Después de haber consolidado 18 años de trayectoria deportiva profesional, Saúl Álvarez se convirtió en uno de los referentes en la esfera deportiva mexicana y mundial, aunque también en uno de los atletas con mejor retribución económica. Si bien ha llegado a estar catalogado entre los mejores pagados del mundo, no siempre vivió en la opulencia.

En su primera pelea profesional, a los 14 años de edad, Canelo Álvarez ganó solamente 400 pesos. La cantidad percibida no era suficiente para saldar sus gastos en aquel entonces. Por ese motivo, a la par de entrenar en el gimnasio y continuar con su preparación, tuvo que optar por continuar con la venta de paletas en el negocio de su familia.

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En diversas ocasiones, el campeón indiscutido de las 168 libras ha reconocido que el oficio de vendedor lo acompañó desde años antes de su debut profesional. Incluso, le ayudó a sostener a su familia en sus primeros años de carrera, pues se convirtió en padre a la edad de 17 años, cuando procreó a su primogénita Emily Cinnamon con su expareja Karen Beltrán.

Además de ser boxeadores, los hermanos Álvarez se dedicaron a la venta de paletas por el negocio de la familia

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“Había muchas veces que ni para la leche tenía, ni para los pañales de mi hija y en el boxeo no ganaba nada. A veces ni para el camión. Trabajaba en la paletería y gracias a Dios comíamos al día, aunque no tenía para nada”, recordó Álvarez en una entrevista para la revista People en español.

Si bien la venta de paletas le ayudó a sostenerse antes de debutar y en los primeros años de carrera, Canelo no siempre tuvo buena relación con la dinámica de ofrecer productos a personas desconocidas. De acuerdo con el testimonio de su hermano Rigoberto al medio ESPN, a Saúl le daba pena vender y tuvo que recurrir a su ayuda para vencer su debilidad.

“La primera vez regresó Canelo con todas las paletas que le habíamos puesto para vender. Nos dijo que no había vendido ni una, pero yo había pasado por eso. A uno le daba pena subirse a vender paletas al camión y no se subió, entonces me fui con él y acabamos todas las paletas”, afirmó.

Conforme fue creciendo, Canelo definió su suerte y optó por abandonar la escuela para dedicarse por completo a la práctica deportiva. En ese contexto, la venta de paletas se convirtió en una acción obligatoria en su vida, pero con el paso de los años logró mejorar su posicionamiento en la esfera deportiva y llegó a cumplir el sueño de poder vivir de su ocupación como boxeador.

Años después, cuando logró conquistar títulos mundiales en diferentes categorías de peso y llegó a convertirse en el primer boxeador de América Latina en conquistar los cuatro cinturones más importantes del mundo, Álvarez decidió llevar parte de su inversión a la adquisición de la línea de autobuses en donde dio sus primeros pasos como vendedor.

“La línea de camiones donde yo vendía paletas. Me iba en camión al gimnasio y todo, era la más importante de Jalisco y la quiero hacer la más importante de México. La compré”, afirmó durante una charla con la periodista Adela Micha.

El fenómeno construido en torno a su carrera deportiva convirtió al tapatío en uno de los personajes más taquilleros en las arenas y recintos deportivos de los Estados Unidos. En ese sentido, comenzó a percibir ganancias exorbitantes que lo posicionaron entre los 10 atletas con mejor patrimonio en el año 2022.

De acuerdo con la revista Forbes, con USD 90 millones se ubico en el peldaño número ocho y superó a Tom Brady. Delante suyo figuraron Roger Federer, Kevin Durant, Stephen Curry, Neymar, Cristiano Ronaldo, Lebron James y Lionel Messi, en orden ascendente.