El Departamento del Tesoro de Estados Unidos emitió una alerta en la que advierte que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cártel de Sinaloa y otros grupos criminales han hecho del robo y contrabando de petróleo crudo una de sus principales fuentes de ingresos ilícitos, sólo detrás del narcotráfico.
A través de un documento de 13 páginas difundido por la Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN), el gobierno estadounidense pidió a instituciones financieras reforzar la vigilancia sobre operaciones sospechosas relacionadas con el contrabando de combustibles en México.
Los cárteles utilizan intermediarios para vender petróleo robado de Pemex a pequeñas empresas de energía en la frontera suroeste de Estados Unidos, donde es mal etiquetado como “aceite usado” u otros productos para evitar controles. Posteriormente, el crudo se revende a bajo precio en el mercado energético internacional, y las ganancias regresan a México, según la alerta.
El informe destaca que los grupos criminales aprovechan que Pemex no puede refinar todo el crudo extraído, debido a limitaciones técnicas en el Sistema Nacional de Refinación, lo que obliga a exportar el crudo pesado a refinerías en Estados Unidos. En este proceso, se comete el robo.
FinCEN denunció que los cárteles sobornan a empleados de Pemex y funcionarios locales para abrir tomas clandestinas, robar directamente de refinerías e incluso amenazar a trabajadores, lo que ha derivado en violencia, corrupción y accidentes graves, como explosiones.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro también sancionó este jueves a tres miembros del CJNG y dos empresas ligadas al tráfico de fentanilo y crudo robado, como parte de su estrategia contra organizaciones criminales trasnacionales.
Según el secretario del Tesoro, Scott Bessent, esta red genera cientos de millones de dólares al año, y aseguró que el gobierno estadounidense mantendrá sus esfuerzos para desmantelar a estos grupos y proteger su seguridad nacional.