El Sonora profundo sigue muy hondo: 70% de la población del sur enfrenta la pobreza
El sur de Sonora enfrenta una alarmante situación socioeconómica, con siete de cada diez personas en condiciones de pobreza o vulnerabilidad.
Por Juan Luis Parra
El lema “Sonora profundo” ha sido una constante en la administración del gobernador Alfonso Durazo, reflejando su compromiso de atender las necesidades de las zonas más marginadas y olvidadas del estado. Tan arraigado está este lema en su gestión, que durante la ceremonia del Grito de Independencia del 15 de septiembre, Durazo exclamó con fervor: “¡Viva el Sonora profundo!”. Sin embargo, a pesar de estas proclamaciones, las cifras recientes del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) muestran una realidad contrastante.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) reveló en su última medición que la pobreza en Sonora ha aumentado, especialmente en el sur del estado. A pesar de que a nivel nacional se ha promocionado una reducción de la pobreza, la realidad en regiones como Guaymas, Cajeme y Navojoa es preocupante. Estos municipios acumulan a 568,734 habitantes en condiciones de pobreza o vulnerabilidad, lo que representa el 70.6% de su población.
Navojoa es el municipio más afectado, con el 76.4% de su población en situación de pobreza o vulnerabilidad. En Guaymas, el 69.3% de sus habitantes se encuentran en estas condiciones, mientras que en Cajeme, el número asciende a 302,865 personas. Estas cifras contrastan con la situación en Hermosillo, donde la pobreza y vulnerabilidad son 13 puntos porcentuales menores.
Las carencias sociales son otro aspecto a destacar. En Guaymas, el 21.2% de la población no tiene acceso a la salud, en Cajeme es el 16.1% y en Navojoa el 13.1%. Además, la falta de seguridad social afecta al 35.8% en Guaymas, al 30.3% en Cajeme y al 32.5% en Navojoa. La alimentación suficiente es otra carencia, con Guaymas reportando un 26.3%, Cajeme un 23.6% y Navojoa un 38.7%.
Estos datos reflejan la urgente necesidad de implementar políticas públicas efectivas que aborden la pobreza y las carencias sociales en el sur de Sonora. La administración actual tiene el desafío de revertir estas cifras y garantizar un mejor bienestar para sus habitantes.
