Las pláticas entre Marcelo Ebrard y la cúpula de MC encuentran un obstáculo a la vista en la intención del ex canciller de lograr un gran acuerdo opositor contra Claudia Sheinbaum.
Dante Delgado quiere que MC tenga un candidato propio y rechaza cualquier tipo de acuerdo con PRI-PAN mientras que Ebrard está convencido de que podría desactivar la candidatura de Xóchitl Gálvez y ser el gran aspirante opositor.
Según mencionan cerca de Dante, el excanciller entiende que en el largo plazo él será un candidato más competitivo que la senadora Gálvez y que el futuro de esta será la candidatura del Frente en CDMX.
Es un problema complejo porque el nivel de agravio entre Delgado, Alejandro Moreno Cárdenas y Marko Cortés ha escalada varios decibeles. Y no luce fácil desandar ese camino.
En este sentido el gobernador Samuel García es una alternativa que encaja mejor en el tablero actual porque está confrontado con PRI-PAN y le asegura además una candidatura competitiva a Dante por MC.
En Nuevo León crece la convicción de Samuel será candidato. Tres elementos que no pasan desapercibidos. El primero es una encuesta de la semana pasada de Grupo Reforma que dice que el 50% de los consultados están de acuerdo en que Samuel deje a un gobernador interino de su mismo partido. Un dato que el entorno del gobernador festeja porque hace tres meses que el matutito tiene una línea editorial absolutamente crítica a su gestión, producto del alineamiento de Alejandro Junco de la Vega con el Frente.
El segundo es que ya se perciben movimientos en el gabinete estatal que van en el sentido de un proyecto presidencial, el más evidente es el de Hernán Villarreal, encargado de los grandes proyectos de obra público y que suena fuerte para tener un rol central en una eventual campaña.
El tercer detalle es que el pasado fin de semana Samuel y Andrés Manuel López Obrador estuvieron muy cerca en la supervisión del acueducto El Cuchillo II pero no hablaron a solas. Se retiraron por separado y dieron pie a las tesis e interpretaciones que vienen a decir que ya no era precisa la plática porque la senda de la candidatura ya está trazada y habrá novedades antes de mediados de noviembre en los tribunales en favor de Samuel. La foto de la conversación a solas no sería conveniente.
Ebrard está al tanto de este panorama y de ahí que todavía no corta la negociación con López Obrador para integrarse a la campaña de Sheinbaum. Conoce que si Samuel supera el escollo judicial su nominación por MC se evapora.
A esto se agrega que en las últimas semanas a Ebrard lo han buscado entornistas del presidente así como ciertos hombres de negocios e integrantes del cuerpo diplomático, que ahora le recomiendan que acepte la coordinación del Senado para darle un mejor marco institucional a un eventual gobierno de Sheinbaum y convertirse así en una suerte de “controller” de su gestión. Un escenario que Ebrard ya no mira con tanto desagrado.