Mario López Valdez, “Malova”, exgobernador de Sinaloa, reapareció en la escena política del estado con la mira puesta en la sucesión de Rubén Rocha Moya, al buscar capturar a sectores del morenismo enemistados con el actual mandatario.

Tras su paso por el PRI y su triunfo como gobernador bajo las siglas del PAN en 2011, “Malova” retomó influencia en el tricolor estatal, al alcanzar un acuerdo con Alejandro Moreno Cárdenas, presidente nacional del PRI. En febrero, su aliado César Emiliano Gerardo fue nombrado dirigente estatal del partido, mientras que el diputado Bernardo Antelo fue promovido como encargado de los diputados locales del PRI en todo el país.

Antelo, cercano a “Malova”, se ha convertido en una figura activa en Culiacán, moviéndose bajo fuertes medidas de seguridad y protagonizando reuniones donde se ha cuestionado su actitud frente a la influencia del crimen organizado en la política local.

El exgobernador también apadrinó políticamente a la senadora Paloma Sánchez, quien busca ser candidata en 2027 pese a residir fuera del estado desde hace años.

En su estrategia, “Malova” contempla ofrecer la candidatura opositora al alcalde de Ahome, Gerardo Vargas, un excolaborador suyo, quien actualmente enfrenta una embestida política por parte del senador Enrique Inzunza, el aspirante preferido de Rocha para sucederlo.

Inzunza ha avanzado en su camino hacia la candidatura al tumbar a figuras como el exalcalde de Mazatlán, Luis Guillermo Benítez, y el exalcalde de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro, mediante acusaciones de presunta corrupción. Ahora, se prepara una nueva ofensiva contra Vargas, que incluye su posible desafuero.

“Malova” ve en esta confrontación una oportunidad para fortalecer un bloque opositor, sumando a antiguos aliados a su proyecto político.

En círculos cercanos a Alejandro Moreno surgen dudas sobre esta alianza con “Malova”, debido a las múltiples versiones que vinculan al exgobernador con Ismael “Mayo” Zambada, actualmente preso en Estados Unidos, lo que podría complicar la imagen del PRI ante sus aliados en Washington.