Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal parecen estar perdiendo terreno dentro de Morena, mientras enfrentan decisiones clave del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y el Instituto Nacional Electoral (INE) sobre las elecciones en la Ciudad de México. Ninguno de estos dos personajes cuenta con el respaldo del ala dura del partido, que encabeza Claudia Sheinbaum.
Según el columnista de Excélsior, Adrián Rueda, el primer golpe vino para Monreal, actual líder de la Cámara de Diputados, luego de que López Obrador sugiriera que el TEPJF debe actuar con absoluta libertad en el caso de la impugnación presentada por Catalina Monreal para anular el triunfo de Alessandra Rojo de la Vega en la alcaldía Cuauhtémoc. Aunque el presidente mencionó la importancia del apego a la ley, dentro de Morena esto se leyó como un mensaje para los Monreal, señalando que sería preferible que dejaran de impugnar dicha elección.
Monreal ha estado en el ojo del huracán debido a las acusaciones de violencia política de género en contra de Rojo de la Vega, y el presidente recomendó tener cuidado con estos señalamientos, sugiriendo que él mismo había sido acusado injustamente en el pasado. En este contexto, López Obrador subrayó la importancia de que el Tribunal resuelva sin presiones, lo que, según interpretaciones dentro del partido, es una forma de frenar las aspiraciones de Monreal para recuperar la alcaldía Cuauhtémoc. En el ámbito político, este territorio es estratégico para el zacatecano, quien ya ha sido bloqueado en dos ocasiones para competir por la Jefatura de Gobierno de la CDMX.
Por otro lado, Marcelo Ebrard se enfrenta a una situación similar en la alcaldía Álvaro Obregón, donde su aliado, Javier López Casarín, ganó sorpresivamente la elección. Sin embargo, la Unidad de Fiscalización del INE dictaminó que López Casarín rebasó los topes de gastos de campaña, lo que ha puesto en riesgo la validez de su triunfo. La resolución del INE pasó con una votación de tres a dos, y ahora el caso deberá ser ratificado por el Consejo General del instituto, para luego llegar al TEPJF, quien tomará la decisión final.
Ambas situaciones ponen en una posición delicada tanto a Monreal como a Ebrard. Dentro de Morena, se habla de una estrategia para que ninguno de los dos personajes obtenga territorios clave en la capital. Fuentes del partido señalan que Claudia Sheinbaum, así como el ala más conservadora de Morena, no simpatizan con ninguno de ellos, lo que se ha reflejado en las tensiones que han surgido tras los comicios.
Durante el proceso interno para la candidatura presidencial de Morena, Monreal y Ebrard, junto con Adán Augusto López, intentaron unirse para frenar la candidatura de Sheinbaum. Sin embargo, sus esfuerzos fracasaron y, tras ello, han sido progresivamente marginados de espacios clave dentro del partido.
Para Monreal, el control de la alcaldía Cuauhtémoc sería un paso importante para resurgir políticamente en la Ciudad de México, tras los reiterados bloqueos que ha enfrentado en sus aspiraciones políticas. Por su parte, Ebrard buscaba consolidar su influencia a través de Javier López Casarín en Álvaro Obregón, pero el error de su equipo en los informes de gastos de campaña podría costarle esta plataforma.
El presidente ha insistido en que el Tribunal Electoral y el INE deben actuar sin presiones, pero en el contexto político actual, muchos dentro de Morena interpretan esto como una señal para frenar los avances de Monreal y Ebrard, quienes en diversas ocasiones han señalado a su propio partido por marginarlos de decisiones importantes. Ambos políticos han sido críticos de la actual dirigencia de Morena, y esta serie de decisiones en su contra podría marcar un punto decisivo en sus trayectorias políticas.
Con información de:
Adrián Rueda