Mientras el mundo entero se pelea por los microchips y la inteligencia artificial, en México seguimos viendo al ombligo. Los gringos, los chinos, los europeos y hasta los taiwaneses entienden que el futuro económico, militar y tecnológico está en la IA y los semiconductores. Pero aquí, con Claudia Sheinbaum y Morena al mando, seguimos con la misma estrategia retrógrada que impuso el expresidente López Obrador: “la mejor política exterior es la interior”. Que, para no hacernos bolas, sólo significa aislacionismo disfrazado de patriotismo.

Veamos los hechos.

Estados Unidos está destinando miles de millones de dólares para fabricar chips en su propio territorio y asegurarse de que China no le coma el mandado.

Europa está haciendo lo mismo.

Google, que antes decía que no haría IA para armas, ahora se lanza de cabeza al desarrollo militar porque el negocio está ahí.

China, mientras tanto, invierte a una velocidad brutal en su propia tecnología para no depender de nadie. Y México… bueno, México sigue pensando que con maquilas y turismo es suficiente para sostener una economía de primer mundo.

Somos la undécima economía del planeta y ni siquiera estamos en la conversación de los semiconductores y la IA.

Tenemos cerca a Estados Unidos, el mayor consumidor de chips del mundo, y en lugar de meternos de lleno en su cadena de suministro, seguimos jugando a las refinerías y los megaproyectos que nadie necesita.

Taiwán fabrica el 99% de los chips para inteligencia artificial. Imaginen por un segundo que en lugar de desperdiciar dinero en proyectos obsoletos, México se dedicara a atraer esas inversiones. Pero no, mejor sigamos con la fantasía de que “autosuficiencia” significa construir refinerías en pleno 2025.

Los mercados lo saben.

Cuando la empresa china DeepSeek demostró que podía hacer IA avanzada con menos chips, las acciones de Nvidia y otras tecnológicas se desplomaron. Porque esto es una guerra, y en las guerras quien se queda quieto pierde. Y si alguien está quieto es México, donde los discursos oficiales siguen anclados en el siglo pasado.

No es que nos falten oportunidades, es que nos sobra miopía.

Mientras otros países pelean por el control de la tecnología del futuro, aquí seguimos entretenidos con pleitos electorales innecesarios y con una presidenta que prefiere seguir la receta de su antecesor: ignorar al mundo y aferrarse a la política del avestruz.

Pero bueno, ¿quién necesita chips cuando podemos seguir vendiendo aguacates y mano de obra barata, no?

Juan Luis Parra

Juan Luis Parra es licenciado en Mercadotecnia, diseñador web y programador con más de 8 años de experiencia. Director de SonoraPresente y fundador de AgenciaSP, actualmente lidera proyectos de publicidad y diseño en varias industrias. [email protected]

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