Durante una visita reciente a Baja California, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), protagonizó un momento que ha generado controversia. Al sonreír y mostrar su admiración a una mujer, AMLO respondió con un abrazo y un beso, un acto que rápidamente se viralizó en redes sociales por consideraciones sobre el consentimiento.
El incidente, captado por los presentes, generó reacciones variadas en la opinión pública. A pesar de que la mujer no mostró molestia y sonrió para una foto con el mandatario, el suceso ha avivado el debate sobre el respeto a los límites personales y las normas sociales, especialmente respecto a figuras públicas.
Las redes sociales se inundaron de comentarios, algunos criticando la aparente falta de consideración hacia el espacio personal de la mujer, mientras otros defendían que su respuesta positiva podría interpretarse como un consentimiento tácito. Las opiniones se dividieron entre quienes cuestionaban la acción del presidente y aquellos que la veían como un gesto benigno, destacando la complejidad de interpretar el lenguaje corporal en situaciones públicas.