Hoy lunes la asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Elizabeth Sherwood-Randall, inició una gira en CDMX donde volverá a insistir en que Washington espera una pronta extradición de Ovidio Guzmán, referente del Cártel de Sinaloa. La enviáda de Joe Biden tendrá encuentros con Andrés Manuel López Obrador y parte del staff de seguridad.
Sherwood-Randall llega acompañada de Lisa Mónaco, número dos del Departamento de Justicia y quien sigue de cerca el expediente Guzmán ya que para la lógica de Washington, el Cartel de Sinaloa es el principal facilitador para el ingreso de drogas sintéticas a EU. Mónaco conoce la actividad de dicho cártel ya desde la administración de Barack Obama.
Según pudo conocer LPO, la delegación estadounidense será enfática en que se requiere un gesto del Gobierno mexicano para atenuar las críticas que provienen del Partido Republicano y que claman que México ya no es un socio confiable para la lucha contra las drogas, fundamentalmente contra la epidemia de fentanilo. Esta narrativa está presente en diversos aspirantes a la candidatura presidencial de los republicanos.
Días atrás el embajador Ken Salazar le dijo a funcionarios del gobierno de la 4T que sería ideal concretar la extradición antes de la próxima reunión de líderes de América del Norte, que tendría lugar en agosto en Canadá.
Para López Obrador es una situación delicada porque en Palacio Nacional temen que si se extradita a Ovidio pueda haber un pico de narcoviolencia que descarrile el proceso de la sucesión presidencial.
Sherwood-Randall viene a México acompañada también por Rich Verma que es el funcionario del Departamento de Estado dedicado a los apoyos económicos. Su presencia da pie a que el Gobierno insista con su pedido de apoyo de EU al sureste del país, con el objetivo de crear una región más prospera y que logre contener la migración centroamericana.
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