Con la marcha-concentración en defensa del INE inició la sucesión presidencial.
A partir de ya empiezan las verdaderas hostilidades. Se esperan muchos actos intimidatorios, violencia verbal y física, mucha polarización y, por qué no, una larga noche de los cuchillos largos.
Los actores políticos de ambos bandos se alinearán en sus respectivos bloques para atacar al adversario. En el campo de batalla quedarán muchos cuerpos regados.
No hay que ser pitoniso para consultar al oráculo de Palacio Nacional y que el moderno tlatoani azteca deje su mensaje. No es necesario que nos adivinen el futuro. La batalla empezó con una nutrida manifestación de gente representativa de los intereses ciudadanos y de los partidos políticos.
¿Cuántos criticaron los cambios al sistema electoral?
Quién sabe.
Pero fueron miles, demasiados para ser ignorados o minimizados.
Y obviamente lo que viene ahora por parte del actual régimen es redoblar la polarización, una estrategia que le ha dado resultados al presidente López Obrador.
Aquí en Sonora la polarización se podría convertir en una trampa para el gobernador Alfonso Durazo.
Deberá proceder con suma cautela.
Y sobre todo definir si está con la polarización o la unidad de los sonorenses ajenos a intereses partidistas.
Los políticos que defiendan sus parcelas de poder a como Dios les dé a entender.
Pero a la población apartidista la deben cuidar, proteger de las pasiones y ambiciones políticas.
Entonces, gobernador Durazo, ¿usted está con la polarización o unidad para su pueblo?
Hasta ahorita Durazo se ha conducido con prudencia política.
A pesar de ser el presidente del Consejo Nacional de Morena.
Esperemos que pese más su calidad de gobernador a su cargo partidista, a la hora de tomar decisiones.
Y que gane el mejor.