La 4T echó a la basura aquél eterno principio democrático de que ganaba el que tuviera la mitad de los votos del padrón electoral que fuera utilizado, más uno.
El viejo principio, que prevaleció durante muchos siglos ha sido cambiado por el del voto condicionado y como nunca inducido.
Ahora, según los ideólogos y legisladores de Morena, sólo pudo imponerse en la pantomima de elección judicial aquel de los más de 3 mil candidatos que obtenga un solo voto, en tanto los otros ninguno. ¡Hágame usted el refabrón cavor! Hasta dónde ha llegado el autoritarismo del régimen de Cuarta… Transformación… y del priísmo en Durango.
Esto no se veía desde el voto censitario, aquél que en el siglo XIX y anteriores sólo permitía votar a la gente “de posibles” y a las castas elegidas, pues desde entonces no se había producido un dislate de este tamaño. Ahora sí, los iluminados cuatroteros nos hacen regresar en el tiempo, antes de que el futuro los alcance.
Y eso pasa por andar mentando la soga en casa del ahorcado. Pero fue su culpa, porque cuando sintieron que traían la vaca por la cola, pregonaron a todo el mundo que, hasta caminando, podían brincar la vara. Ahora que se asomó la cruda realidad, modifican el sentido de todo, aún el de la democracia.
Porque más pronto cae un hablador que un cojo, reza el refrán. Se negaron a aceptar que sus huestes se habían desfondado en un setenta por ciento. No sólo sus simpatizantes cayeron, sino los organizadores, los movilizadores a urnas, los de hueso colorado que los llevaron al poder. Todo anda por los rumbos del caño.
La realidad es que Morena y su costoso cuanto inútil aparato electoral no tuvo con qué ganar legalmente la elección judicial.
Y ya no tienen ni la seguridad de ganar las elecciones intermedias de diputados federales, las 16 gubernaturas en pugna, las alcaldías de la Ciudad de México. El albazo de este 1 de junio lo dice todo, y lo reconoce a regañadientes todo.
Perversión de las elecciones
Desde hoy, por lo que se ve en materia electoral, la cifra inalcanzable de 20% de la votación servirá para medir todos los tamaños, todos los retos. Como seguramente no lo consiguieron, podrá declararse nula cualquier elección, hasta la de Presidente de la República. Estamos frente a las uvas de la zorra. El que no las alcance, es que no las quiere.
Tanto estuvieron insistiendo en ser los amos de la democracia que ésta los castigó. Le movieron demasiado, desde celebrar el tramposo proceso de Reforma Judicial, creyendo que arrasarían.
Pero no. Tuvieron que acarrear votantes a las urnas con los ya clásicos chantajes de los programas de ayuda de un supuesto Bienestar, pagándoles “un quinientón” y amaestrándolos con decenas de millones de acordeones –cheat sheets u hojas para tramposos las llaman en inglés–, para que sólo así pudieran darle “legitimidad” cuantitativa y no cualitativa a su pantomima de elección.
Ahora, ya sólo quisieron una elección con voto condicionado, donde el resultado favorezca sus pronósticos y si no es así, peor para los resultados, no servirán para nada. La gran idea electoral pasa al cajón del olvido.
Y como no podrá repetirse la afluencia masiva lograda en junio del año pasado, se baja el telón, se cercena el voto electoral, para que pase a formar parte de las ocurrencias y las falsas promesas del régimen de Cuarta… Transformación y sus fallidos programas. ¿Qué necesidad había de andarle torciendo el rabo a la marrana?
“¡Unos perfectos fracasados!”
Cierto, Claudia Sheinbaum goza de una enorme popularidad que en la mayoría de los casos es comprada con el dinero público que entregan mensual o bimestralmente a los menesterosos, principalmente. Pero su gobierno está reprobado en prácticamente todos los rubros.
Aparentemente sólo se envalentona en sus “mentiñeras” en tratándose de sus reclamos a Donald Trump y al gobierno estadounidense… aunque luego nos enteramos de lo que dice es falso cuando la Casa Blanca filtra a los medios lo que realmente le dijo el anaranjado personaje en sus repetidas llamadas telefónicas.
Débil, como nunca, se ha visto la Presidente formal ante la CNTE ante los plantones, marchas y bloqueos que perjudican seriamente la vida de millones de quienes convivimos en la cuenca del Valle de México… con lo cual Morena continúa perdiendo cientos de miles de adeptos.
Sus datos y los de su comisario de policía Omar García son cada vez menos creíbles para la población que vive amenazada por las masacres, las ejecuciones, los secuestros, los asaltos y, entre otros delitos, las extorsiones. La impunidad campea. No han podido, siquiera, saber quiénes cobraron la vida de los más cercanos colaboradores de Clara Brugada.
Tampoco ha podido el gobiernito de Cuarta… Transformación abastecer de medicamentos e insumos a los servicios públicos de salud, por los que millones de empleados y trabajadores siguen pagando cuotas. Llevan siete meses y el problema persiste con nuevas “estrategias” prácticamente cada semana.
Todo es un caos.
Toda la atención de los mal llamados servidores públicos –que para nada nos sirven– ha estado centrada en la pantomima de elección judicial que se llevó a cabo ayer domingo.
Esfuerzo inútil. Ni con todas las trampas que han llevado a cabo pudieron, ni con todos los recursos públicos desviados, ni con toda esa propaganda insulsa con la que atiborraron redes y medios consiguieron el nivel de votación que hubiesen deseado.
Como dijo aquel: “¡Unos perfectos fracasados!”.
Indicios
La novedad no fue la reaparición pública de AMLO en el centro de votación cercano a Casa “La Chingada”, sino la presencia de uniformados en la llamada “herradura de la democracia” del INE. Hasta el momento de cerrar este escrito, la consejera presidente Guadalupe Taddei no había aclarado por qué dos militares uniformados y un integrante de la Guardia Nacional irrumpieron en ese salón de plenos durante la celebración de la primera de varias sesiones del Consejo General. La mayoría de sus integrantes, en cambio, sí le manifestaron su inconformidad, sobre todo después de que elementos del Ejército fueran enviados a un foro cultural para desalojar a los asistentes a un evento a punta de fusiles y metralletas. ¿Dictadura militar? ¿Desde cuándo? * * * Por hoy es todo. Reconozco a usted que haya leído estas líneas y, como siempre, le deseo ¡buenas gracias y muchos, muchos días!
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