El expresidente Barack Obama está tomando un papel activo en la estrategia de campaña del presidente Joe Biden de cara a las próximas elecciones. Según informes del New York Times, Obama ha estado en contacto regular con Biden, no solo para hablar sobre asuntos familiares, sino también para discutir aspectos clave de la contienda electoral. Además, Obama ha estado realizando llamadas a Jeffrey Zients, jefe de gabinete de la Casa Blanca, y a altos asesores de la campaña de Biden, ofreciendo consejos y participando en la elaboración de estrategias.
Este nivel de compromiso refleja el apoyo de Obama hacia Biden y, según un asesor cercano al expresidente, evidencia una preocupación seria de Obama ante la posibilidad de que Biden pierda frente al expresidente Donald Trump. Se espera que esta colaboración culmine en una aparición conjunta de Obama y Biden, junto al expresidente Bill Clinton, en un evento importante de recaudación de fondos en el Radio City Music Hall de Nueva York.
La relación entre Obama y Biden ha experimentado diversas fases, desde la sugerencia de Obama a Biden en 2015 de no postularse para presidente, hasta su apoyo en 2019, cuando Biden entró en la carrera contra Trump. Obama mantuvo su apoyo en privado durante las primarias demócratas, pero trabajó para allanar el camino a Biden.
A lo largo de los años, la relación entre ambos se ha fortalecido, pasando de ser meramente profesional a casi familiar, especialmente después de la muerte de Beau Biden, hijo de Joe Biden. Obama se ha convertido en una figura central en la vida de Biden, apoyándolo en momentos clave tanto personal como políticamente.
Sin embargo, no siempre estuvieron en la misma página en todas las políticas. Biden, por ejemplo, se opuso a la decisión de Obama de enviar más tropas a Afganistán en 2009, lo que revela diferencias de enfoque entre los dos líderes.
Ahora, con las elecciones a la vuelta de la esquina, la colaboración entre Obama y Biden se intensifica. Demócratas cercanos a Obama han expresado cierto alivio ante la disminución de preocupaciones sobre las posibilidades de Biden, particularmente después de su actuación confrontativa en el discurso sobre el estado de la Unión. Este acercamiento y trabajo conjunto se considera crucial para enfrentar los retos de la próxima elección presidencial.