Adán Augusto López Hernández enfrentó este jueves los señalamientos por ingresos no reportados en sus declaraciones patrimoniales mientras era funcionario público, en un encuentro con medios de comunicación en el Senado de la República. De acuerdo con una investigación periodística, el actual senador y exgobernador de Tabasco habría recibido cuatro millones de dólares por parte de empresas privadas, sin que estos recursos fueran incluidos en su información fiscal oficial.
Durante la comparecencia, solicitada por la presidenta Claudia Sheinbaum bajo la instrucción de que “aclare el senador”, Adán Augusto mantuvo al inicio un tono relajado, pero conforme avanzaban los cuestionamientos de la prensa, su semblante y actitud se endurecieron. Negó tajantemente cualquier conflicto de interés ante la posibilidad de que las empresas que lo beneficiaron hayan recibido contratos públicos cuando era gobernador. “No actúe usted de manera dolosa, no hay ningún conflicto de interés. No mienta”, respondió de forma cortante al ser increpado por un reportero.
La trayectoria política del tabasqueño se remonta a 1992, cuando ocupó un cargo como subsecretario de gobierno con el priista Manuel Gurría Ordóñez. Desde entonces ha sido señalado en diversos momentos por prácticas cuestionables, entre ellas la presunta distribución irregular de recursos públicos destinados a campesinos y pescadores afectados por la actividad petrolera, según documentos de Fundar y testimonios locales.
En su gestión como gobernador de Tabasco, de 2019 a 2021, fue criticado por nombramientos controvertidos, como el de Hernán Bermúdez Requena en la Secretaría de Seguridad Pública, acusado posteriormente de vínculos con el crimen organizado, y por entregar contratos a cercanos suyos, incluyendo notarios y compadres que conformaron su círculo de poder.
También se le atribuyen reformas polémicas durante su administración, conocidas como la “ley garrote”, “ley compadre” y “ley dedazo”, dos de las cuales fueron declaradas inconstitucionales por la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Su mandato estuvo marcado por acusaciones de favoritismo, discrecionalidad en la asignación de contratos y vínculos con empresarios beneficiados por su gobierno, como Manuel Santandreu, su compadre.
Su cercanía con el expresidente Andrés Manuel López Obrador ha sido un factor determinante en su carrera. Fue coordinador de campaña en 2006, operador en la construcción de Morena y pieza clave en la logística de giras por el sur del país. Esta relación fue fundamental para su llegada a la Secretaría de Gobernación en 2021, convirtiéndose en uno de los principales operadores políticos del sexenio pasado.
En 2023, durante el proceso interno de Morena para definir a su candidatura presidencial, Adán Augusto desplegó una campaña masiva con anuncios espectaculares, vuelos privados, consultores extranjeros y materiales propagandísticos inusuales. Su gasto fue muy superior al permitido por el partido, lo que generó críticas internas y fracturas en su relación con Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, quienes finalmente lo superaron en la contienda.
Pese a su derrota, fue designado coordinador del grupo parlamentario de Morena en el Senado, posición desde la cual ha promovido reformas clave, incluyendo la reforma electoral. No obstante, esta fue objeto de críticas incluso dentro del oficialismo, debido a los acuerdos alcanzados con el grupo panista de los Yunes, investigados por desvío de recursos públicos.
Las acusaciones en su contra continúan sumándose desde septiembre, incluyendo la supuesta compra irregular de un edificio con recursos del Instituto Electoral de Tabasco, avalada por su notaría, y el financiamiento ilegal de giras proselitistas, como la que benefició a la senadora Andrea Chávez en Chihuahua.

