Una de las guerras más sangrientas entre grupos criminales mexicanos se libra en los límites entre Michoacán y Jalisco. Este territorio está en disputa entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Cárteles Unidos y La Familia Michoacana, y en los últimos años, la contienda ha escalado a los cielos con el uso de drones chinos armados para atacar comunidades enteras.
Según el periodista Raymundo Rivapalacio en El Financiero, el CJNG ha empleado drones DJI para intensificar sus ataques aéreos en Apatzingán. Estos drones, cuyo precio oscila entre 3 mil y 130 mil pesos, pueden tener cámaras de alta resolución y capacidad de vuelo de hasta 20 kilómetros.
En abril de 2023, un integrante del CJNG con un parche que decía “Operadores droneros” y un emblema de un dron y una calavera fue visto en una batalla en Teocaltiche, Jalisco. Desde mayo de 2022, se reportó el uso de drones para vigilancia y ataques explosivos en Tepalcatepec, Michoacán.
Los “droneros” del CJNG adaptan explosivos tipo C4 a los drones para lanzarlos desde el aire. Esta estrategia ha sido adoptada por La Familia Michoacana, que atacó comunidades en la Sierra de Guerrero a principios de 2024.
Fundada en 2006 por Frank Wang, la empresa DJI ha visto sus productos más caros llegar a los 130 mil pesos en Amazon. Michoacán, según Luis Cresencio Sandoval, titular de la Sedena, es el estado con más ataques de drones registrados, con 980 artefactos explosivos asegurados.
Para combatir esta amenaza, el Congreso de la Unión reformó el Código Penal Federal y la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, imponiendo sanciones de hasta 40 años de cárcel y multas de 130 mil pesos para quienes utilicen drones para cometer delitos. Además, el Gobierno de México ha solicitado a China que facilite la localización de los drones DJI en el país, ya que estos dejan una “huella digital” que permite rastrear su ubicación.