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El #TrenFalla y así la calidad del balastro

“Hay un audio de dos tipos poniéndose de acuerdo para sobornar a supervisores del #TrenMaya.

Uno de ellos dice, LITERAL: ‘Ya cuando se descarrile el tren, pues ahí ya va a ser otro pedo’. Y ambos ríen.

No es una ‘campaña de la derecha’, es lo que pasó.

Háganse cargo, carajo.”

CARLOS BRAVO REGIDOR

“Resulta manifiesto que es imposible que lo que puede corromperse no se corrompa alguna vez.”

ARISTÓTELES

“Las elecciones son los cheques en blanco que todos firman gustosos para aceptar el saqueo de sus cuentas.”

JOE BARCALA

Se ha cruzado el umbral de la desgracia y se ha superado cualquier precedente en materia de corrupción. Años ya de pérdidas, robos y desperdicios. Se descarriló lo que hace seis años se presentó como una posibilidad de cambio. En Morena se adoptaron las peores prácticas de cualquier —corrupto— gobierno y se superaron.

El Tren Maya como baluarte de la corrupción de la Cuarta Transformación… El 10% de experiencia sobrepasado por mucho por la ineptitud y la deshonestidad.

La “capacidad” del obradorismo vuelve a estrellarse con la realidad. Ayer esta de plano se descarriló. En la localidad de Tixkokob, Yucatán, tramo que va de Campeche a Cancún, un vagón “abandonó” las vías del tren

Esta obra insignia no solo es un crimen ecológico de gigantes proporciones, tenemos que su operación pone en riesgo a pasajeros y usuarios. El referido incidente quedó en un susto, pero avisó del peligro (menos mal que el tren circula a 20 kms/hr). El Tren de la Muerte (más de siete millones de árboles se llevó a su paso, hábitats destruidos, cenotes perdidos y una contaminación de los ríos subterráneos que solo puede ser calificada como criminal), inaugurado sin terminar en diciembre pasado, ya tuvo un primer “incidente”.

Ojalá no suceda algo así con algún vuelo de Mexicana. O con alguna conexión aérea en el Valle de México. O en la recién re inaugurada Línea 12 del Metro CDMX… Añadamos que el descarrilamiento del #TrenFalla desacredita a los ingenieros militares, quienes estuvieron a cargo de su construcción.

NO fue predicción la realizada por Pedro Salazar Beltrán, primo de los hijos de López Obrador y beneficiario de contratos públicos en la construcción del tren; fue anuncio a sabiendas de la calidad del material que le vendieron al Estado. Poco importó que no cumplía con los lineamientos para edificación lo que se le compró con lo que pagamos de impuestos (los que pagamos…). La corrupción mata. La ineptitud también. Además salen carísimas.

Encima, a este régimen le fascina inaugurar caprichos que aún no están terminados. Todo se realiza al aventón; sin planeación y saltándose los reglamentos establecidos para proteger zonas ricas en diversidad de ecosistemas y en cultura.

El balastro utilizado entre los durmientes del tren ¿cumple con los lineamientos técnicos? ¿Cuánto costo? Nunca lo sabremos; la 4t es opaca, toda información la guarda celosamente por motivos de seguridad nacional… ¿Por qué la reserva? Tal vez porque el tramo 3 fue realizado por Grupo Indi, de Muñoz Cano Constructoras; los mismos que están construyendo ahora el tramo 5 sur y con ello, destrozando lo que queda de cavernas y cenotes en la zona.

¿Balastro vendido por la red de corrupción de El Clan? ¿O será balastro cubano (del cual se desconoce si cumple con los lineamientos requeridos)? O peor: personas encargadas de desinformar comparten que este descarrilamiento surge a propósito de un complot de la oposición o de un hombre muy rico…

Es posible que el único saboteador sea la corrupción encontrada en los materiales de pésima calidad, en el acero chino, en el balastro. Muchos de los involucrados, empezando por la familia presidencial, deberían ser investigados.

No hubo muertos ni heridos afortunadamente. Mas, ¿qué espera el gobierno? ¿Que, por la pésima construcción/materiales, se dé un accidente que se cuente en vidas humanas? Eso parece.

Sería el momento adecuado para transparentar obra y pruebas de resistencia de materiales y estructuras. De actuar con responsabilidad. Desafortunadamente, ya sabemos lo que viene, máxime después de escuchar al funcionario de la estación quien, al ser cuestionado luego del hecho, dijo: “no, esa palabra [descarrilamiento] no la usamos nosotros…”; algo parecido al “no es falso, pero se exagera”…

Seguramente hoy en la mañanera se hablará de complots, del amparo otorgado a Ricardo Salinas Pliego; el mandatario preguntará: ¿cuánto gana Loret de Mola?…

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Autoridades del Tren Maya confirmaron que un vagón se descarriló en la estación Tixkokob y anunciaron que “se abrió una investigación exhaustiva para determinar las causas de estos hechos”. De antemano conocemos el resultado: el culpable será el perno.

Giros de la Perinola

1.- En Tizatlán, Tlaxcala, en razón de que la policía no atendió su llamado, pobladores incendiaron un vehículo donde viajaba un hombre que presuntamente intentó levantar a un menor de edad.

2.- Durante la inauguración del #TrenFalla, Tatiana Clouthier comparó este con la llegada del hombre a la luna. Al menos allá no se descarriló el módulo lunar…

No mezclar… dice Claudia

¿Sabían que en México existe una bebida que se llama ‘café a la Sch-inn-gadda’? (“Bebidas Mexicanas”, Martha Chapa). Desafortunadamente, la mezcla que Sheinbaum pide no realizar no es tan benigna como ese café. Es una que se da por el mismo ejercicio —pasividad (¿complicidad?) en realidad— del gobernador morenista Rubén Rocha Moya en Sinaloa. Por ello, que el oficialismo no mezcle y quiera confundir con que, de las 66 personas levantadas en Culiacán, 58 ya hayan sido liberadas por las autoridades. NO, todas ellas las dejaron ir los propios criminales.

La candidata del régimen debiera recordar que en química, así como en coctelería y en política, hay mezclas que una vez realizadas resultan imposibles de separar. Así se une esto que pasó en Culiacán con las campañas presidenciales, empezando con la que ella realiza. Y de la misma forma, esto y muchas cosas más en México resultan de una mezcla indisoluble y grave con el dos de junio.

Para Claudia en lo particular, muchas de las mezclas organizadas por el régimen resultan atroces; le traerán muchos dolores de cabeza, igual como en ocasiones sucede con las bebidas alcohólicas.

El obradorismo arrastra severas mezclas/confusiones mentales. Aquí unos ejemplos:

El mezcal debe tomarse a besos

Esto es, de manera lenta, pausada. Así debía haber sido la decisión de “asegurar” el campo de golf en Huatulco. Se sabe, no se debe confundir campos de golf concesionados con parques abandonados. Esta mezcla de vísceras y arrebato político le dará a Claudia una jaqueca más fuerte (y duradera) que haber consumido en una sentada toda una botella de mezcal.

Vampiro (tequila con sangrita y refresco de toronja)

No mezclar “transformación” con Morena; Morena es el PRI recargado. Es el tricolor pintado de moreno. El mismo priismo setentero que desangró tanto al país.

Rojo deseo (partes iguales de vermouth con ginebra; mucho hielo frappé)

No mezclar a Movimiento Ciudadano con ‘una tercera vía’; si acaso con un ferviente deseo de ayudar a Morena para que continúe en el poder. Dense una vuelta por las propuestas y declaraciones de Jorge Álvarez Máynez este fin de semana. Ahora sí que ni más claro el… agua.

Cocuy con tequila (bebida venezolana de alta graduación alcohólica)

Si alguien se quiere emborrachar y tener una resaca descomunal no debe mezclar las bebidas nacionales de Venezuela y México. Tampoco se debe confundir la repatriación de venezolanos con demagogia chafa, como el gobierno de México pretende recetarnos al hacer caso omiso al hecho de que les regala a los migrantes venezolanos (bueno, a Nicolás Maduro y su dictadura) millones y millones de dólares de nuestros impuestos.

El astronauta (shot ‘que hace volar’; vodka, ron, limón, azúcar y café)

No mezclar a los militares con el manejo de aeropuertos, puertos y aduanas. Eso está resultando en serios retrasos y aviones volando en condiciones elevadas de riesgo por la constante falla en los sistemas de comunicaciones con las torres de control en el Valle de México.

Ruso negro (vodka y licor de café mexicano)

No mezclar las misiones de observación electoral con la abierta y vasta intromisión que hace Rusia en nuestro proceso electoral. Se sabe, todo lo que toca Putin también lo hace kka.

Cuba campechana (ron o brandy con agua mineral y refresco de cola)

Mezclar la necedad de Layda Sansores en mantener a su secretaria de Seguridad Pública después de lo que pasó con las policías, suspendiendo el servicio de transporte público para evitar las manifestaciones, da como resultado un mayor número de inconformes en la entidad (esta es ya la tercera ocasión que sucede en el último año). Este coctel campechano apenas empieza a tomar… rojo color.

Coco loco (tequila, ron, ginebra, jugo de piña, limón y un coco)

La mezcla resultante de la desolación de Acapulco con la violencia que ahí rampea es peor que cualquier “coco loco” y con mayor devastación que la dejada por el huracán Otis. Si a esa “mezcla” se le agrega Félix Salgado Macedonio, el resultado es una fea congestión etílica.

Bebida de la casa (bebida alcohólica con el licor que se tenga más a mano)

No mezclar la Casa Blanca con la Casa Gris… o con la Casa Nahle en Veracruz o con la Casa Brugada en la Ciudad de México. Hay niveles y lo de La Gaviota es juego de niños comparado a lo que presenciamos hoy en día.

Pastel de calabaza (tequila, licor de café, Baileys, un poco de canela; todo flameado)

No mezclar la falta de inversión en medidas de protección con la inacción gubernamental. El resultado es el fuego que no cesa en el Estado de México, así como presas y lagos drenados.

Cacaguada, bebida típica de Tabasco (pulpa de cacao, agua y muchos hielos)

No mezclar el destrozar hectáreas de manglares con hacer una refinería que sigue sin refinar (aunque, eso sí, le dio a Rocío Nahle para su palacete).

Atole con el dedo

No mezclar el pésimo servicio público de salud en México con las ilusas promesas de que ya somos como Dinamarca.

Xtabentún (licor de origen maya producido a partir de miel de abejas alimentadas con la flor de Xtabentún)

7 millones de árboles talados (encima se desconoce a quién terminó vendiéndose su madera y dónde está el dinero obtenido). Todo un ecosistema de la región en jaque; cenotes en extinción o demolidos resultado e una mezcla mortal de indolencia, corrupción y saltarse todas las leyes de protección al medio ambiente por el capricho de un Tren Maya.

Coctel Ciudad de México (tequila, vermouth blanco, chile serrano, hielo)

No mezclar en eventos públicos (menos en los privados) a Clara Brugada con Claudia Sheinbaum; la mezcla es peligrosa, además de desagradable.

La lista de intragables mezclas y cocteles que ha ideado el oficialismo es interminable. Claudia no parece tomar nota de que todo depende de la mezcla; hay algunas que son explosivas y otras que pueden ir desde sentir un cosquilleo en el estómago a unas ansias absolutas de vomitar.

La lista de desgracias cortesía de Movimiento Regeneración Nacional es larga; las más de las veces mezclas de errores, corrupción y soberbia. Muchas más por no saber que honestidad y capacidad se deben mezclar hasta alcanzar un 100% de valor.

Giros de la Perinola

1.- Hay tragedias como los muertos por violencia y los cientos de miles de desaparecidos, que no pueden ser precedidos por una bebida como subtítulo.

2.- Otras bebidas nacionales: pulque, sangría tapatía, tepache, tejuino, agua de cebada, posh, pasitas, tequila “bandera”, “sunrise”, margarita, sangrita, cantaritos, ponche, toritos, pozol, Yoli, etc.

• La soberbia en la política debería ser como el consumo del alcohol: “nada en exceso, todo con medida”.

• El votar debería ser como la bebida: disfrutarla como parte de una experiencia gastronómica placentera. López Obrador se ha dedicado a desbalancear ilegalmente la cancha y hacer de la votación algo sumamente desagradable.

¿Podremos aprender a ser empáticos?

La especulación como deporte mundial. La empatía como antídoto.

En las últimas semanas, la especulación en torno al personaje Kate Middleton, princesa de Gales, alcanzó cuotas inverosímiles. Sectores enteros de la población británica, ya no se diga del resto del mundo, así como de agencias de noticias internacionales, mostraron nula empatía y azuzaron la especulación.

En una suerte de déjà vu de Lady Di, habrá quien dirá que todo empezó con la operación de la princesa y el hermetismo en torno a la misma. Otros dirán que ello se volvió una locura cuando, el 10 de marzo, día de las madres en Inglaterra, la princesa compartió una foto familiar en sus redes sociales por ella editada (en la fotografía en cuestión se encontraron más de 10 nimias alteraciones). Los medios la retiraron de sus sitios web y redes. Lógico.

De aplaudir desde la objetividad que debería regir al mundo de las comunicaciones, pero cuestionable por cuanto a que permitió desatar una espiral de especulación perversa.

La empatía que faltó en ese momento, la dio Kate Middleton en el anuncio de su enfermedad. Empatía hacia otros —muchos— enfermos de cáncer y sus familias mostró tanto la entereza de la joven mujer, como la adecuada forma de abordar su asunto en particular. Distancia medida en años luz a cómo ha tratado el gobierno mexicano a los niños enfermos de cáncer y sus familiares, a quienes se les ha dicho son complotistas.

En la inauguración de la farmacia gigante, López Obrador dijo que “la mayor parte de la gente está contratada para esta campaña en mi contra. Con cartelones pidiéndome medicinas para sus niños con cáncer. Fíjense qué doloroso para cualquier persona, más para una autoridad que le estén reclamando en todos lados”. ¡Caray! Los niños de cáncer no tienen medicinas, sus padres están desesperados, pero de alguna forma López Obrador se las ha ingeniado para presentarse como víctima.

Lo siento por mis amigos cuatroteros, pero si algo caracteriza al obradorismo —no lo pueden negar— es que carece de empatía hacia cualquier persona y causa, incluidas las que comulgan o en algún momento han comulgado con el movimiento.

Para muestra un botón muy actual: Vladimir Putin, frente a la muerte de su opositor Alekséi Navalni (encarcelado por órdenes del líder ruso), espetó: “es triste, pero así es la vida…”. Pues bien, eso mismo lo repitió ayer el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, quien, ante el secuestro masivo en esa entidad de al menos 25 personas integrantes de tres familias —incluyendo 9 menores de edad—, soltó: la población no debe tener miedo “porque son cosas que lamentablemente ocurren”.

Dejemos de lado por un momento su responsabilidad —y hasta criminalidad— como autoridad ante la situación de violencia extrema (demuestra que su “autoridad” ha sido superada). ¿Qué decir de su nula empatía hacia las víctimas, hacia los familiares y hacia todos los sinaloenses que estaban/están consternados por el secuestro de ¡familias enteras!? Solo equiparable a la nula empatía del presidente de la nación mexicana hacia madres buscadoras, a quienes no se les recibe, se les cierra las puertas de Palacio, o la de la candidata oficial a la Presidencia, quien pide propuestas (ella las debería producir) y desestima las quejas.

No hay empatía tampoco hacia los desaparecidos, donde hasta se les borra de las listas oficiales destinadas a la búsqueda. En un juego de especulación muy perverso se dice que no están desaparecidos, afirmando se fueron y desaparecieron del radar por su propia voluntad.

Y sin caer en la especulación, sino en haciéndolo en plan de mera pregunta: la atención médica que recibirá Kate en Londres, ¿será como en México; de nivel Dinamarca?

Sobra la especulación y urge la empatía en algunos personajes muy indolentes que mal gobiernan este país.

Giro de la Perinola

Los políticos no solo deben ser empáticos, deben ser responsables, así como cumplir y hacer cumplir la ley. Es menester también aprender a no especular, lo cual incluye NO culpar sin pruebas. Más si lo hacen desde la tribuna de Presidencia y desde el amparo que da el poder.

Y, bueno, como personas, mucho qué aprender en el sentido de no especular, particularmente cuando se trata de cuestiones personales. ¿Somos empáticos con las celebraciones, tristezas e incertidumbres del resto de la sociedad mexicana?

Los verdugos de la información ya se acomodaron

Ejercer la crítica ante lo que son las descomunales y notorias fallas de este régimen está dejando víctimas en nuestro país. Empezando por los periodistas asesinados; muestra mortal y cruel del desprecio hacia el gremio. México ocupa el deshonroso segundo lugar en asesinatos de periodistas, después de la región de Gaza; el primero en desaparición de corresponsales.

Pero hay otra forma en que, ante el embate del autoritarismo del gobierno, los periodistas son “terminados”. Se dirá lo que siempre se dice: “no tenían o menguaron en rating”, “se trata de ajustes en las líneas editoriales”, etcétera.

Esta semana hemos sido testigos de como dos medios prescindieron de dos profesionales de la pregunta certera y de la crítica aguda. Laura Brugés de Radio Fórmula y Carlos Bravo Regidor de Reforma. Pero no han sido los únicos en fechas recientes. Hace un mes, a Azucena Uresti le dieron las gracias en Milenio TV; en diciembre fue Martín Moreno-Durán de SinEmbargoMX (a este último lo despidieron vía correo electrónico). La lista continúa.

Así el compromiso con el periodismo, con la pluralidad y con la libertad de expresión de nuestros tiempos…

Pero a partir de este pasado fin de semana se percibe un giro particularmente brusco en este sentido. Es evidente que los principales medios de comunicación (tanto escritos, como radio y TV) se han reacomodado en previsión, de acuerdo a sus expectativas para este 2 de junio. Muchos —la mayoría de los que faltaban— hicieron ya su apuesta electoral por ‘la continuidad’. No sé si a favor de la furia total que significará el segundo piso del obradorismo, pero sí decantándose por una suerte de arreglo con el oficialismo. Valga Reforma de referente; despidieron a Carlos Bravo Regidor y en su lugar entra Vanessa Romero, apologista del régimen.

Como ya dije, se hablará de autocensura. Se dirá que la mano del gobierno no tiene nada que ver. Pero, díganme ustedes, ¿qué mayor esquema de control que unos dueños de medios de comunicación que, para transitar financiera, estratégica, ideológicamente, deben reacomodarse de esa forma? ¡Desde el poder se está aniquilando el porqué de la industria informativa y se le está convirtiendo en un enorme aparato de propaganda oficialista!

¿Qué les prometió Morena, López Obrador, Claudia Sheinbaum? ¿Fue una decisión consensuada o unipersonal desde Palacio o desde la casa de campaña de Claudia? Visto el súbito cambio en el ambiente, las anteriores preguntas son válidas.

El cerco informativo está siendo cada día más evidente; el desbalance de toda la industria de los medios de comunicación formales, también.

Ni siquiera un posible autoconvencimiento de su propia derrota explicaría lo que Xóchitl advirtió: “A los medios, no ayuden a afilar la guillotina que después será usada en su contra.”

“Se equivoca”, dirán algunos, “por cuanto a resultados electorales nada está definido”. “Exageración”, clamarán otros, “en lo relativo a la presión gubernamental hacia los medios”. Yo digo que ya pasó a ser muy evidente el silencio en algunos de los principales conductores, la balanza inclinada en favor del régimen disfrazada de equidad de otros y la evidente pleitesía del resto.

¿Cuál es la apuesta?, ¿retirar a los periodistas incisivos?, ¿prescindir de las voces críticas que antes les permitían a los medios navegar con aires de imparcialidad, libertad, equilibrio, pero que hoy ya no son de utilidad? ¿Integrar solo a cercanos al oficialismo?

A estas alturas algo debe ser ya muy evidente para todos los periodistas y analistas de opinión: los críticos al obradorismo seremos dispensables. Nuestros días están contados.

Se acerca el final de muchos en la industria; la 4t la cimbró y los dueños de los medios solo hicieron su apuesta final.

‘A toro pasado’ se puede afirmar ahora que el agarre no iba a ser estridente. Este régimen apostó por la misma jugada que está sirviendo para aniquilar a los órganos constitucionales autónomos: estrangular sus presupuestos, hacerlos a un lado en las decisiones de peso, impregnarlos de adictos a la ideología oficialista.

Las presiones a la libertad de expresión no pueden tolerarse de ninguna forma, pero —tristemente— los verdugos de la información no lo ven así.

Giro de la Perinola

‘Sin querer, queriendo’, López Obrador mencionó en su mañanera que el SAT le había realizado auditorías a Joaquín López Dóriga y a Ciro Gómez Leyva (estas tuvieron lugar ya hace más de año y medio) y que había detectado que estaban mal sus cuentas contributivas. Las auditorías ya concluyeron y se está en etapa de determinaciones judiciales. Pero es ahora, marzo del 2024, que López Obrador comete nuevamente el delito al revelar información fiscal de esos comunicadores. El propósito: sembrar la duda de las actividades de los conductores y de su honestidad periodística.

AMLO utiliza el poder del aparato del Estado. Suelta datos y esto lo hace pasar como una más de sus acciones inocuas, cuando que las mismas son ilegales y de censura. Esta es una pequeña parte del cerco informativo que él mandatario promueve y al que yo me he referido en este escrito.

Un miserable juego de evasivas

No la recibió. López Obrador. No quiso recibir a Ceci Flores, madre buscadora e integrante del colectivo ‘Madres Buscadoras de Sonora’. Hizo espacio para atender a las ‘Madres de la Plaza de Mayo”, asociación de madres argentinas cuyos hijos fueron desaparecidos durante la dictadura en aquel país hace más de 40 años, pero las puertas de Palacio Nacional se mantuvieron cerradas para las madres mexicanas. En especial para la ya antes mencionada.

El drama de las madres buscadoras presenta diversas vertientes, todas ellas dolorosas. Empezando por la pérdida de hijas e hijos, pasando por el viacrucis de la búsqueda de estas y estos, los trámites burocráticos, los peligros que conlleva poder hacer búsquedas y recorridos, y terminando por la indiferencia de las autoridades. En un país de presidencialismo exacerbado, el rechazo de AMLO es muestra de que el gobierno prefiere borrar del escenario público a los y las desaparecido(a)s antes que afrontar —de la mano de las madres— la tragedia.

Como nunca antes, en la época moderna de México, el mandatario ha tenido a su alcance recursos económicos y opciones políticas para encauzar y llevar a buen puerto los esfuerzos de búsqueda. Pero ha preferido burlarse de la desgracia y, con él, su secretaria de Gobernación.

La mofa alcanzó nuevas cotas apenas hace dos días cuando Luisa María Alcalde anunció una reducción de casos en el censo nacional de personas desaparecidas. La reducción se debió, aseguró, a que en su mayoría se trataron de “ausencias voluntarias”. Y al esgrimir este argumento —sin probarlo— borró a miles de nombres de la lista. Muy raro; “ausencias voluntarias” d quienes sus madres buscan en fosas clandestinas del gigante cementerio llamado México.

Ceci Flores llegó a Palacio con la pala con la que busca a sus hijos, no quería entablar pleito. Quería ser escuchada, recibida por el presidente de México o por alguna autoridad. Ni siquiera eso le fue dado. López Obrador respondió con “que me la deje aquí (la pala)”. Al día siguiente, la madre buscadora regresó a Palacio vestida de beisbolista, porque a López Obrador le gusta recibir a los jugadores de ese deporte. Ni así la recibió.

Con una claridad absoluta, Flores tornó el desprecio presidencial en una nueva súplica, en una brutal petición: “lanzo una ficha de búsqueda de López Obrador; vamos a buscar hasta encontrarlo, hasta que lo tengamos enfrente”. Pero tampoco así ha habido respuesta ni comentario oficial…

O sí… La evasiva de Palacio, también llamado desprecio y soberbia, fue secundada por los comentarios de la candidata oficial a la Presidencia de la República: “sobre las madres buscadoras, es mejor hacer propuestas que criticar…” ¿Eso es lo que les dice la doctora Sheinbaum a quienes viven desgarradas por el dolor?, ¿a quienes se conformarían con encontrar los huesos de sus familiares? Reitero lo que antes he escrito: carisma y don de mando no son imprescindibles en un líder de Estado democrático y progresista; la empatía, sí. López Obrador le falló a las víctimas, pero la candidata Claudia las está revictimizando.

Conocemos que López Obrador es campeón en el juego de las evasivas; a Javier Sicilia y a los LeBarón, por ejemplo, les dijo que no los recibía porque “tenía que cuidar la investidura presidencial”. Ha evadido la realidad ante los reclamos del desabasto de medicamentos, una farmaciota que no sirve, un sistema de Salud peor que el que él recibió cuando tomó posesión.

Frente a un fraude llamado AIFA, él se evade volando en aviones del Ejército desde el Benito Juárez; frente el ecocidio por el Tren Maya, el habla de desarrollo (¿dónde?) de la Península de Yucatán. Cuando Dos Bocas no refina, él presume que ya la inauguró hace más de un año. Enfrentado a las cifras que no le gustan, él habla de sus “otros datos”. Fracasando en su obligación de frenar la delincuencia, él presenta la cantaleta de “abrazos no balazos”.

En el juego de las evasivas, López Obrador es el campeón. Qué lástima que el gobernar no se trate de evadir, sino de enfrentar y dar resultados.

Por eso, precisamente por eso, y porque no puede siquiera ser una opción a contemplar, es que nuestro deber patriótico es que todos los mexicanos se pregunten: ¿seis años más de eso?

¿QUÉ es QUÉ en las encuestas?

Navegamos en un mar donde cada vez proliferan más y más encuestas electorales. A pesar de ello, nadie —ninguna instancia, autoridad, actor u asociación— se ha abocado en generar una suerte de compás para analizarlas, esquematizarlas y “traducírselas” a la ciudadanía. Esta situación, que no debió haber ocurrido, no de esta manera, es sin embargo hoy nuestra cotidiana realidad.

Es peligroso no que hablen las encuestas, sino el cómo lo hacen. Y lo que unos entienden y otros aprovechan solo añade a la confusión.

Si yo hubiera tenido que detallar los específicos del IFE (ahora INE) —que no— habría generado una división encargada no tanto en regular y transparentar financiamiento y metodología de los ejercicios demoscópicos (aunque eso también es fundamental), sino dedicada a elaborar y actualizar permanentemente una guía para orientar el elector a discernir entre los distintos ejercicios e interpretar lo que reflejan los resultados de los levantamientos vía encuesta.

Las columnas más leídas de hoy

Hoy, me parece, en esta vorágine de encuestas que se dan a conocer en medios y en redes sociales, urge una especie de “manual” para que el pueblo pueda entender lo que estas dicen y cuáles son las limitantes y acotaciones que es menester subrayar.

No se trata tanto de diferenciar las buenas de las malas (menos aún de restringirlas). Más bien de establecer un mecanismo que permita a las personas identificar rápidamente ciertos elementos básicos a los que hay que prestar atención. Y, a partir de allí, que cada quien saque sus conclusiones.

En ese sentido, este texto no es un ‘¿quién es quién en las encuestas?’, sino un qué es qué en esos ejercicios.

Repito, se requiere un criterio establecido y común. De preferencia una autoridad y un manual único y reconocido. Pero, por lo pronto, a falta de esto, deseo contribuir un poco a disipar confusiones (espero no termine generando más). Orientar a quienes me leen; volverlos un poco más CAUTOS y evitar apresuren conclusiones cuando se topen con distintas encuestas.

Antes debo decir que este no es un artículo para favorecer algún ejercicio, resultado o candidato. Tampoco pretendo señalar cuáles son las casas encuestadoras más serias o las menos serias; cuáles han sido más atinadas o las más erradas; cuáles parten y siguen una metodología más robusta (spoiler: no hay acuerdo en ninguna de estas materias).

A sus propias conclusiones debe llegar cada individuo después de prestar atención a ciertos elementos básicos.

¿Cuáles son estos?

1.- Todas, todas las encuestas sin excepción están subestimando la abstención. Unas en mayor medida, otras menos. Analicemos esto por un momento; es sencillo: en cualquier elección no vota el 100% de la gente que puede hacerlo. Si bien nos va, algo así como un 65 por ciento del padrón electoral lo hace. ¿Qué significa esto? Que cuando un ejercicio demoscópico nos dice que solo un 10%, un 2%, un 1% de la gente reporta “no votaría”, está sobreestimando el nivel de votación. ¿Qué debe hacer el lector de inmediato? Darse cuenta que los respondentes están diciéndole al encuestador lo que es cívicamente correcto decir: “voy a acudir a votar (si bien sé que muy probablemente no lo haga)”.

En términos de resultados más precisos, ¿ello qué significa? Que los segmentos de electores que usualmente NO acuden a votar están sobrerrepresentados en los resultados de la encuesta. Entre más sobrerrepresentación, peor encuesta en este aspecto en específico.

Que, de entrada, los porcentajes que las encuestas reportan y favorecen a cada candidato o partido no son los que son en realidad. En otras palabras, que la encuesta le está dando una orientación bastante vaga al lector de cómo sería la votación en un momento dado, pero no mucho más que eso.

2.- A esa vaguedad se suma otra segunda. Los levantamientos —y en fechas recientes cada vez más— están teniendo tasas de reemplazo de respondientes sumamente altos (no voy a analizar aquí el porqué de este fenómeno). Este “detalle” es trascendente pero poco comprendido.

¿Qué son las “tasas de rechazo” (y luego también las “tasas de repuesta efectiva”, las “tasas de cuestionarios completados”, etcétera)? Toda encuesta parte de una muestra —idealmente representativa del universo de la población que se quiere encuestar—, mas no todos los encuestados responden al contacto de la casa encuestadora. Luego, los que sí responden al contacto, no necesariamente aceptan se les levante la encuesta. Más adelante, no todos los que sí aceptan se les levante la encuesta, la completan/la terminan. En ese sentido, la casa encuestadora tiene que generar reemplazos hasta cubrir la muestra original.

Yo misma coordino la elaboración de este tipo de ejercicios y me sorprende en cada una (las mías y las que leo) las altas tasas de rechazo que reportan los levantamientos. Independientemente de la casa encuestadora, tampoco la metodología o quién financie el ejercicio: las tasas de rechazo son altas y solo han ido incrementándose.

¿Qué provoca lo anterior? Que sustituir encuestados (viviendas o respondentes telefónicos) hasta completar la muestra genera un sesgo.

Ese sesgo será mayor o menor dependiendo qué tan bien haga el reemplazo la casa encuestadora o qué tan buenos ajustes estadísticos realicen a su base de resultados. Pero el sesgo existe.

Ahora bien: ¿qué tipo de personas son las que están respondiendo? Eso es lo que deberíamos estar preguntándonos y también si ello está perjudicando o beneficiando a la oposición o al oficialismo en cada caso y en cada determinado lugar.

Y aquí un elemento adicional del crucigrama: como norma general, la gente antirégimen/antisistema es más reacia a contestar encuestas /cuestionarios. ¿Qué tanto más? Eso es algo que ningún experto puede responder.

Lo importante: mientras las tasas de rechazo continúen al alza y no se pondere a quienes no contestan, toda encuesta no será falsa, pero tampoco dirá toda la verdad. (Algo así como lo que dice Liz Vilchis de las mentiras de la semana; “no es falso, pero se exagera”).

3.- El tercer elemento a notar es el siguiente: los ejercicios demoscópicos son aproximaciones —bien intencionadas en el mejor de los casos—, pero nada más que eso. Una foto borrosa cuando mucho. Sirven para orientar sobre el sentido de la intención del voto y por ello, dado que se requiere INTENCIÓN y ORIENTACIÓN, es fundamental contar con series de tiempo y mediciones periódicas. Esa es la única forma de obtener tendencias. Busquemos, entonces, ejercicios que reporten series históricas y evitemos los que no.

Y hablando de series, se debe desconfiar de encuestas que reportan saltos bruscos. Ninguna sociedad, por convulsionada que esté, cambia súbitamente de preferencias en un periodo corto de tiempo.

Ya está; hasta aquí. Si usted, como usuario/lector, no quiere prestar atención a estos tres componentes o, bien, la casa encuestadora no se los reporta/da a conocer, mi sugerencia es entonces pasar de largo estos ejercicios. Ni siquiera se detenga a considerarlos.

Por el contrario, si puede conocer estos tres elementos, debe analizarlos y sopesarlos.

Las encuestas le darán una vaga orientación de hacia dónde van las cosas. Pero solo eso. Todo lo demás que rodea a estos ejercicios es mercadotecnia pura y dura.

Las encuestas de opinión electorales constituyen un elemento, de entre muchos otros de corte político y demográfico, con los que podrán conocer de la realidad electoral del momento. Lo que dicen no está labrado en piedra; nada más alejado de ello. Solo de su voto dependerá reafirmar las tendencias o cambiarlas.

Trump es antidemocrático; AMLO, también

Los ‘otros datos’ son básicamente de tres tipos: mentiras, afanes antidemocráticos o carantoñas a los dictadores. Y son las mismas coincidencias que acercan a López Obrador y a Trump. La manipulación de las palabras, el usar una frase o concepto para tergiversarlo. Hacer caso omiso a las pruebas. Sí, los dos políticos se parecen mucho.
¿Otra coincidencia? Solapar a sus respectivas familias; minimizar sus fechorías y permitir su enriquecimiento a la sombra del poder. Expiar culpas; las suyas y las de los de su entorno. Ambos juegan con la religión; nada mejor que eso para culpar a otras administraciones de todos los males que asolan sus naciones.

Comparten un odio por las instituciones, particularmente las que restringen el Poder Ejecutivo; desde su trinchera hacen todo por desaparecerlas. Les ayuda —y no poco— la obediencia ciega que exigen a los legisladores de su partido político y la que tratan de alcanzar en ambas Supremas Cortes de Justicia con ministros que les sean leales a ellos y no a la sociedad.

Pero el factor común que los une en el rubro de la política y que más interesa es que los dos son unos antidemocráticos en toda la extensión de la palabra. Si por ellos fuera, sepultarían el libre albedrío político.

Una muestra del amor por los dictadores —y a él mismo—, la dio Trump en el 2018 cuando alabó al pueblo de Corea del Norte; “quiero que mi pueblo haga lo mismo”, dijo al referirse a la gente que se sentaba y prestaba atención al dictador Kim Jung. Algo así como lo que López Obrador pretende llevar a la práctica diariamente en su mañanera.

AMLO y el anaranjado personaje manejan las mismas amenazas y el mismo modus operandi, incluida la toma del Capitolio y el desconocer resultados electorales, uno de ellos, y el inventar la presidencia “legítima” y tomar Reforma durante meses, el otro. O el comentario que se aventó López Obrador en el sentido de que nuestras instituciones democráticas buscan asestarle un “golpe de Estado” cuando que él es la autoridad y además ni siquiera es quien está en la boleta electoral este 2024… El ex mandatario norteamericano también dijo apenas hace unos días que “habrá un baño de sangre” en Estados Unidos de no resultar victorioso en los comicios de noviembre próximo.

Dicen y hacen de todo para asirse al poder; eso es cada día más evidente.

Se radicalizan. Trump dijo este fin de semana que los migrantes “a veces no son personas”. En México se les quema en el INM y el director de la dependencia sigue en su puesto tan campante…

Algunos dicen “si pierdo la elección es a manos de los conservadores”, otros “si pierdo la elección es a costa de la industria automotriz”. Lo cierto es que, más allá de que sea culpa de un sector u otro, la oratoria racista de Trump siempre señala a los migrantes, se burla de personas con algún tipo de discapacidad y augura una época complicada si vuelve a ser presidente.

Quien anteriormente fue su vicepresidente, Mike Pence, dijo que ya no lo apoya: “La lealtad a la Constitución no es un tema menor. Pero no es el único. La razón por la cual no puedo apoyar a Trump es el hecho de que abandona el compromiso del liderazgo de Estados Unidos con el mundo”.

Trump buscó el apoyo de los militares el 6 de enero para continuar gobernando, mas le dijeron claramente que ellos son leales al país, no a un presidente. ¿Eso responderían las Fuerzas Armadas de nuestro país? ¿Habrá en México algún “Pence” que tenga el valor civil de decir que a López Obrador no se le puede seguir apoyando?

Ojalá, pues lo cierto es que si Trump es antidemocrático, AMLO también. Y ambos requieren que se les ponga un alto antes de que terminen dinamitando la poca distancia que queda entre ellos y la destrucción total.

Un chilango debate

Lo peor.- Ante la pregunta del moderador: “24% de la población de la CDMX vive en la pobreza extrema, ¿qué porcentaje se comprometen a reducir?” Brugada dijo que señalaría cinco faltas del candidato de ‘Fuerza y Corazón’; Chertorivski dijo que sí, que había muchos pobres; y Taboada dijo que uno de los municipios con mayor población pobre del país es Iztapalapa. Total, que ninguno contestó la pregunta.

El ganador del primer debate.- La ciudadanía que estuvo pendiente del mismo. Más de 250 mil visualizaciones en vivo solo en redes sociales. Falta sumar a quienes le escucharon en radio o lo vieron por televisión. Interesante número si se piensa que se llevó a cabo un domingo de fin de semana largo.

La mención más importante.- La falta de agua que sufre la capital. Brugada lo minimizó (ya se sabía), pero tanto Chertorivski como Taboada señalaron lo que esto significa, además de la nula inversión en agua en los últimos 27 años por parte del obradorismo. Sin olvidar que en la delegación Iztapalapa que Clara gobernó, la autoridad vendía —mediando moches, claro está— el agua a empresas, cuando la población carecía del vital líquido.

El gran ausente (de nombre).- López Obrador, poco lo mencionaron (sí sus “obras” y errores), pero no por su nombre. Ni siquiera Clara Brugada. Algo pasó. De ser el fiel de la balanza, ahora parece un apestado.

La decepción.- Las palomitas de Chertorivski; no causaron gracia ni siquiera la primera vez que las sacó. Menos todavía cuando quiso forzar el chiste. La segunda gran decepción también corrió a su cargo al decir que era necesario sacar el AICM de la CDMX, pero sin atreverse a señalar los errores del AIFA o que se había perdido el NAICM. Su propuesta pasó de tibia a francamente insulsa.

La parte fundamental.- Las acusaciones/señalamientos entre candidatos. Pocas propuestas y muchas medias verdades; mentiras a leguas, especialmente las vertidas por la candidata oficial.

La maroma más complicada.- Clara diciendo que quiere una “ciudad de clases medias”, cuando que la 4t —en especial López Obrador— se la ha pasado todo el sexenio atentando contra de ellas. Recordemos algunos adjetivos: “fifís”, “aspiracionistas”, “conservadores”, “de la Del Valle”…

Estancias infantiles.- Tanto Clara como Santiago las prometieron para toda la capital. La diferencia es que solo Taboada las tuvo en su delegación. No solo eso, ella apoyó la desaparición de las estancias a nivel local y federal; Brugada balbuceó que ahora se le da el dinero a las madres (claro, no dijo que en una cantidad mucho menor a la requerida para que puedan pagar una estancia privada) y culpó —sin pruebas como siempre— a madres y a quienes administraban las extintas estancias subrogadas.

¿Chilango momento?- Clara presumió que la CDMX era la ciudad del país que más había crecido en economía (otra cosa que no es cierta). En los pasados cinco años, la CDMX NO recibió nueva Inversión Extranjera Directa, solo reinversión. Además, fue una de las entidades que más tardó en recuperar el empleo formal (volver al nivel pre pandemia). Además, acuerdo al CONEVAL, en la capital la mitad de su población vive en pobreza.

El tapón más espectacular.- Bueno, hubo dos: Clara presumiendo de sus “utopías” y Santiago haciéndole ver que los niños aprendían natación terrestre, pues las piscinas públicas no tienen agua. Y también de Taboada a Clara: “tan quiero Iztapalapa que los voy a salvar de la 4t”.

Corrupción.- Clara señaló diversas veces a Santiago de pertenecer al cártel inmobiliario; él le contestó solo al final: “ni tú ni Ernestina ni el jefe de gobierno me pudieron probar algo”. En cambio, Santiago sí pudo probar que ella era dueña de una casa de más de 250 metros cuadrados que había “comprado” en menos de 400 pesos. Clara calló como momia. Por cierto, tampoco mencionó que en la 4t se impulsó el “programa general de ordenamiento territorial” que busca urbanizar 30 mil hectáreas de suelos de conservación natural para favorecer inmobiliarias. ¡Qué bonito!

Seguridad.- Clara dijo que la CDMX ahora era más segura (lo cual es falso), pero encima olvidó decir que la 4t no permite que un policía de la capital gane más que un servidor de la nación…

Otros datos.- Brugada quiso presumir de una mejor CDMX y de que gobernó muy bien Iztapalapa. Taboada le señaló que con ella no se bajaron los índices de pobreza; es actualmente la delegación más pobre de la capital. Tampoco mejoró la seguridad. Clara lo acusó de “clasismo”… ¡por decir la verdad!

Clara por Santiago.- En abierta violación a la ley electoral y a la verdad, Clara dijo: “¿qué prefieres, un gobierno que te quite los programas sociales o un gobierno que pueda ampliarlos?”. ¡Pero si la 4t fue quien quitó la gran mayoría de programas sociales y, a los que continúan en pie, más del 50% de su presupuesto!

Giros de la Perinola

1.- Los candidatos presidenciales también estuvieron presentes. Bueno, Álvarez Máynez de Movimiento Ciudadano no. Salomón Chertorivski no lo mencionó ni una sola vez. Santiago Taboada mencionó una vez a Xóchitl Gálvez; y Clara —como era de esperarse— mencionó incontables veces a Claudia. Eso sí, a veces en lugar de apoyarla, parecía que la quería culpar de todos los problemas que vive la Ciudad de México, empezando por los de la demarcación que ella tuvo a su cargo (me refiero a Iztapalapa, pero también a los que arrastra Tlalpan).

2.- En contraparte, en redes sociales; Máynez NO felicitó a Chertorivski, pero sí mencionó “que sabe”; Xóchitl festejó a Taboada y dijo que será el próximo jefe de gobierno de la capital. Claudia fue la más escueta con una felicitación (un renglón) y una carita feliz. Por algo será…

El campo de golf, ¿se lo dará a los militares?

La Guardia Nacional, esa que supuestamente no está bajo mando militar y que ciertamente tampoco está combatiendo al narco, tomó por la fuerza un campo de golf concesionado al empresario mexicano Ricardo Salinas Pliego. Se sabe: abrazos, no balazos para los delincuentes. Para los empleadores y sus trabajadores, la fuerza de la Guardia Nacional.

El pueblo bueno y sabio, los ciudadanos, ¿dónde preferimos que estén desplegadas las fuerzas del orden y nuestros impuestos? ¿“Cuidando” un campo de golf o velando por la seguridad de la población en las ya innumerables regiones tomadas por el crimen organizado?

Menuda farsa ha sido esto. Todo sea por no hablar de una candidata que ya ni entre los beneficiarios de los programas clientelares del gobierno levanta pasiones.

López Obrador proclama que “amor con amor se paga”, pero ello no es con todo el mundo. Eso funciona con su familia, con sus amigos (y ni siquiera con todos, ahí tienen a Salinas Pliego). Con quienes AMLO sí demuestra amor cuasi incondicional es con las Fuerzas Armadas. Ya lo he dicho: su corazón late verde olivo.

El mandatario dice que en contra del empresario no hay “nada personal” (y viceversa). ¿Pensarán en aquella telenovela producida en los 90s por Argos para TV Azteca? En esta, el “no hay nada personal” significaba que había de todo, lo personal y lo impersonal.

“Tío Richie” dice que la toma del campo de golf es una forma de desviar la atención sobre el asesinato del estudiante de Ayotzinapa. Puede que tenga razón. Lo que ya no cabe la menor duda es que es una muestra de lo que la actual administración (y su segundo piso, si esta continúa) son capaces de hacer con las concesiones a empresarios.

Y el asunto atípico no es tanto el retirar concesiones, sino que eso debiera hacerse por medios legales y en santa paz. Aquí se usó a la fuerza pública para amedrentar a trabajadores y en una suerte de demostración de que la voluntad de un individuo está por encima la ley.

Ahora, un campo de golf que bien que mal generaba empleos, se vendrá abajo o, bien, será dado en “concesión” a algún familiar del presidente, amigo de la familia gobernante o, por qué no,… a los militares. ¿Pago por adelantado para que lo apoyen tras la jornada electoral?

Además de ilegal, el quitarle el campo de golf a Ricardo Salinas conlleva una dedicatoria parecida a una venganza… bastante personal. El empresario trajo a Cayetana Álvarez a México a dar un par de presentaciones; española quien, en territorio nacional, no dudó en señalar los múltiples problemas de la cantaleta de “abrazos, no balazos”. (Y que conste, no por ello defiendo ni la intervención de la extranjera ni el contenido de lo que ella dijo en México).

Pero vamos a lo que sí es un hecho: ante un país herido, con más de 180,000 asesinatos y 150,000 desaparecidos, la prioridad es tomar un campo de golf por la fuerza…

Necesarias las preguntas: ¿en qué beneficia eso al pueblo?, ¿o, más allá de un tour de force con Salinas, el proceso judicial para obtener pagos impositivos del empresario?

¿No les parece que López Obrador continúa radicalizándose más, aún más? A mí así me lo parece y eso nada bueno puede augurar.

Giros de la Perinola

1. El quitar un bien concesionado por la fuerza, sin tomar en cuenta la ley, es populismo puro de un gobierno con aspiraciones dictatoriales. No le busquen más.

2. Después de que Xóchitl Gálvez criticara a la Secretaria de la Marina, Claudia Sheinbaum dijo que es una falta de respeto hacerlo sin pruebas. Sería bueno la corcholata le dijera lo mismo a su jefazo de campaña; ese señor, cada vez que acusa de corrupción y de complots, lo hace ¡sin presentar ni una sola prueba!

3. López Obrador comparó al INE con la Inquisición y se victimizó de que tenía que “enlatar” su entrevista con —esa sí— una impresentable extranjera que pisó tierra mexicana. Pobre víctima… Que el mandatario aprenda un poco de historia; en la Inquisición quemaban obras y a personas, no las enlataban. Y ciertamente eso que hacían no lo realizaban previa solicitud respetuosa.

Ahora falta la de Evelyn y, entrados en gastos, la de Andrés Manuel

Guerrero arde y hay responsables. Autoridades de este sexenio, no de los de hace 18 años.

También hay un grupo de estudiantes que vuelven a ser utilizados. Ya no son 43, ahora suman 44, y el obradorismo se ha burlado de los familiares de todos ellos desde que sucedió la tragedia.

¡Cómo han cambiado los papeles! López Obrador les prometió justicia, ahora ni siquiera les recibe. A los normalistas los usó de bandera y hoy hasta los criminaliza; para ello señala un tirachinas y unos balines. Es en serio.

Ante el asesinato del estudiante número 44, este ocurrido a últimas fechas, los gobiernos emanados de Morena primero culparon al normalista, para luego —ante la presión de la madre y sus compañeros de escuela— detener a un policía, al cual se le permitió darse a la fuga.

Pero ahí no paró la mofa. Para que la burla calara hondo, la secretaría de Gobernación federal, Luisa María Alcalde, le reconoció —sí, prácticamente congratuló— a la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, por haber aceptado la renuncia del secretario de Gobierno estatal, Ludwig Marcial Reynoso, y el de Seguridad Pública, Rolando Solano Rivera, así como la petición de remoción de la fiscal Sandra Luz Valdovinos Salmerón. El colmo; ya solo falta que a la gobernadora la reconozcan porque respira.

La Torita tiene al estado de Guerrero incendiado. Entre la violencia que campea por un Acapulco olvidado a su suerte, el asesinato del normalista Yanqui Kothan Gómez Peralta, y el senador de la República Felix Salgado Macedonio bailando, la titular del ejecutivo local recibe un reconocimiento porque aceptó dos renuncias. ¡Vergonzoso!

¡Miserables! Empezando por la gobernadora que nunca debió haber sido electa. La “juanita” de su padre, este acusado de delincuencia organizada, además de violación. El mismo que ahora busca la reelección para seguir “gobernando” a través de su hija y a la vez no perder las canonjías y fuero que le ofrece el Senado.

Nestora Salgado, senadora morenista y excomandante de la Policía Comunitaria de Olinalá, lamenta cómo ha empeorado la situación en Guerrero; “lo estamos viendo, la violencia es grave, está fuerte, ha empeorado”. Evelyn Salgado ni siquiera le toma la llamada. Si eso hace con morenistas, ¿qué pueden esperar el resto de los guerrerenses?

“¿Qué hacemos?, ¿cómo resolvemos?”, se pregunta la legisladora. Ni Evelyn ni su padre resuelven; no les interesa resolver nada. Hace mucho que ellos dejaron de representar a los guerrerenses.

Tienen razón todo aquel que demande el cese de estos funcionarios buenos para nada. Pero no solo el mencionado par de secretarios, también debe hacerlo la gobernadora.

En Guerrero se sostiene a una incompetente y a un narco gobierno; se ha superado los límites de los absurdo. No le demos más vueltas: aunque López Obrador diga que todo se magnifica, estamos ante una crisis rubricada por gobiernos morenistas.

Encima, los militares —como bien señala Carlos Loret de Mola— controlan la Fiscalía del Estado y esta también se encuentra en jaque.

¿Cuál es la lógica detrás del viraje que hizo López Obrador opositor a presidente? Una sola: optó por los militares, decidió proteger a su gran socio. A quienes lo secundarán cuando intente asirse al poder tras el 2 de junio. Punto final.

Se cae el caso García Luna

Se cae el caso García Luna; desde hace dos años se sabía (“¿Se cae el caso García Luna en EU? No importa, la detención de Caro Quintero lo compensaría”, SDPnoticias, 16 de julio de 2022). Una más, tal y como sucede con toda acusación de corrupción que alienta el presente régimen, si está relacionada con sexenios anteriores.

Tanto el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa como el de García Luna tienen al menos un elemento en común: sirvieron para que el obradorismo faroleara que buscaba justicia y, con ello, pasar factura —la que fuera— a los gobiernos anteriores. Pero al régimen le ha salido el tiro por la culata.

La determinación que se espera sobre Genaro García Luna en Estados Unidos, y que tenía que haberse dado este primero de marzo, se aplazó nuevamente; hoy se habla de que habrá noticias en seis semanas. Mas, con las pruebas que presentó la defensa del imputado, el juicio mismo puede que termine siendo desestimado. Y de ser ese el desenlace, habrá consecuencias para las autoridades estadounidenses —pero también para las mexicanas— cuyas acciones llevaron a fincarle responsabilidad al reo.

Todo parece indicar que en Nueva York, donde la ley sí es la ley, la fiscalía de ese estado violó las ‘obligaciones Brady’ (los acusadores debían haber revelado todas las evidencias incriminatorias o exculpatorias que tenían en su poder, y no lo hicieron). César de Castro, abogado de García Luna, presentó extenso documento al juez Brian Cogan en el que acusa a la fiscalía neoyorkina de violar reiteradamente la ley. Si demuestra sus dichos, tanto los fiscales como un agente de la DEA pueden terminar en la cárcel. Pero más importante aún, el juicio en contra de García Luna podría dejar de tener validez.

La pregunta que formulé hace ocho meses (esto es, mucho antes de conocer el documento presentado apenas hace unos días por la defensa del ex secretario) tiene vigencia: si se cae el proceso contra Genaro García Luna, ¿los estadounidenses lo mandarían de regreso a México para que aquí se le juzgue? ¿O se le dejaría libre así sin más, como lo ocurrido con Salvador Cienfuegos?

Los testimonios ‘de oídas’ son admisibles, pero siempre y cuando no hayan sido alterados, no partan de unas fuentes comprometidas o flagrantemente falseadas y se haya dado cuenta de ellas a la parte defensora.

Ironías de la exquisita justicia: el mismo razonamiento que considera enclenques los testimonios —y el proceso de obtención de estos— por parte de los agentes de la DEA en contra de López Obrador, aplica para García Luna.

Aunque transcurre fuera de territorio mexicano, este caso (sea que se le procese dentro o fuera de México) podría pasar a ser ejemplificativo de una de las grandes farsas del actual sexenio: ni una sola acusación de corrupción de los sexenios anteriores ha sido sustentada de manera adecuada ni llevada a término. Ni una sola.

Ni contra Rosario Robles, ni contra Alejandra Cuevas, ni contra Emilio Lozoya, ni contra un puñado de laboratorios médicos, ni contra constructores del NAICM, ni contra administradores de fideicomisos públicos, ni contra órganos autónomos o acreditadores.

El sexenio de Andrés Manuel se termina y nada se ha sustentado. Eso sí, en nombre de esa farsa, se ha detenido la marcha del país y se ha trastocado su régimen democrático.

AMLO. El que hambre tiene, en pan piensa

El presidente dicharachero está viviendo al compás del mencionado refrán. Lo digo porque ayer, en plena mañanera, soltó lo siguiente: “¿Van a dar un golpe de Estado técnico? ¿Van a hacer un fraude electoral desde el Poder Judicial?”

No les voy a mentir: a los periodistas, prácticamente sin excepción, las líneas editoriales de los medios de comunicación han pedido seamos cautos al usar los términos ‘golpe’, ‘fraude’, particularmente cuando se refiera uno a las intenciones de Andrés Manuel. Yo misma he tratado de ser prudente todos estos años, pero es el mismo presidente quien ha puesto de manifiesto sus pretensiones. Ya no hay duda.

Lo que hace el mandatario es curarse en salud (de paso, como ya es costumbre, deja ver que su candidata le tiene sin cuidado). Andrés Manuel es perverso y es un cínico. No solo siembra la duda, entra en un terreno que pone en riesgo las elecciones del país y de paso vulnera a las instituciones que velan por la decisiones políticas de todos los ciudadanos.

Seamos claros: su bravata le sirve para, en caso necesario, desconocer el proceso electoral y los resultados comiciales. No el Poder Judicial, no el INE, no el TEPJF; él quien los desconozca y él quien se aferre al poder.

En esta trama, como todas las contadas por López Obrador, se quiere hacer pasar por víctima; todo para ocultar que quien está violentando la ley, incumpliendo con sus obligaciones como presidente de la República y siendo el victimario es él.

López Obrador acusa al Poder Judicial de que le prohíba hablar sobre todo asunto proselitista en pleno proceso electoral y de que dicho poder esté elaborando un listado de las posibles faltas —producto de la actuación del jefe del Ejecutivo federal— que influirán en la calificación de los comicios. Hipócritamente se queja de muchas limitaciones a las que debe atenerse pero que él y quienes hoy conforman su grupo político impulsaron desde bastante antes del 2018 para maniatar a los presidentes en turno.

Yo soy de los que están convencidos que, mientras esté escrita y vigente, ‘la ley sí es la ley’. Ya sea que se trate del presidente o de un simple mortal, la ley hay que acatarla; nada de erigirse como víctima.

La norma cuida la equidad en la contienda y, con base en ellas, las libertades de López Obrador (y las del resto de los funcionarios y representantes populares), como autoridades que son, terminan exactamente donde comienzan las de todos los otros mexicanos.

Y allí reside el meollo del asunto: a Andrés Manuel le tienen sin cuidado los derechos y las garantías de la población.

Al de Palacio Nacional solo le importa su la voluntad, pero mismo así se da el lujo de llamar “hipócritas”, acusar de guerra sucia, a quienes firmaron el Compromiso Nacional por la Paz. López Obrador sostiene que no está de acuerdo con la visión sobre inseguridad y violencia que señala la Conferencia del Episcopado Mexicano. “No estoy de acuerdo en que se quiera crear un ambiente que no existe”, dice.

¡Ya basta!, hay que decirle. Nadie quiere crear nada. Más de 180,000 muertos y más de 150,000 desaparecidos en su sexenio es una violencia que existe y que atestiguamos todos los días.

La actitud de López Obrador no es de alguien que se siente herido, ni siquiera de quien tiene temor a que su candidata pierda las elecciones. Es de una persona que busca dar un autogolpe de Estado.

A quiénes López Obrador llama adversarios son individuos que, para fines político-electorales, tienen derechos mucho más amplios que él.

Cabe, entonces, la pregunta: ¿qué vamos a hacer los ciudadanos con nuestros derechos?

López Obrador es una desgracia para la democracia mexicana; el cínico e hipócrita de esta historia.

Ni Biden ni Trump, y les digo porqué

Ni aunque se trata de una revancha electoral entre Joe Biden y Donald Trump, las elecciones de Estados Unidos prenden. Pero eso es solo una parte minúscula del problema; la otra, la mayor, es que la pugna y el proceso electoral en los EE UU no es lo que debiera ser. Los estadounidenses no están discutiendo lo importante. Y el origen de esto que apunto es que ni Biden ni Trump debieron haber contendendido nuevamente; ambos habrían tenido que pasar a dar las gracias y retirarse de la política. Los dos.

Más allá de la edad, Biden con 81 años y Trump con 77, y de que uno quiere regresar al poder para cobrar “venganza” y el otro imponer el continuismo, es momento que otros demócratas y otros republicanos se lancen al ruedo. Ni siquiera —óiganlo ustedes muy bien— el que EEUU lograra crecer un 2.5% el año pasado, que se evitara la recesión que todos cantaban o que no llegara la estanflación tan temida justifica que Biden contienda nuevamente. Pensar así es no saber pensar fuera de la caja. ¿Que se crearon 2.7 millones de nuevos empleos con esta administración saliente? Genial; que eso lo continúe —y hasta lo mejore— otro demócrata, no Biden.

Increíble que, a pesar de lo impopulares que son ese par, sea solo porque son conocidos que ambos arrasaran en las primarias. Mal, muy mal habla de ellos dos, de los dos partidos políticos, del pueblo y del sistema electoral estadounidense que estén tan anquilosados. Se dice: “es que no hay otras figuras que puedan dar la batalla”. Yo respondo: menos las habrá al insistir en una contienda con estas dos ya muy conocidas figuras.

Lo ideal sería que nuevas opciones contiendan; y si se trata de sangre fresca, joven, todavía mejor.

Personajes hay en ambas corrientes ideológicas. Del lado de los demócratas, un rápido vistazo al gabinete de Biden:
• Miguel Cardona, secretario de Educación; padres portorriqueños. Aprendió primero a hablar el español que el inglés.
• Xavier Becerra, secretario de Salud; sus padres eran mexicanos.
• Pete Buttigieg, secretario de Transporte; su padre emigró desde Malta. Ex militar y el primer secretario abiertamente gay.
• Katherine Tay, representante de Comercio. El coco de México; de padres migrantes chinos.

Por el lado de los republicanos:
• Nikki Haley, quien solo le ganó
el estado de Vermont a Trump en la contienda interna; sin embargo, la suma de los márgenes que ha logrado en varios estados muestra la debilidad de la candidatura de la amenaza naranja y la relativa fortaleza de ella.
• Chris Christie, exgobernador de Nueva Jersey, quien no tiene empacho en trabajar con republicanos o demócratas, siempre y cuando logren apoyar a su estado.
• Liz Cheney, exrepresentante de Wyoming. Crítica de Trump, formó parte del panel de la Cámara que investigó “el asalto al Capitolio” del 6 de enero de 2021.

¿Por qué el capricho de Biden y Trump? Porque eso es, un capricho, ni más ni menos.

Una cosa más: dentro de la vorágine electoral, tanto en Estados Unidos como en nuestro país, llama la atención la ironía de que México esté superando a Estados Unidos en oferta política. Gran sabiduría de nuestra nación el no tener reelección, ni siquiera mediando periodos intermedios. Los políticos se anquilosan y eso nunca es saludable para las sociedades. O sí, pero únicamente cuando se tiene a un líder maravilloso y privilegiado… Pero ¿cuando no, que es casi siempre? ¿Cuando se trata de gente que ya no puede dar más a sus pueblos salvo mayor malestar?

Y si bien existe la reelección de alcaldes y legisladores en México, Sheinbaum impulsa la iniciativa para su eliminación. Ironías aparte —la segunda de esta columna—: aunque fueron los hoy morenistas los primeros en impulsar la reelección, ahora ya dijeron que secundan la reforma de la corcholata para desaparecer la figura…

Yo solo espero que los morenistas recuerden esta propuesta de su abanderada y se opongan férreamente cuando López Obrador intente reelegirse o quedarse en el poder, que lo hará. También cuando Andrés Manuel insista en entrometerse en la elección de nuestros vecinos del norte para apoyar a su amigo Trump por la vía de control del flujo migratorio…

Qué lástima que el “hubiera” no existe; ni Biden ni Trump deberían volver a contender.

La CNDH en campaña

El órgano constitucional autónomo y la ombudsman de los derechos de los individuos ante el abuso gubernamental quedaron sepultados bajo una “piedra”. Rosario Piedra Ibarra hizo de la CNDH una institución totalmente dependiente del Poder Ejecutivo y su caja de resonancia.

Sacrificó su función de defensa de los ciudadanos ante el abuso gubernamental y se convirtió en el llanto de Vicente Serrano: “Condenamos la agresión física en agravio del periodista Serrano, atribuida al actor Héctor Suárez Gomís”. ¿Y la provocación del primero?

En todo caso, la Comisión no está para trabajar esos casos; sí, en cambio, para señalar los abusos de autoridad. Ante la marcha por la democracia del pasado 18 de febrero, Rosario Piedra salió a condenar el supuesto pronunciamiento “racista” y “clasista” de Lorenzo Córdova. Además de piedra, cínica.

Ahora resulta que, en lugar de defender a la población, la señora la hace de ariete de Palacio Nacional. Está posicionada en defensa de López Obrador —víctima eterna— y actuando en contra de la “campaña sucia” que señala posibles vínculos del primer mandatario con el narco.

Su celo partidista (que no democrático o de defensa de los derechos humanos) sobrepasó cualquier nivel de pleitesía al decir que Claudia Sheinbaum es la “única candidata que hizo referencia directa a los derechos humanos durante su inicio de campaña”.

Piedra sepultó el sentido apartidista que deben tener las instituciones públicas; abiertamente critica a Xóchitl y alaba a Sheinbaum. Con prepotencia electorera, la CNDH se ha convertido en buró de propaganda del actual régimen. No en balde, Ciro Murayama, exconsejero del INE, señaló que el actuar de Piedra es una ilegalidad y un abuso, pues es el INE quien debe dar seguimiento a campañas, discursos, spots, propaganda, etcétera y no la Comisión.

Perdimos a la CNDH cuando Rosario Piedra se convirtió en su presidenta; si bien, emulando a AMLO, sigue demostrando que puede enlodar aún más a tan noble institución cada día que pasa.

Mientras Piedra prueba que ya no hay una CNDH, Volker Türk, alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, dijo que se debe proteger de la violencia a la sociedad mexicana de cara al importante periodo electoral que transita. Obvio, esto enojó al inquilino de Palacio, quien sentenció: “el alto comisionado es muy, con todo respeto, muy tendencioso, está en contra de nosotros y hace comparsa con los que quieren demostrar que México es un país muy violento”.

El presidente señala a la ONU de “adversaria” y a los periodistas como “culpables”, a la vez que la CNDH la hace de su golpeadora oficial frente a todo lo que a él no le gusta.

¡Jíjole!, no sé si haga comparsa con los más de 180,000 muertos por violencia o con los más de 150,000 desaparecidos. Pero, dado que no puede comunicarse con ellos ni con los más de 18 candidatos asesinados por el fuego del crimen organizado, lo dudo mucho.

Una cosa es clara: ni con todos los muertos López Obrador entiende el nivel de la violencia que se vive en este país. Debería tener cuidado, las “piedras” no tienen lealtad. Ha sido tal la destrucción institucional relativa a la Comisión, que no sorprendería que en un futuro no muy lejano una distinta piedra se dedique a perseguirlo y a enterrarle sus derechos humanos.

Ya será otra CNDH actuando de agente proselitista en otro tipo de campaña.

Otro 8 de marzo

Cifras que son mujeres. Vidas cercenadas. El 70.1% de las mujeres de 15 años o más han experimentado al menos un incidente de violencia en nuestro país (INEGI, 2021). Cifras oficiales señalan que del 1º de diciembre de 2018 al 31 de enero de este año se han registrado 4 mil 817 feminicidios en México. Si se considera que solo una tercera parte de los asesinatos de mujeres en México se tipifican como feminicidios, tenemos que en ese periodo han sido asesinadas 14 mil 451 mujeres. Tan es así que las dos candidatas concuerdan en que el homicidio de mujeres se debe considerar como feminicidio.

Total, que en el “gobierno más feminista de la historia”, los otros datos, los oficiales, muestran que la violencia en contra de la mujer sigue dándose en todos los ámbitos.

Este 8 de marzo, las marchas en la CDMX y en otros puntos del país continuarán, aunque no se espera el aforo de otros años. Y esto no por falta de reclamos, sino por razones varias. Desde que apenas se marchó el 18 de febrero en favor de la democracia, hasta que no todas las mujeres en México se les da un “ride”, un frutsi, torta y 100 pesos. Tampoco las obligarán de sus puestos de trabajo a asistir a la marcha so pena de ser corridas si no asisten, como les ocurrió a no pocas trabajadoras del gobierno este pasado 1 de marzo. Y dado que “cae” en viernes, muchas no podrán prescindir de una jornada de trabajo. Ergo, supongo, la marcha no será tan robusta este año. Ojalá me equivoque.

Lo que no quita que el gobierno de la Ciudad de México está listo con 2 mil 300 policías femeninas, pues López Obrador ya afirmó habrá “infiltrados”.

¿Es esa la razón por la cual, desde anoche, Palacio Nacional vuelve a estar amurallado? Las vallas de acero rodean el inmueble… El Zócalo por su parte esta adornado con velas, tapizado de cartulinas y pasto sintético simbolizando tumbas de mujeres.

Para mostrar ese “ánimo conciliatorio”, el gobierno de la CDMX tiene listos 200 extintores que serán utilizados por los policías en la marcha. Lleva razón Santiago Taboada al preguntar: “¿con cuántos extintores se apaga la indolencia del gobierno de Morena?

Seguramente la 4t dirá que hoy estamos mejor y la oposición dirá lo contrario. Sin embargo, como mujer ¿con la 4t ha habido mejoras o retrocesos? Porque de poco o nada han servido tantas mujeres en el gabinete si solo han actuado de floreros. Igual de inútil la propuesta de exigir que la mitad de todos los gabinetes estén conformados por mujeres si no tienen la capacidad de acción o sirvan de “Juanitas” o para asentir a todo lo que diga el presidente/gobernador/alcalde morenista.

Tan inútil como decir que igualdad de derechos no es suficiente, que se requiere igualdad sustantiva. ¿? Con todo respeto (diría el macuspano), pero lo que se requiere que es igualdad de derechos se cumpla. Nada más, pero tampoco nada menos.

Las propuestas de las candidatas y el candidato presidenciales para apoyar a la mujer tienen aciertos, lugares comunes y otros elementos que solo es palabrería. Se requieren hechos: inversión en diversos rubros, desde las guarderías que tanto ayudan a las madres trabajadoras (y criticadas sin razón por Claudia) hasta apoyar a las niñas y jóvenes para que estudien las carreras del futuro (sí, la ingeniera lo propuso).

Si a los hechos nos remitimos, lleva razón Xóchitl al señalar que: “Claudia Sheinbaum convirtió a la CDMX en el epicentro de la desaparición de mujeres. En su gobierno la capital se convirtió en la entidad que más mujeres desaparecen de México. Nos faltan más de 1,400. No pudo con la ciudad, imagina que podría pasarle al país…”

Otro 8 de marzo, el primero donde Xóchitl no participa para que la marcha no pierda su esencia de ser una conmemoración/demanda por y para las mujeres.

Otro 8 de marzo donde ni Claudia ni ninguna mujer de la 4t marchará porque hacerlo no agradaría al inquilino de Palacio… (en marzo dd 2020, Beatriz Gutiérrez anunció en redes sociales que participaría en la marcha de ese año y horas después se desdijo).

Otro 8 de marzo donde la violencia en contra de la mujer campea a sus anchas y sabremos de más mujeres violentadas, asesinadas. ¿Qué debemos exigirles a quienes hoy buscan nuestro voto?

Giros de la Perinola

1. Xóchitl advirtió que si alguien de su equipo ofende a una mujer —tipo lo que lo que apenas hizo Epigmenio Ibarra desde el oficialismo con ella— no seguiría trabajando con ella. La hidalguense lamenta lo dicho por el productor por ser el vocero de la otra candidata y porque Sheinbaum guardó silencio ante esto, cuando ella sí condenó a Vicente Fox cuando este se refirió a Sheinbaum como “judía búlgara”.

2. ¿Cómo se ensañarían en el oficialismo si alguien le dijera “esperpento” a su candidata? Ahí no habría defensa o impunidad para el agresor.

3. La Universidad Ibero invitó a los candidatos para presentar sus propuestas en un ambiente de diálogo, libertad y respeto. Hace 12 años Peña Nieto se escondió en los baños, hoy, una candidata se esconde al NO confirmar su presencia. Adivinen quién es. La misma que tampoco fue al foro organizado por el consejo consultivo de CitiBanamex.

Director: Juan Luis Parra

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