Luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impusiera aranceles del 25% a las importaciones mexicanas, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, rechazó categóricamente las acusaciones de la Casa Blanca sobre una supuesta alianza de su gobierno con organizaciones criminales.
“Rechazamos categóricamente la calumnia que hace la Casa Blanca al Gobierno de México”, declaró Sheinbaum en su cuenta de X, y agregó que si existe alguna relación con el crimen organizado, esta se encuentra “en las armerías de Estados Unidos”, en referencia al tráfico de armas hacia territorio mexicano.
Ante la medida comercial de Washington, la mandataria anunció que México responderá con medidas arancelarias propias, activando el “Plan B”, una estrategia que incluirá acciones arancelarias y no arancelarias para defender los intereses del país.
Sheinbaum también propuso a Trump una mesa de trabajo bilateral con expertos en seguridad y salud pública, insistiendo en que la solución no es la imposición de aranceles, sino el diálogo y la cooperación. En este sentido, pidió al gobierno estadounidense enfocarse en combatir la venta y consumo de drogas en sus calles, y llevar a cabo una campaña masiva para prevenir el uso de estupefacientes.
En defensa de su estrategia de seguridad, la presidenta informó que en los primeros cuatro meses de su gobierno se han asegurado más de 40 toneladas de drogas, incluyendo 20 millones de dosis de fentanilo, además de la detención de más de diez mil personas vinculadas al narcotráfico.
Tras el anuncio de represalias comerciales, la economista Gabriela Siller, directora de Análisis Económico en Grupo Financiero BASE, advirtió que una guerra arancelaria perjudicaría a los consumidores mexicanos. “Lo peor que podría hacer México es responder con un arancel a EE.UU.”, comentó.
Mientras tanto, miembros del Gabinete presidencial se reunieron en Palacio Nacional para definir la estrategia ante la medida de Trump. Al encuentro acudieron el canciller Juan Ramón de la Fuente y el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, quien al salir del recinto aseguró: “Venceremos”.
Publicación completa desde la cuenta oficial de Claudia Sheinbaum vía X:
Rechazamos categóricamente la calumnia que hace la Casa Blanca al Gobierno de México de tener alianzas con organizaciones criminales, así como cualquier intención injerencista en nuestro territorio.
Si en algún lugar existe tal alianza es en las armerías de los Estados Unidos que venden armas de alto poder a estos grupos criminales, como lo demostró el propio Departamento de Justicia de Estados Unidos en enero de este año.
Nuestro gobierno ha asegurado en cuatro meses más de 40 toneladas de drogas, incluyendo 20 millones de dosis de fentanilo. También ha detenido a más de diez mil personas vinculadas con estos grupos.
Si el gobierno de Estados Unidos y sus agencias quisieran atender el grave consumo de fentanilo en su país, pueden por ejemplo combatir la venta de estupefacientes en las calles de sus principales ciudades, lo que no hacen y el lavado de dinero que se genera por esta actividad ilegal que tanto daño ha hecho a su población.
También podría iniciar una campaña masiva para evitar el consumo de estas drogas y cuidar a sus jóvenes, como lo hemos hecho en México. El consumo y la distribución de drogas está en su país y ese es un problema de salud pública que no han atendido. Además, la epidemia de opioides sintéticos en Estados Unidos, tiene su origen en la prescripción indiscriminada de medicamentos de este tipo, autorizados por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) como lo demuestra el juicio contra una farmacéutica.
México no quiere confrontación. Partimos de la colaboración entre países vecinos. México no solo no quiere que el fentanilo llegue a Estados Unidos, sino a ninguna parte. Por ello, si Estados Unidos quiere combatir a los grupos delictivos que trafican droga y generan violencia, debemos trabajar conjuntamente de forma integral, pero siempre bajo los principios de responsabilidad compartida, confianza mutua, colaboración y sobre todo, respeto a la soberanía, que no es negociable. Coordinación sí; subordinación, no.
Para ello propongo al presidente Trump que establezcamos una mesa de trabajo con nuestros mejores equipos de seguridad y salud pública.
No es con la imposición de los aranceles como se resuelven los problemas, sino hablando y dialogando como lo hicimos en estas últimas semanas con su Departamento de Estado para atender el fenómeno de la migración; en nuestro caso, con respeto a los derechos humanos.
La gráfica que el presidente Trump ha estado subiendo a sus redes sociales sobre la disminución de la migración fue elaborada por mi equipo de trabajo, que ha estado en constante comunicación con el suyo.
Instruyo al secretario de Economía para que implemente el plan B que hemos estado trabajando, que incluye medidas arancelarias y no arancelarias en defensa de los intereses de México.
Nada por la fuerza; todo por la razón y el derecho