Este miércoles Milenio lanzó una bomba. En la residencia del ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá en Lomas de Chapultepec, la ministra presidenta de la Corte, Norma Piña, organizó una cena privada el 12 de diciembre pasado con magistrados del Tribunal Electoral, a los que acercó con Alito Moreno Cárdenas, dirigente nacional del PRI.
“Bajo el argumento de limar asperezas con integrantes del Tribunal”, escribió Milenio, Piña Hernández presidió la reunión que tuvo lugar a un día de la renuncia del entonces presidente del Tribunal Electoral, Reyes Rodríguez Mondragón. Aunque los magistrados fueron sorprendidos con la presencia de Alito. Al encuentro, de manera paralela fue invitado el coordinador de la campaña presidencial de Xóchitl Gálvez, el panista Santiago Creel.
También en ese contexto, Milenio reveló que Piña presionó al magistrado Felipe Fuentes, uno de los asistentes a la cena en casa del ministro Carrancá, para que desistiera en el intento de “defenestrar” a Reyes Rodríguez. “Ojo si tengo que salir a decir lo que pienso lo haré. A estas alturas de mi vida lo único que me interesa es la tranquilidad de mi consciencia”, amenazó.
“Y voy con todo!!!”, sentenció en el mensaje que envió a Felipe Fuentes, con la advertencia además de que si no le hacía caso bloquearía cualquier contacto con el magistrado electoral. Las reacciones dentro de Morena no ya se han hecho esperar, y en el war room de Claudia Sheinbaum que dirige Mario Delgado acusan a Norma Piña de dirigir la batalla legal de la oposición tras la elección presidencial.
De acuerdo con esta versión, la ministra presidenta de Corte prepararía las impugnaciones de los partidos PAN, PRI y PRD contra los resultados electorales en las gubernaturas de CDMX, Puebla y Veracruz, donde el propio Marko Cortés ha reconocido que es donde tienen oportunidad de arrebatarle el triunfo a la 4T y sus candidatos.
A nivel federal, en coordinación con los presidentes de los partidos políticos de oposición, Piña prepararía una serie de controversias para impugnar distritos electorales donde se elijan a senadores y diputados federales, y reducir la victoria en la conformación de las bancadas de los aliados al obradorismo. De ahí el malestar de la cúpula de Morena en torno al protagonismo de Norma Piña y su alianza con el panismo y el priismo.