México no es lo que vimos el viernes pasado en la manifestación contra la gentrificación en las colonias Condesa y Roma. Siempre hemos sido un país solidario con los extranjeros que vienen al país no sólo perseguidos, sino porque se sienten bien recibidos.

Lo que ocurrió es vergonzoso para una nación que ha abierto los brazos a los forasteros, sea cual fuere su condición.

Y lo que era una protesta pacífica contra la “gentrificación”, convocada por vecinos, se transformó en una manifestación racista, xenófoba, particularmente en contra de los estadunidenses que viven, consumen y gastan su dinero en ambas colonias. En mi vida había visto algo semejante. Me siento orgulloso de la apertura de México hacia los extranjeros: los españoles que huyeron de Franco, los chilenos que escaparon de Pinochet, los centroamericanos que buscan una mejor vida, los que viven aquí por el puro gusto.

* La manifestación inició a las 15:30 horas en el Foro Lindbergh del Parque México. Le siguió una marcha por las colonias Roma y Condesa de la CDMX que derivó en actos de vandalismo. La alcaldía Cuauhtémoc cifra en 14 los inmuebles que sufrieron daños graves, uno de ellos con robo de mercancías por parte de jóvenes del Bloque Negro. Se contaron grafitis en más de 30 fachadas.

Las consignas más repetidas fueron: ¡Fuera gringos!”, “gentrificación no es progreso, es despojo”; Pay taxes (paga impuestos), Learn spanish (aprende español), Not your home (no es tu casa); “Haz barrio y expulsa un gringo”.

* La gentrificación es un proceso de renovación de una zona urbana, generalmente popular o deteriorada, que implica el desplazamiento de su población original por parte de otra de un mayor poder adquisitivo.

Boris Berenzon, académico, difusor, columnista, abunda sobre ese fenómeno: “Eleva rentas, expulsa a residentes históricos, convierte barrios en mercancía y borra memorias colectivas.

“Aun así —matiza—, no se combate con exclusión ni odio. Señalar al extranjero como enemigo oculta al verdadero responsable: un modelo de ciudad que privilegia el capital sobre la ciudad”.

Sintetiza: “Los recientes actos de violencia en la Ciudad de México exponen una misma herida: el uso del odio como identidad y la normalización del desprecio del otro”.

* La intervención de la policía para contener el vandalismo de algunos manifestantes fue tardía. No hay un solo detenido. Sólo condenas verbales de la presidenta Claudia Sheinbaum y la de la jefa de Gobierno, Clara Brugada.

Dijo la Presidenta: “Los seres humanos somos iguales y no podemos tratar a nadie como menos. Las muestras de esa manifestación hay que condenarlas, no puede ser que, por más legítima que sea, la demanda sea ‘fuera cualquier nacionalidad de nuestro país’”, señaló. Aunque reconoció que la gentrificación es un tema de especulación inmobiliaria.

Brugada: “Aquí no aceptamos xenofobia ni discriminación. No porque vengan de otros países a vivir en la ciudad los vamos a maltratar. Aquí se recibe a todas y todos, son bienvenidos y bienvenidas. Es necesario rechazar la discriminación y la xenofobia, porque es un deber moral y una obligación ética y política. En esta Ciudad de México, capital de la transformación, todas y todos caben”.

* En EU destaca la respuesta del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), que aprovechó las imágenes y noticias de la manifestación para promover su aplicación CBP Home destinada a facilitar la autodeportación de indocumentados.

“Si estás en Estados Unidos ilegalmente y deseas unirte a la próxima protesta en la Ciudad de México, usa la aplicación CBP Home para facilitar tu salida”, ironizó.

La respuesta del DHS generó críticas en redes sociales. Los usuarios señalaron que la migración y la gentrificación son fenómenos distintos.

Destacaron que los indocumentados en Estados Unidos contribuyen con impuestos pagando cerca de 76 mil millones de dólares en 2022, según el Consejo Americano de Migración.

* Si hubiese una olimpiada de mentiras, AMLO se llevaría la medalla de oro. En su primer informe de gobierno, el 1 de septiembre de 2019, sostuvo que “hemos podido eliminar prácticamente” el huachicol. Y le aplaudieron.

Cinco años y diez meses después, el titular de la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, subió el siguiente mensaje a su cuenta de X:

“En operativos realizados en Ramos Arizpe y Saltillo, Coahuila… se aseguraron 129 carros tanque con más de 15 millones de litros de diésel, gasolina y destilado de petróleo. Es el aseguramiento de hidrocarburo más grande en la presente administración”.

Fuentes gubernamentales de Coahuila nos dicen que no fue un golpe de suerte, sino consecuencia de la estrecha colaboración que mantienen equipos de seguridad federal con el estatal.

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