada democracia promueve el desapego hacia la institucionalidad vigente, y debilita también la legitimidad de la democracia en sí misma y eso da paso a la tiranía de una sola corriente política, así y ésta, como Morena, esté en permanente enfrentamiento a su interior.

La legitimidad democrática en nuestro país, caracterizada por una arraigada y persistente corrupción, se ha visto debilitada por la percepción de que la mayoría de los políticos, si no es que todos, están implicados en esa corrupción. AMLO y Sheinbaum han insistido por ello en que, sin distinción, todos los jueces son corruptos.

Por eso los seguidores del régimen de Cuarta… Transformación, influenciados en las machaconas cantaletas de las matinés palaciegas de López en su primer sexenio y ahora, en las mentiñeras del segundo formalmente encabezado por la capitalina, desaprueban a los jueces, magistrados y ministros aún en funciones.

Votar este 1 de junio por unos distintos a los actuales, empero, no eliminará la corrupción en el Poder Judicial, como votar por Morena tampoco la ha eliminado y sí, por el contrario, la ha incrementado.

Porque, sólo para empezar –y no necesito recordárselo– surgirán de unos comicios que como nunca son fraudulentos, una farsa en la que los ganadores ya están decididos por todo tipo de morenistas con poder.

Una elección corrupta sólo producirá juzgadores corruptos.

Así y todo, ¿usted acudirá a votar?

Indicios

Obediente a las instrucciones que recibe, la Presidente formal estuvo a punto de acometer uno más de sus ya cotidianos errores en las mentiñeras. Explicaba cómo votar el próximo domingo y estuvo a punto de decir que por lo complicado del ejercicio había que llevar acordeón. Se frenó. Que si no… * * * Por hoy es todo de lo mucho que aún tenemos pendiente de comentar. Reconozco que haya leído hasta aquí y le deseo, como siempre, ¡buenas gracias y muchos, muchos días!

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Declara refrigerador y colchones… pero presume viajes y joyas: patrimonio de Andrea Chávez no refleja su estilo de vida

Una investigación del portal EMEEQUIS reveló que Andrea Chávez Treviño, senadora de Morena y aspirante a la gubernatura de Chihuahua en 2027, reportó como patrimonio personal únicamente bienes modestos, entre los que destacan un refrigerador, dos colchones, un microondas, escritorios y sillas, así como tres vehículos. Sin embargo, en redes sociales ha mostrado un estilo de vida con viajes, accesorios y eventos no registrados en su declaración patrimonial.

De acuerdo con su última declaración de intereses, presentada el 30 de octubre de 2024, Chávez no posee terrenos, casas, departamentos ni inmuebles. Tampoco reporta joyas, relojes ni alhajas, a pesar de que en imágenes públicas ha lucido artículos de este tipo.

Según lo reportado a la Contraloría Interna del Senado, el menaje de casa declarado incluye un refrigerador de 15 mil pesos, un microondas de 2 mil, tres escritorios adquiridos en 18 mil, cuatro sillas de madera valuadas en 8 mil y dos colchones comprados por 10 mil pesos. Todos fueron adquiridos entre 2018 y 2021.

Los bienes de Andrea Chávez.

En cuanto a vehículos, Chávez registró un Mercedes-Benz C300 modelo 2012 comprado en abril de 2020 por 200 mil pesos, un Chevrolet Malibú 2016 adquirido un mes antes en 210 mil pesos, y una Chevrolet Tahoe 2007 comprada en agosto de 2021 por 195 mil pesos. Todos los pagos fueron hechos al contado.

Los bienes de Andrea Chávez.

Pese a esta limitada declaración, la legisladora ha sido promovida en eventos y caravanas de salud en Chihuahua, lo que generó cuestionamientos sobre el origen de los recursos. Ella afirmó que fueron financiados por empresarios, aunque no especificó nombres ni montos en su informe oficial.

Esto llevó a que Claudia Sheinbaum, presidenta de Morena, llamara públicamente a respetar los tiempos electorales y promover la “sobriedad y humildad” en la militancia, incluyendo el rechazo al uso de ropa de marca, vehículos blindados, aviones privados y joyas.

Además, el Partido Acción Nacional (PAN) presentó una denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR) contra Andrea Chávez, en la que le imputa 15 presuntos delitos electorales y penales, incluidos acto anticipado de campaña y financiamiento indebido, señalando al empresario Fernando Padilla Farfán como presunto aportante.

¡Escándalo en Durango! Detienen y liberan en dos horas a candidata de Morena con sobres de dinero y listas de electores

Karen Pérez Herrera, candidata de Morena a la alcaldía de Santiago Papasquiaro, en la sierra de Durango, fue detenida por la Policía Ministerial de Investigación este jueves por la tarde, de acuerdo con el Registro Nacional de Detenciones.

La morenista portaba más de 100 mil pesos en efectivo distribuidos en sobres, así como listados de electores, presuntamente relacionados con los comicios del próximo domingo 2 de junio, donde se renovarán las 39 presidencias municipales en el estado.

El Registro Nacional de Detenciones registró la detención a las 16:12 horas. Dos horas después, la candidata fue liberada.

Luisa María Alcalde, presidenta de Morena, calificó el arresto como ilegal y exigió su liberación inmediata. “¡Basta de abusos! Dejen al pueblo decidir en libertad”, publicó en redes sociales.

Durango es actualmente gobernado por el priista Esteban Villegas, quien asumió el cargo en 2022.

El pasado 26 de abril, Luisa María Alcalde y Andrés Manuel López Beltrán, secretario de Organización de Morena, participaron en un mitin junto a Karen Pérez en ese mismo municipio.

Filtran audios donde ordenan acarrear votos para Sheinbaum y advierten que si no votan perderán programas sociales

Un audio de 20 minutos obtenido por la revista Etcétera exhibe a Lucía Hernández Morales, directora regional de Servidores de la Nación en el Estado de México, instruyendo a promotores de programas sociales a organizar el acarreo de votantes para las elecciones del 1 de junio, en favor los candidatos que ordene la presidenta Claudia Sheinbaum.

Durante una asamblea realizada el 25 de marzo en Santiago Tianguistengo, Hernández Morales señaló a los asistentes que “llevar gente a votar es una orden presidencial” y que deben buscar votos entre quienes reciben apoyos sociales. “Hay que llevar gente a votar por quien indique Claudia Sheinbaum”, dice en el audio. Además, se instruye que se debe “hacer conciencia” a los beneficiarios de que, si no votan, podrían perder sus apoyos sociales.

Según el contenido del audio, la funcionaria detalló una estrategia operativa que incluye la designación de “concientizadores”, ciudadanos reclutados para convencer a votantes. A cada uno de ellos se le encargaría la tarea de movilizar al menos 20 personas por sección electoral, con una meta de 200 votos por sección.

En el mensaje también se menciona que no se pagará directamente a los votantes, pues el incentivo sería la continuidad de los programas sociales. “El pago es seguir recibiendo sus apoyos sociales”, afirma Hernández Morales.

Durante la reunión, también se abordaron tácticas para enseñar a votar “por colores y por número”, así como la organización de tres equipos de trabajo: gobierno estatal, Secretaría del Bienestar y partido o partidos políticos.

Hernández Morales asegura que cuentan con autorización para hablar con los beneficiarios sobre la importancia de la reforma al Poder Judicial y que se trata de un proyecto “de la Cuarta Transformación”. Asegura que la coordinación de estas acciones proviene de funcionarios cercanos a Ariadna Montiel, titular de la Secretaría del Bienestar.

Lucía Hernández Morales es profesora normalista y antes de integrarse al gobierno federal trabajó en la Escuela Secundaria Oficial 386 José Mariano Abasolo. Desde 2018 forma parte del programa Servidores de la Nación. Su salario anual más reciente es de 1 millón 169 mil 369 pesos.

Director: Juan Luis Parra

Hermosillo, Sonora.

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