La anulación de la licitación más grande en la historia reciente del sector salud no solo expone un problema técnico-administrativo, sino una amenaza real a la viabilidad financiera del Estado y a la estabilidad política del gobierno de Claudia Sheinbaum que prometió transformar el sistema de salud.
El fallo en la compra de 175 claves de medicamentos, con un sobreprecio detectado de 13 mil millones de pesos, no es un incidente aislado: es el síntoma de un sistema roto que se resiste a ser reformado.
Las licitaciones fallidas no solo retrasan el abasto: duplican costos.
La anulación de contratos obliga a rehacer procesos en tiempo récord, muchas veces recurriendo a adjudicaciones directas o compras de emergencia, donde los precios se disparan.
Cada día que se pierde en planeación y ejecución significa millones de pesos desperdiciados en almacenamiento, distribución ineficiente y penalizaciones logísticas.
¡Es el enorme costo financiero de la improvisación!
La narrativa del gobierno es que se evitó un daño patrimonial por 13 mil millones. Pero el costo de reponer el proceso en condiciones adversas podría ser incluso mayor, sobre todo si se repiten los vicios que originaron el problema:
1) falta de demanda consolidada,
2) errores en las evaluaciones técnicas y
3) sabotaje desde dentro de las instituciones.
En los hospitales del país, el desabasto ya no es una excepción: es la norma. La falta de medicamentos oncológicos, insulinas, soluciones parenterales y equipo de cirugía menor a obligado al personal médico a retrasar tratamientos, posponer cirugías y en muchos casos, improvisar con alternativas inadecuadas.
Esto no solo impacta a la población vulnerable. El sistema financiero también se ve afectado. Cada procedimiento pospuesto hoy puede derivar en una complicación que costará diez veces más mañana.
Las aseguradoras públicas, como el IMSS y el ISSSTE, enfrentarán un tsunami de pasivos médicos derivados de la negligencia institucional. A largo plazo, esto pone en riesgo la sostenibilidad del sistema de salud y de las finanzas públicas.
La dimensión política del desabasto
En el ajedrez político, la falta de medicamentos es una bomba de tiempo.
A diferencia de otros errores gubernamentales, el desabasto toca la vida diaria de millones.
No es una cifra macroeconómica ni un debate ideológico: es una madre que no encuentra el antibiótico para su hijo, un adulto mayor que pierde la vista por no recibir tratamiento a tiempo, un paciente con cáncer que interrumpe su quimioterapia.
En un contexto de alta polarización política, el sector salud se convierte en el talón de Aquiles de cualquier gobierno.
La percepción de ineficiencia o corrupción en el manejo de los insumos médicos puede erosionar la legitimidad de todo el aparato estatal.
La ciudadanía ya no tolera la simulación.
Y las encuestas comienzan a reflejarlo.
“Pago de piso” a la incompetencia
En lugar de realizar una limpieza estructural, se han sacrificado solo a algunos funcionarios de BIRMEX, mientras que los verdaderos responsables del diseño y ejecución del proceso fallido siguen en sus cargos.
Eduardo Clark, el subsecretario sin experiencia sanitaria, se mantiene como rostro de la operación, mientras evade toda responsabilidad y carga la culpa a otros actores.
Raquel Buenrostro, titular de la Secretaría Anticorrupción y de Buen Gobierno, ha sido señalada injustamente por algunos actores internos, pese a que fue ella quien levantó las alertas desde noviembre.
Esta inversión moral de responsabilidades revela que el problema no es la falta de diagnóstico, sino la falta de voluntad para actuar sobre él.
Conclusión: se agota el tiempo
El desabasto de medicamentos ya no puede tratarse como un problema logístico.
Es un riesgo financiero, una crisis de salud pública y una amenaza política.
Cada semana perdida sin soluciones reales erosiona la confianza ciudadana, daña las finanzas del Estado y cobra vidas.
No basta con reiniciar licitaciones o sustituir funcionarios menores.
Hace falta una intervención profunda, transparente y con rendición de cuentas.
De lo contrario, lo que hoy parece una falla técnica se convertirá en una tragedia institucional.
La viabilidad del régimen de Cuarta… Transformación está en riesgo.
Y junto con él, millones de compatriotas ven, aún pasivos, como peligra su salud y su vida.
El día que esta situación estalle…
Indicios
Claudia Sheinbaum encabezó este último miércoles una reunión entre el subsecretario de Integración Sectorial y Coordinación de Servicios de Atención Médica, Eduardo Clark; y el nuevo titular de Birmex, Carlos Ulloa, con representantes de las principales organizaciones de la industria farmacéutica establecida en México: CANIFARMA, AMIIF, ANAFAM, AMELAF y AMID. En el encuentro se explicaron las causales que llevaron a la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno a determinar la nulidad de la licitación de medicamentos. Gracias a este acto, se evitó un daño al erario que, de acuerdo con estimaciones de la Secretaría de Salud, pudo llegar a representar más de 13 mil millones de pesos. * * * Por hoy es todo. Reciba mi reconocimiento por haber leído hasta aquí. Como siempre, le deseo ¡buenas gracias y muchos, muchos días!
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