Alejandro Moreno Cárdenas atraviesa su momento de mayor cuestionamiento interno en el tricolor. Por estas horas, según dijeron de su entorno a LPO, el dirigente analiza si expulsará a voces críticas, algo que sucedería antes del lunes, cuando se deberían anotar para la interna quienes rechazan su liderazgo.
El punto más crítico sería si el campechano se inclinara por expulsar a Manlio Fabio Beltrones, histórico del tricolor, senador electo por Sonora y que se ha desmarcado de Alito. “Le dimos senaduría, pluri y hasta arreglamos lo de Sylvana y ahora nos viene a criticar”, agitan en el CEN de Avenida Insurgentes.
Esta tensión se traduce en el Senado donde, en el futuro bloque del PRI, crece el rumor de que Manlio Fabio podría orquestar la creación de un nuevo “Grupo Plural”, con priistas, panistas y actores de MC disgustados con los respectivos liderazgos. Se necesitan cinco senadores y el dato es que de momento Beltrones ya tendría dos convencidos. Faltarían otros dos.
El otro foco de tensión, pero con menor vuelo, es el de Aurelio Nuño, que, por algún motivo todavía difuso, ahora dice que quiere retomar su antigua aspiración de construir una candidatura presidencial. Fue un proyecto del sexenio pasado que era alentado por Enrique Peña Nieto. El problema es que el expresidente le consiguió a Nuño – luego de una cita con Alito en República Dominicana -, una banca pluri para San Lázaro pero como el desempeño electoral del PRI fue una catástrofe, no logró entrar.
Debe decirse: Alito querría que Nuño le dispute el liderazgo para aplastarlo con su aparato interno. Pero de momento son pocos quienes creen que este lunes se anotará.
El dirigente atraviesa su proceso de retener el control del PRI con dos ideas que sirven para entender algunos movimientos en el disminuido mundo de la oposición.
El primero es que el campechano reitera, casi como un mantra, que dentro del PRI el único que ha logrado ser un opositor consistente del Gobierno fue él. Un papel que nadie más quiso tomar y los resultados son visibles: hoy por hoy, Eruviel Ávila, Alfredo Del Mazo y Miguel Ángel Osorio Chong orbitan en la galaxia de la 4T.
Esa idea es clave porque viene a sugerir que, de momento, Alito está abierto a dialogar con Claudia Sheinbaum pero no está convencido de llevar el PRI hacia la coalición oficialista, como otros militantes recomiendan. Un ejemplo inevitable: en Nuevo León hay quienes fantasean con que Adrián De la Garza, alcalde electo en Monterrey, sea candidato a gobernador de una coalición donde Morena suscriba su candidatura.
La otra tesis de Alito es de corte más descriptivo: el electorado mexicano, asume, sigue demostrando que quiere hombres fuertes y con control de sus espacios de poder. Ocurre en oficialismo y en oposición y de allí su síntesis más repetida en el CEN por estas horas: “todos los partidos tienen dueños, el presidente es el dueño de Morena, Dante de MC, un grupo de cinco personas son los dueños del PAN y ahora resulta que el PRI no puede tener dueño”.
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