LA SITUACIÓN DE Pemex, que dirige Víctor Rodríguez Padilla, empezó a empeorar cuando la nueva administración nombró a Néstor Martínez como director de Pemex Exploración y Producción (PEP).
Si Octavio Romero heredó un desastre, la decisión de Martínez de cerrar pozos aceleró el declive de la producción de petróleo, para regresar a un nivel de producción como se tenía a principios de los años 80.
En mayo se tomó la decisión de removerlo, pero se le premió como asesor de la dirección general. ¿Quién lo protege para mantenerlo y no hacerlo responsable del daño patrimonial que ocasionó?
Ese mismo mes, con la encomienda de reactivar los pozos cerrados e impulsar la producción, llegó en su lugar Ángel Cid Mungía, quien estuvo a cargo de PEP en el anterior sexenio.
En la dirección Jurídica fue nombrada Rosa Bello Pérez, en octubre de 2024, quien de inmediato hizo limpia: corrió abogados con mucha antigüedad, arriba de 25 años de servicio, para poner a sus conocidos.
Bello no sólo se trajo a cercanos, sino que contrató a juristas sin conocimiento de la operación de Pemex. ¿Por qué deshacerse de la gente con experiencia de los asuntos legales de la empresa estatal?
Otro director que se nombró en octubre del año pasado fue Carlos Armando Lechuga, quien trabajó en PEP bajo las órdenes de Néstor Martínez en el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto.
Con esta designación en Pemex Transformación Industrial se ocasionaron pérdidas por más de 180 mil millones de pesos. ¿Y, oootra vez, ningún personaje exige cuentas de nada por esos quebrantos?
Con la nueva reestructura que se acaba de aplicar en Pemex, a Lechuga lo nombraron director de Procesos Industriales, donde promovió a sus amigos cercanos a gerentes y subdirectores a su cargo.
Basta con revisar el caso de Blanca Mendoza, exsubdirectora de Abasto, que pagó sobrecostos logísticos en demoras de barcos y penalizaciones millonarias, debido a su pésima programación.
¿Por qué la Secretaría de Anticorrupción y Buen Gobierno, a cargo de la implacable Raquel Buenrostro, no investiga y sanciona todas estas pérdidas millonarias en las que incurre Pemex con el mismo personal?
Otro que llegó con Lechuga fue Sergio Rosado, quien trabajó también en PEP con Martínez, y que ha sido señalado por la venta de coque de petróleo a un precio regalado.
En la nueva reestructura lo premiaron con la Gerencia de Administración de Transporte, que depende de Mendoza, para hacer “equipo” y continuar quebrantando a Pemex en el sistema de abasto.
Otro amigo que fue ascendido con los cambios es Rubén Ramírez, que saltó a la Subdirección de Fertilizantes, tras haber dado el cálculo de la inversión inicial para el arranque de la refinería de Dos Bocas.
Privilegia a sus amigos, dándoles gerencias o direcciones de subsidiarias, como Julio César Alcázar, jubilado a principios de año y que ahora está al frente de Pro Agroindustria.
Ha contratado a trabajadores que tienen demandas contra Pemex, además de desarrollar negocios en Pro Agroindustria, que no tienen nada que ver con los fertilizantes, sino con combustibles de transporte.
Al inicio del sexenio de Sheinbaum, la Subdirección Comercial dependía de Pemex Transformación Industrial, pero con la nueva estructura, que se aplicó en junio, pasó a ser la Dirección Comercial.
Se nombró en esa posición estratégica y relevante a Gabriel Cadena Salgado, que venía de la Comisión Nacional del Agua, funcionario que no tiene relación ni experiencia en el sector energético y petrolero.
Cadena invitó a trabajar a amigos suyos, como Gabriel Medina, Rodrigo Hernández, Alonso Jiménez y Jesús David Montes de Oca, quienes vienen recomendados de la Secretaría de Energía.
Hernández fue señalado, porque llegó a hacer negocios con sus gerentes, José Manuel Chávez, Roberto Hernández y Juan Carlos Quezada. ¿La auditoría interna de Pemex los va a investigar?
Por lo que respecta a Jiménez, ratificó a Adriana Jaimes Bernal, gerente de Ventas, que venía trabajando en el sexenio anterior con una comercializadora de Pemex, en un claro conflicto de interés.
También conservó a Miguel Yasser Vicente Rosales, que propició un desfalco en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, con la subsidiaria Gasolinas Bienestar y la venta de crudo y gasolinas a Cuba.
Otro director nombrado en octubre del año pasado fue Jorge Alberto Aguilar López, en la Dirección de Planeación, Coordinación, Desempeño y Sostenibilidad, quien venía de la Comisión Federal de Electricidad.
Con la reestructura de junio de 2025 recibió la Subdirección de Control Interno Institucional, a cargo de Hugo Eduardo Vadillo, señalado también por abuso de poder desde que llegó a Pemex.
Contrata personal cuando se está despidiendo a más de tres mil trabajadores y usa recursos materiales (gasolina, autos, estacionamientos, elevadores ejecutivos) para fines personales.
Los individuos están siendo contratados en las plazas donde se desocupa el personal que está siendo liquidado.
Los movimientos son avalados por Christopher Valenzuela, subdirector de Capital Humano.
Otra nombrada en octubre fue Marcela Villegas, directora Corporativa de Administración y Servicios, quien venía de ser la coordinadora general de la Central de Abastos.
Es la artífice de los despidos recién implementados, donde hay muchos casos en los que se da la terminación contractual de empleados con más de 30 años de servicio.
También, en octubre, se nombró a Sergio Benito Osorio en la Dirección de Transformación Energética, funcionario que antes fue director general de la Red de Transporte de Pasajeros.
A PROPÓSITO DE Pemex, esta semana el CEO de Baker Hughes, Lorenzo Simonelli, viajó a la CDMX para reunirse con la presidenta Claudia Sheinbaum. Entre los temas que hablaron estuvo el adeudo que tienen con ellos y que supera ya los tres mil 700 millones de pesos, de acuerdo con el último reporte publicado de pagos a proveedores. El acercamiento se da de cara a la presentación del reporte financiero trimestral, el próximo 22 de julio. En esta reunión atípica también llamó la atención la presencia de Bernardo Riojas, director general de Grupo Empresarial Metropolitano, un hombre de negocios que se ha dedicado al desarrollo de vivienda popular desde que Andrés López Obrador fue jefe de gobierno de la CDMX. Esta cercanía ha mantenido a Riojas vinculado directa e indirectamente con diversos proyectos de energía, como en su momento lo fue el campo Lakach de aguas profundas. El sector petrolero se pregunta si ahora Riojas es un nuevo aliado o gestor de Baker Hughes en México.
GRUPO BIMBO ANUNCIÓ una inversión de dos mil millones de dólares en México, entre 2025 y 2028, destinada a modernizar plantas y ampliar flotillas sustentables. Esta iniciativa abarcará siete estados y nueve municipios, para generar más de 12 mil empleos directos e indirectos. La empresa de Daniel Servitje busca fortalecer su capacidad productiva y tecnológica, además de impulsar la innovación y la sustentabilidad. El anuncio se alinea con el Plan México del gobierno federal. Esta inversión refleja confianza en el entorno económico nacional y en el potencial del país como centro estratégico de producción.