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La sucesión en las Fuerzas Armadas

Los nombramientos de los próximos secretarios de la Defensa Nacional y de la Marina Armada de México serán los últimos que decida, de su futuro gabinete, la presidenta electa, Claudia Sheinbaum. La razón para dejar hasta el final tan importantes designaciones, es que no puede haber dos mandos simultáneos en ninguna estructura militar y para que no se dupliquen esos mandos, entre los titulares en funciones y los que llegarán a partir del primero de octubre, el anuncio de los nuevos jefes del Ejército y la Marina se conocerán hasta que falten unos días para el arranque del nuevo gobierno.

Entre las cúpulas militares como en los corrillos políticos y las redes sociales, se han empezado a manejar nombres de los generales que estarían en la línea sucesoria para relevar al general Luis Crescencio Sandoval, así como de almirantes que pueden sustituir al almirante Rafael Ojeda Durán. En las dos instituciones castrenses hay ya movimientos internos, promociones y golpeteos entre los grupos que apoyan e impulsan a los militares que están en posibilidades de llegar a ser titulares en el próximo gabinete presidencial.

Hasta ahora no se ubica a ningún general o almirante que tenga una relación cercana o conocida con la doctora Sheinbaum e incluso se comenta en el equipo de transición que en los nombramientos de la Sedena y la Semar, podría incidir el presidente López Obrador, quien si tiene una relación muy estrecha con las cúpulas castrenses. Y es que fue precisamente el actual mandatario quien, en 2018, al momento de escoger a sus dos secretarios de las Fuerzas Armadas, decidió modificar los mecanismos de sucesión que por casi un siglo funcionaron en las instituciones militares.

Porque en lugar de escoger de entre los 4 o 5 candidatos que le presentaron en su momento el general Salvador Cienfuegos y el almirante Vidal Soberón, el entonces presidente electo ignoró las “sugerencias” de los dos titulares del Ejército y la Marina, y optó por pedirle a su general de toda la confianza, Audomaro Martínez Zapata, que le ayudara a elegir los nombres de sus secretarios de Defensa y de la Marina. López Obrador alteró así un procedimiento no escrito, pero que funcionó durante la era de los gobiernos priistas y panistas y cortó, con su elección en 2018, los escalafones que marcaban, por trayectoria, méritos y tradiciones, qué generales o almirantes reunían los requisitos para llegar a ser titulares de las Fuerzas Armadas.

Así que a Claudia Sheinbaum le tocará decidir -tal vez tomando en cuenta la opinión o “sugerencias” de su mentor político- la segunda sucesión en las instituciones militares en la 4T, y aunque ya explicamos por qué los nombres de quienes serán sus secretarios de Defensa y de Marina se conocerán hasta el final de todos sus nombramientos, hay varios perfiles que ya se manejan en los medios y redes sociales, y cuyos nombres y menciones son también ya parte del juego y la competencia soterrada que ya tiene lugar en las dos secretarías.

Por ejemplo, para la Sedena se manejan los nombres del general Gabriel García Rincón, actual subsecretario de la Defensa y muy cercano al general Luis Crescencio; junto a él también aparece el nombre del general Ricardo Trevilla Trejo, Jefe del Estado Mayor conjunto, un experimentado militar que ya en 2018 estaba entre la terna propuesta por el general Cienfuegos. Celestino Avila Astudillo, es un comandante del Ejército que también es mencionado, al igual que el general Salvador Fernando Cervantes Loza, Director General de Ingenieros militares; el general René Trujillo Miranda, actual director del fallido AIFA, y el general Jaime González Avalos, Inspector y Contralor del Ejército y la Fuerza Aérea.

Para la Semar, se escuchan los nombres del Almirante, César Pescina Avila, nombrado subsecretario de Marina apenas el pasado mes de mayo; el almirante Guillermo Escamilla Cázares, mando de la Segunda Región Naval; el almirante Raymundo Pedro Morales Ángeles, actual director del Corredor Interoceánico; y el almirante, José Luis Vergara Ibarra, quien era una de las cartas que le propuso en 2018 el entonces secretario de Marina, Vidal Soberón, al presidente López Obrador.

Justo ayer, durante su gira con el presidente López Obrador el Oaxaca, la presidenta electa anunció que a partir del 1 de octubre planea proponer una reforma constitucional para que la Guardia Nacional vuelva a ser parte del Ejército mexicano y deje de ser una corporación civil, como lo establece la ley que la creo en 2019. El anuncio de Sheinbaum, si bien no sorprende, sí viene a aumentar las dudas que hay sobre qué piensa hacer la futura presidenta con su estrategia de seguridad y el papel que jugará el Ejército, pues si le devuelve la guardia a los militares, ¿qué le quedaría entonces a la Secretaría de Seguridad y Participación Ciudadana a la que mandaría a su hombre fuerte de seguridad, Omar García Harfuch? ¿Será que el actual senador electo, a quien apodaron el “Batman” por su labor al frente de la seguridad de la CDMX, va a ser otro secretario de seguridad más de ornato, como lo han sido Alfonso Durazo y Rosa Icela Rodríguez?

Veremos si la política de Sheinbaum hacia los militares, empezando por los nombramientos de sus dos secretarios castrenses, y siguiendo por la prevalencia que hoy tienen las Fuerzas Armadas en la estrategia de seguridad, no terminan por comprometer también sus políticas para la seguridad federal, en las que la primera presidenta mexicana tiene el reto y la urgencia de cambiar la percepción de un gobierno que abrazó a los criminales, mientras perseguía a opositores y periodistas críticos. ¿Tendremos otros seis años de impunidad y protección al narco, con una guardia nuevamente militarizada y un secretario muy visible como García Harfuch dedicado solo a llevarle las minutas y las acciones normativas a los militares como lo han hecho los dos secretarios de seguridad del obradorato?

NOTAS INDISCRETAS… Más que extraño y desafortunado, por decir lo menos, resultó el activismo de la ministra Lenia Batres, a quien ayer se vio participando en una reunión partidista de Morena para explicar la controvertida reforma al Poder Judicial. El momento resultó incómodo y hasta penoso, no sólo porque Batres, siendo parte de la Suprema Corte que desaparecerá con esta reforma, se pone a explicar y a alabar sus bondades y la urgencia de llevarla a cabo, sino porque además la ministra, tal y como lo hace en cada sesión del pleno de la Corte en las que ha participado, exhibió en esas reuniones partidistas su total ignorancia sobre cómo funciona el Poder Judicial y sus estructuras profesionales, como el sistema de Carrera Judicial, de la que por cierto ella carece. Para colmo, cuando la llamada “ministra del pueblo” trataba de explicar por qué todo está mal en el actual Poder Judicial, se le aparecieron en la reunión un grupo de trabajadores de las instituciones judiciales que comenzaron a increparla por las imprecisiones y yerros en sus dichos. “¡Se llama carrera judicial!”, le gritó una mujer, cuando Lenia intentaba afirmar que “a todos los magistrados los elige el consejo de la Judicatura Federal”, mientras que otros trabajadores judiciales le gritaban “burra” y “usted es una ignorante” a la señora ministra. Al final, aunque la juzgadora de la Corte se contuvo y no se le escuchó proferir ningún insulto a los trabajadores judiciales, la pregunta que muchos se hicieron al ver los videos que circularon profusamente en redes sociales es ¿Lenia llegó a dinamitar desde adentro a la Corte y al Poder Judicial? Parece que de eso ya no hay duda… Por cierto que entre los gobernadores a los que les han tocado abucheos y rechiflas en las giras conjuntas de la transición que realizan López Obrador y Sheinbaum, ahora fue el turno del gobernador de Oaxaca, Salomón Jara. Al mandatario morenista lo recibieron con gritos de “¡Fuera, Fuera!”, sus propios paisanos en Santa Cruz Xoxocotlán, lo que habla de que no va muy bien la imagen del gobernador entre los oaxaqueños. Al pobre Salomón se le iba y venía el color de la cara ante los abucheos y muestras de rechazo en su contra no sólo frente al presidente saliente sino también ante la mandataria electa. Porque una cosa es que le griten a uno o dos gobernadores priistas en un acto del presidente, como le pasó a Manolo Jiménez y a Esteban Macías, de Coahuila y Durango, la semana pasada, y otra muy distinta es que en un acto en el que, se supone, solo hay simpatizantes del obradorismo, abucheen al primer gobernador morenista de Oaxaca. Como diría el propio Andrés Manuel: “eso sí calienta”… Doble Escalera mandaron los dados. La semana promete.

Ernestina, ¿la consejera incómoda?

La figura de los consejeros jurídicos de la Presidencia se ha convertido, en los últimos sexenios, en una posición clave, con mucha visibilidad e influencia para los presidentes de la República. Los abogados que asesoran al Ejecutivo Federal sobre la redacción, elaboración y, en algunos casos, también para la operación y negociación política de sus iniciativas y reformas legales y constitucionales, tienen una posición privilegiada en el staff presidencial, desde la cual lo mismo pueden convertirse en súper asesores u operadores políticos, en los responsables de la relación con la Suprema Corte de Justicia, y a veces también en traficantes de influencias o hábiles negociantes para lucrar con los temas jurídicos y de legalidad aprovechando, en todos esos casos, su cercanía y confianza con el Presidente en turno.

No fue casualidad que entre los primeros 6 nombramientos que realizó de su gabinete, la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, haya incluido el nombramiento de la que será su Consejera Jurídica en la Presidencia a partir del próximo 1 de octubre, lo que confirma la importancia que tiene esa posición en el funcionamiento de cualquier gobierno; pero tampoco es casual que de los 6 nombres anunciados el pasado jueves, tres hombres y tres mujeres, el que más controversia, dudas o cuestionamientos haya generado entre la opinión pública y el mundillo político, haya sido justamente el de la abogada Ernestina Godoy.

Y no porque la exfiscal capitalina no tenga toda la confianza y cercanía con la futura Presidenta, que es una de las características que los gobernantes siempre buscan para esa consejería, ni tampoco porque le falten conocimientos o experiencia en materia jurídica a la egresada de la Facultad de Derecho de la UNAM y fundadora de organismos como la Asociación Nacional de Abogados Democráticos, exdiputada local y federal, además de senadora electa y exfuncionaria de las áreas jurídicas del antiguo Distrito Federal. Lo que convirtió a la próxima consejera Godoy Ramos, en el nombramiento menos festejado de los primeros anunciados por la doctora Sheinbaum, fue su reciente actuación como la primera fiscal general de Justicia de la CDMX.

Porque si bien cuando llegó a ese cargo, en diciembre del 2018, primero como Procuradora General de la ciudad y luego como la primera titular de la primera Fiscalía General que ha tenido la Ciudad de México, Ernestina Godoy generó muchas expectativas, sobre todo con su discurso de procurar justicia con perspectiva de género y dando prioridad a la defensa de las mujeres contra la violencia y castigo a los delitos que las afectan, con el paso de los más de cinco años que duró en el cargo, su imagen pública y la valoración de su trabajo fue cayendo ante sus actuaciones específicas en casos de persecución a opositores políticos y en el manejo y la manipulación de algunas averiguaciones previas con motivaciones políticas o extrajurídicas.

Pero lo que más afectó a la imagen de Godoy -y le costó incluso perder su intento de reelección en el cargo el año pasado, ante un Congreso local dividido- fue la falta de autonomía e independencia que mostró justamente ante la Jefa de Gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum, que en ese entonces no era necesariamente su “jefa”, pero por motivos políticos e ideológicos, la fiscal terminó sometiéndose a las decisiones e instrucciones que recibía desde el Palacio del Ayuntamiento, alterando y distorsionando por completo la figura de independencia e imparcialidad con la que fue concebida la primera Fiscalía “autónoma” para la capital de la República.

Paradójicamente lo que fue el origen de su debilidad y desgaste como fiscal, su cercanía y lealtad incondicional con Sheinbaum, le valió primero una candidatura para el Senado por la CDMX, que ganó por amplio margen junto a su compañero de fórmula, Omar García Harfuch, y ahora la impulsó para ser designada como la segunda Consejera Jurídica que habrá en la historia de la Presidencia de México, después de la actual titular de ese cargo, María Estela Damián.

Pero, más allá de la controversia y las críticas que siguieron a su nombramiento, ¿qué tan poderosa será Ernestina Godoy como consejera presidencial? La pregunta vale porque en los últimos gobiernos, siempre los consejeros jurídicos tuvieron un papel muy relevante no sólo en la materia jurídica, sino algunos de ellos también en la operación política. Juan de Dios Castro, un reconocido abogado de filiación panista, fue el consejero Jurídico de Vicente Fox; con Felipe Calderón pasaron por ese cargo primero Daniel Cabeza de Vaca, que después fue Procurador de la República, y Miguel Alessio Robles Landa.

Ya con el presidente Enrique Peña Nieto, la consejería Jurídica estuvo a cargo de Humberto Castillejos Cervantes, que se convirtió no sólo en un muy cercano e influyente consejero del oído presidencial, sino en el operador político que presionaba a ministros de la Corte o a magistrados electorales. Fue tanto el poder que acumuló Castillejos que entre los abogados litigantes lo llegaron a llamar “el ministro número 12”, y con la enorme influencia que logró sobre Peña, logró controlar a la Procuraduría General de la República, a donde impuso a su primo Raúl Cervantes Andrade, al que luego intentó infructuosamente convertirlo en el primer Fiscal General de la República -de donde salió el mote de “Fiscal Carnal” que después le aplicaron a la propia Ernestina-, mientras que a su otro primo lo llevó a ser Fiscal de Justicia del Estado de México, comisionado presidencial en el convulso Michoacán y después titular de la CONADE.

Ya en la 4T, la Consejería Jurídica de la Presidencia continuó siendo una oficina con mucho poder político y operativo. Julio Scherer Ibarra, con su gran cercanía con el presidente López Obrador y su larga experiencia como abogado litigante, aprovechó también el cargo para convertirse en el operador de todas las confianzas del inquilino de Palacio Nacional. Por las manos de Scherer tenían que pasar todos los asuntos que quisieran llegar al oído o la decisión del Presidente, no sólo los de tipo legal o constitucional, sino también los de asuntos de negocios, contratos, concesiones y cualquier otro tema para el que el poderoso consejero jurídico siempre era buscado y referido como “el asesor más cercano e influyente” del Presidente.

Hoy, en medio del ruido y las voces que cuestionan el nombramiento de la futura Consejera Jurídica, está la duda de si Ernestina Godoy tendrá un papel tan relevante e influyente políticamente, como el que tuvieron sus antecesores. Y aunque su perfil no es tan político, la abogada también sabe operar y sin duda tendrá toda la cercanía del oído presidencial en el próximo sexenio. Lo que falta por ver son dos cosas: primero, si doña Ernestina se conduce mejor en los temas de legalidad, constitucionalidad y ética profesional en su nuevo cargo, con todo lo que quedó a deber en la Fiscalía capitalina; y segundo, si no repite los patrones de otros consejeros que aprovecharon el cargo también para negociar algo más que iniciativas y leyes.

NOTAS INDISCRETAS…

A propósito de la doctora Sheinbaum, en su gira de ayer con el presidente López Obrador por Oaxaca y el corredor Interoceánico, se supo de una “reunión privada” que sostuvo con López Obrador al interior de la Refinería Lázaro Cárdenas, de Veracruz, para hablar, según la versión oficial, de “la política de refinación” en su próximo gobierno. Y no es que esté mal que se reúnan el privado el mandatario saliente y la presidenta electa, y mucho menos que coordinen los temas de políticas públicas y la transición de la administración federal, pero al final, con el “sospechosismo” que caracteriza a la política mexicana, uno no puede dejar de observar que mientras en la semana la doctora gana terreno con mensajes de cierta autonomía e independencia en los nombramientos de su gabinete, en sus recorridos del fin de semana se le vuelve a ver demasiado cerca del Presidente y con pláticas privadas que no dejan de despertar las suspicacias de sobre sí ya está decidiendo ella o todavía tiene que consultar sus decisiones. ¿Qué piensa al respecto el amable lector?…Y hablando de la Presidenta electa, la semana pasada hablamos en esta columna del tema de la corrupción en las Aduanas federales y la existencia de un “informe” sobre la infiltración del narcotráfico y el huachicol fiscal y de drogas en la llamada Agencia Nacional de Aduanas, que le entregó el ex director de Aduanas, Rafael Marín Mollinedo, al equipo de la doctora, en el que denuncia los casos de dos exdirectores señalados de haber permitido y fomentado no sólo las importaciones ilegales de combustibles procedentes de Estados Unidos a través de las aduanas de Reynosa, Matamoros y Nuevo Laredo, sino también el tráfico de armas y drogas como el fentanilo, a través de las aduanas de Tijuana y Sonoyta, entre otras. Pues ayer, en estas mismas páginas, el colega Raúl Rodríguez Cortés, en su columna “Gran Angular” publicó que la DEA estadounidense está investigando a fondo la corrupción y el tráfico ilegal en las aduanas mexicanas, precisamente a partir de la información que le revelaron entre otros Rafael Marín Mollinedo y Ricardo Ahued, ambos exdirectores del sistema aduanero que tuvieron que salir corriendo por piernas, al haber descubierto la infiltración del crimen organizado en varias aduanas del país, lo mismo para traficar drogas que huachicol fiscal a través del contrabando de gasolinas. Según Rodríguez Cortés, la DEA prepara un anuncio fuerte sobre la forma en que se operaba todo ese tráfico ilegal en las administraciones de otros dos exdirectores de las Aduanas, apuntando al Cártel de Sinaloa y en particular a “Los Chapitos” como los responsables de pasar fentanilo por las aduanas mexicanas hacia los Estados Unidos, además del tráfico de miles de millones de metros cúbicos de gasolinas que entraron sin reportar al SAT a México por las aduanas tamaulipecas y que luego se venían en el mercado negro nacional. Y según el columnista, uno de los dos exdirectores de Aduanas que son investigados por la DEA, ya buscó contacto con la agencia antidrogas estadounidense y con tal de lavarse la cara y el nombre, les dio información a los agentes gringos primero tratando de salvarse él mismo, al afirmar que “sólo recibía indicaciones” y luego revelando nombres de políticos mexicanos que participaban de esa corrupción aduanera. Y entre los que echó de cabeza el exfuncionario de principios del sexenio, está un actual senador por el Estado de Tamaulipas, de quien dijo, tenía el control de las aduanas de Reynosa, Matamoros y Nuevo Laredo, por donde se pasaba el huachicol. Curiosamente entre los informes que recibió la DEA de Mollinedo y Ahued, también se señala a ese senador tamaulipeco, del que dicen en alguna ocasión le pidió a Mollinedo que tenía que “respetar a los administradores y subadministradores de esas aduanas”, con el argumento de que apoyaban a la campaña de uno de los precandidatos de Morena a la Presidencia. Pero como el precandidato en cuestión era paisano y amigo de Mollinedo, éste le respondió: “Pues yo conozco muy bien al precandidato, dile que me lo pida él personalmente”. Unos meses después Marín Mollinedo renunció intempestivamente, justo unos días después de que asesinaran a un administrador de la aduana de Manzanillo, Colima. Así que parece que la cloaca de las aduanas y la corrupción de al menos dos exdirectores de esa área, será finalmente destapada pero no en México, sino en Estados Unidos…Los dados cierran con Escalera Doble ante la llegada del Verano. Buena semana.

El rumor de la discordia llegó al Poder Judicial

La confirmación de que el controvertido Plan “C” será sometido a votación en el próximo periodo de sesiones del Congreso, ha provocado un ambiente de tensión, miedo, incertidumbre y hasta divisiones al interior del Poder Judicial de la Federación. Desde la Suprema Corte de Justicia de la Nación, hasta el Consejo de la Judicatura Federal, pasando por el Tribunal Electoral y entre los jueces y magistrados de todo el país, hay preocupación por lo que provocará la Reforma Judicial de López Obrador y Claudia Sheinbaum, que sienten ya no sólo como una venganza política del mandatario saliente, sino como algo que amenaza sus trabajos, carreras y trayectorias.

Las posiciones sobre la defensa del Poder Judicial se han dividido en todos los niveles de la institución constitucional. Entre los 11 ministros de la Corte hay fuertes divergencias sobre lo que vendrá en el mes de septiembre. De un lado están los ministros independientes o que apostaron a la derrota del Presidente, entre los que hay posiciones fuertes como los que hablan de un “golpe de Estado” al tercer poder constitucional y, aunque ninguno de ellos se ha expresado públicamente, fuentes internas nos dicen que en ese grupo, donde se ubica a la presidenta Norma Piña y a los ministros Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Alberto Pérez Dayan, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Juan Luis González Alcántara y Javier Laynez Potisek, literalmente “todos están en shock” ante el avance cada vez más real de la iniciativa constitucional que desaparecerá a la actual Suprema Corte.

Luego está la ministra Margarita Ríos Farjat, que mantiene una posición más intermedia y que, aunque votó en varios temas en contra de los temas y controversias que involucraban al gobierno federal, al final mantiene ciertos vasos de comunicación con la 4T y nunca asumió una posición ni radical ni de confrontación con los ataques del presidente López Obrador. Y el tercer bloque lo conforman las ministras afines a la 4T, Yasmín Esquivel Mossa, Loretta Ortiz y Lenia Batres, entre las cuales, si bien también les impactará y afectará la reforma lopezobradorista, porque perderán sus cargos, al final aceptan de mejor manera el fuerte cambio que se avecina para la Corte.

Pero junto con los anuncios del golpe que destruirá al Poder Judicial que hoy conocemos, para poner en su lugar nuevos funcionarios con un modelo de voto popular que aún entraña demasiadas dudas y peligros, también llegó a los pasillos de las instituciones judiciales el rumor de la discordia. Entre los jueces y magistrados federales que conforman la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Circuito del PJF, se dividieron tanto las posiciones sobre cómo deben defenderse de este embate constitucional, que el presidente de la Jufed, Daniel Sánchez, renunció a su cargo, luego de que su postura fuera a favor de “tender puentes de diálogo con la 4T” y con sus legisladores.

La presión de sus compañeros más radicales, que exigen tomar acciones como paros laborales y una campaña mediática contra el Plan “C”, hizo que el magistrado Sánchez prefiriera dejar el cargo por no coincidir con la estrategia de resistencia y confrontación que quiere la mayoría de los juzgadores de la Jufed. Y es que en la organización de los jueces y magistrados están tan enojados que incluso se corre fuerte el rumor y la exigencia de que quieren pedir la renuncia de la ministra presidenta, Norma Piña, a la que acusan de ser “la responsable del enfrentamiento con otros poderes” que hoy ha puesto a todo el Poder Judicial en la picota de la 4T.

Los magistrados y jueces más radicales, señalan que “la falta de experiencia política de la ministra Piña, junto con sus rutinas vespertinas, tienen hoy de rodillas a los juzgadores federales” frente al embate presidencial, y responsabilizan a la presidenta de la Corte de haber tomado posiciones, discursos y decisiones que ahondaron el enfrentamiento con el Poder Ejecutivo, incluso dentro del contexto de las pasadas elecciones, cuando se dio a conocer la investigación del Consejo de la Judicatura contra el expresidente Arturo Zaldívar, colaborador de la campaña de la presidenta electa Claudia Sheinbaum.

Muchos de esos magistrados y jueces que antes apoyaron a Norma Piña y respaldaron su defensa de la autonomía e independencia de los jueces, hoy son los mismos que piden su renuncia y la culpan del desenlace fatal que tendrá para todas las instituciones del Poder Judicial su enfrentamiento directo con el presidente López Obrador.

Y en medio de todo eso, están los trabajadores de base del Poder Judicial Federal, que si bien la polémica reforma constitucional, en teoría no les afectaría a ellos, también expresan temor, estrés e incertidumbre sobre lo que vendrá en sus áreas de trabajo y cómo estos cambios afectarán su estabilidad laboral.

Así que, contrario a lo que reza la ya célebre frase “Que nunca llegue el rumor de la discordia”, inscrita en el frontispicio del majestuoso Teatro Degollado de Guadalajara, podría decirse que a las instituciones del Poder Judicial -que tienen sus días contados por un capricho y una venganza presidencial, revestida de “democracia y mandato popular” pero que más bien busca controlar y someter a la Suprema Corte y a los jueces y magistrados a los intereses del régimen y de su movimiento político- les llegó el rumor de la discordia.

NOTAS INDISCRETAS…

La respuesta que ayer le dio el Presidente a la DEA estadounidense y su memorando interno en el que alertan sobre el peligro de que los cárteles del narcotráfico mexicanos postulen a sus abogados como candidatos a jueces, ministros y magistrados, aprovechando la reforma judicial que se pretende aprobar en septiembre, confirma claramente que el mismo López Obrador sabe del riesgo que representa su idea populista y demagógica de cambiar a la Suprema Corte actual y al Poder Judicial de la Federación, para que sus nuevos integrantes sean electos por el voto popular. Porque el mandatario mexicano reconoció de entrada que sí existe el peligro del que advierte la DEA, pero lo que no le gustó es que la agencia antidrogas de los Estados Unidos, con la que tiene una confrontación abierta, opinara sobre un tema que, dice, sólo le compete a los mexicanos. “¿Quiénes son ellos para decidir sobre asuntos que corresponden a los mexicanos? ¿Quién les autorizó a meter su cuchara en nuestros asuntos?”, dijo ayer el Presidente en su conferencia matutina. Y es que las alertas que lanzaron en la DEA no son sólo una ocurrencia y tienen todo el sentido en un país donde el narco y sus capos ya se infiltraron en el sistema electoral y hoy dominan incluso niveles completos de gobierno, como las presidencias municipales, además de financiar campañas para gobernadores estatales. Pero además, la advertencia de la agencia antidrogas también tiene que ver con la experiencia de Bolivia, el único país del mundo que hoy elige a sus ministros, jueces y magistrados por el voto popular. Luego de que se aprobó ese mecanismo, también vía una reforma constitucional, en el gobierno de Evo Morales, la DEA documentó que los productores de la cocaína boliviana postularon a la mayoría de los candidatos a ministros que hoy conforman el Poder Judicial boliviano. De ahí que adviertan que ese mismo fenómeno se puede repetir en México. Pero como dijo el Presidente, ¿quiénes son ellos y que saben de los poderosos tentáculos del narcotráfico en el mundo?….Se baten los dados. Repite la Serpiente.

La soberbia de las mayorías y el derecho de las minorías

La imagen de ayer, para el contexto político de México, fue la “aplanadora” de Morena, tomando formas humanas en una fotografía del encuentro de Claudia Sheinbaum, la virtual presidenta electa, con los próximos diputados y senadores de Morena que formarán, a partir de septiembre, una de las mayorías absolutas más contundentes y aplastantes de la historia legislativa de este país, comparable sólo a las mayorías tricolores de la era priista, en el viejo régimen del “Partido de Estado”, pero incluso mucho más abrumadora y beligerante que cualquiera de las mayorías del viejo PRI.

El momento captado por las cámaras fotográficas al mediodía de ayer, en el céntrico edificio del WTC de la Ciudad de México, refleja muy gráficamente lo que se avecina para el gobierno y la vida pública de este país: la próxima mandataria Sheinbaum rodeada de los más de 400 diputados y senadores de Morena, el PVEM y el PT y de los próximos liderazgos de la Cámara de Diputados y del Senado de la República, conformando una masa humana que bien podría asemejarse a una mole que está dispuesta a arrasarlo y derribarlo todo a su paso.

Es como si de lo que se tratara la “transformación del país”, es destruir todo lo poco que funcionaba bien en este país y sustituirlos con modelos que fracasan estrepitosamente, como ocurrió en este sexenio en el sector salud, donde eliminaron el Seguro Popular por el fracasado Insabi, la distribución privada de medicamentos al sector público, por sospechas de corrupción nunca probadas ni denunciadas, y el cambio de la estrategia de seguridad federal de la confrontación y la lucha contra el crimen organizado, pasamos a la estrategia de los “abrazos, no balazos”, que desapareció la fuerza del Estado para cederle el territorio y la explotación de los mexicanos, vía los impuestos de la extorsión y el derecho de piso.

Y si a esa imagen se le suma el discurso del dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, en el evento del WTC, proclamando que las mayorías contundentes y soberbias de Morena no piensan molestarse en consultar a las minorías de la oposición en el próximo Congreso de la Unión su opinión sobre las 20 Reformas Constitucionales que pretende el presidente López Obrador, porque dan por descontado que no estarán de acuerdo con las propuestas del oficialismo, entonces habría que preocuparse de un movimiento y un sistema que pretende instaurar una “tiranía de las mayorías”, sin escuchar o tomar en cuentas las voces disidentes y que no comparten la visión ni la versión oficial.

Pero en los momentos de mayor tentación autoritaria, cuando incluso economistas e intelectuales orgánicos de la 4T les advierten que no se puede iniciar un nuevo gobierno sobre la destrucción y “transformación” de uno de los tres poderes del Estado e incluso, el ex integrante de la Junta de Gobierno del Banco de México, Gerardo Esquivel, les recuerdan la máxima del hombre araña, de que “un gran poder conlleva una responsabilidad” para que no confundan el mandato electoral mayoritario con una mayoría soberbia y dictatorial que apruebe reformas sin medir ni calcular sus efectos económicos, surgen algunas señales, al menos en el discurso, de que la soberbia de las cúpulas morenistas, no será la regla ni la divisa del próximo gobierno.

Porque ayer, luego del desplante de Mario Delgado y de la contundencia de la imagen de un movimiento al que el electorado le concedió “todo el poder”, se escuchó la voz de la futura presidenta, que no sólo moderó sino condenó el tono altanero y sobrado del dirigente nacional de Morena. En contraposición total a lo que pregonó Delgado, la doctora Claudia Sheinbaum pidió “humildad” y “austeridad” ante el inmenso voto popular que respaldó a su movimiento: “Para terminar, a todas y a todos, debemos seguir siendo ejemplo, todos, de austeridad, el poder es humildad, y nuestro mandato, como servidores públicos, es servir al pueblo de México. No lo olvidemos nunca”, dijo la presidenta electa a todos los morenistas que tendrán las mayorías absolutas en el Poder Legislativo en los próximos tres años.

El mensaje de Claudia Sheinbaum, si no es más que retórica, es un rayo de luz para los derechos de las minorías y el derecho a disentir en este país que pretenden desconocer los que se jactan de ser la mayoría. Y de ser honesto y sincero el llamado de la futura presidenta –que deseamos que lo sea– significa entonces que la moderación desde la Presidencia de la República se impondrá a los grupos y liderazgos de Morena que proponen arrasarlo todo en aras de lo que ellos llaman “la transformación” del país, pero que en la realidad puede terminar no siendo ni lo más urgente, ni lo más positivo ni lo más benéfico para el país en estos momentos en los que lo que necesita México es un gobierno que dé certidumbre a los miles de millones de dólares en inversiones de todo el mundo que intentan llegar a México como la nueva puerta de entrada al codiciado mercado de consumidores de los Estados Unidos.

Para decirlo más que claro, Sheimbaum mandó ayer dos tipos de mensajes: el interno, que fue llamar a la unidad interna para que no se resquebraje la poderosa mayoría de Morena por diferencias con el PT o el PVEM; y el mensaje externo, hacia el resto de los mexicanos ofreciendo “humildad y austeridad” en el ejercicio del Poder. Lo primero se le agradece y se le reconocerá a Sheimbaum si llega a cumplirlo, y lo segundo, será una austeridad obligada por el presupuesto federal casi en ceros que le dejará el presidente saliente, López Obrador… Se baten los dados. Capicúa y se repite el tiro.

La DEA alerta: el narco postulará a sus jueces y ministros

La poderosa agencia antidrogas estadounidense, DEA por sus siglas en inglés, alertó en un memorando interno que circula entre sus directivos y agentes, que la elección de jueces y ministros por el voto popular, que propone la reforma judicial que impulsan el presidente López Obrador y la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, abriría la puerta a que los cárteles mexicanos que hoy dominan y controlan buena parte del territorio nacional, preparen y postulen a sus abogados y juristas como candidatos a ministros, magistrados y hasta jueces del nuevo Poder Judicial de la Federación que se pretende crear a partir del próximo mes de septiembre.

Una fuente directa de la DEA en Texas, confirmó el contenido del memorando en el que la agencia del gobierno de Estados Unidos fija su postura sobre el llamado “Plan C” de López Obrador, y en el que se pone la voz de alerta porque, dice, “los 13 cárteles que dominan la República Mexicana se preparan para tomar por asalto los Poderes Judiciales locales”, y señala que los cárteles más grandes, Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, Del Golfo, Noroeste y todas sus ramificaciones, ya preparan a sus abogados para impulsarlos como candidatos a juzgadores, magistrados y hasta ministros, aprovechando la reforma constitucional que aprobará en septiembre la mayoría de Morena.

El texto afirma que los cárteles “ya saben ganar elecciones” en los estados donde dominan, porque además de imponer alcaldes, controlan las policías locales y las Secretarías de obras municipales, por lo que es de esperarse que en las entidades de las que tienen control busquen intervenir en la elección de integrantes del Poder Judicial postulando y promoviendo a sus propios candidatos, incluso con el apoyo de algunos partidos políticos que gobiernan en esos estados. Porque, según la DEA, el riesgo de ver “candidatos del narco al Poder Judicial” no sólo se daría en estados donde gobierna Morena, a cuyos candidatos han apoyado en algunos casos los cárteles, como Nayarit, Sinaloa, las dos Baja Californias, Sonora y Tamaulipas, sino también en entidades gobernadas por el PRI, como Coahuila y Durango; donde gobierna el PAN, como Guanajuato y Chihuahua, o también en estados donde gobierna MC, como Jalisco y Nuevo León.

Justo ayer, en su conferencia mañanera, el presidente López Obrador reconoció que sí “hay riesgos” en abrir las elecciones de ministros, jueces y magistrados al voto electoral y popular, pero dijo que se va a blindar la reforma judicial para evitar que eso ocurra. “Yo sostengo, por ejemplo, que va a ayudar mucho la elección, la pura elección. Se corren riesgos, como en todo, por eso no quieren tanta democracia algunos. Salió un artículo en un periódico famoso, hablando de la democracia en México y decían: ‘Sí, sí, sí, la democracia, pero no tanta’, o sea, la crítica está en que, según ellos, hay mucha democracia”, dijo ayer el mandatario ante una pregunta de un reportero en su conferencia matutina.

Justo el fin de semana, el presidente estuvo visitando Nuevo Laredo, en la frontera con Texas, acompañado de la doctora Claudia Sheinbaum. La enemistad entre la DEA y López Obrador es de sobra conocida y se originó con la decisión de la actual administración mexicana de limitar y cancelar los permisos de un buen número de los agentes estadounidenses pertenecientes a esa agencia que estaban asignados a tareas de investigación y seguimiento del narco mexicano en el territorio nacional, por lo que el citado memorando interno cuyo contenido se ha filtrado a medios y periodistas estadunidenses se inscribe claramente en esa guerra entre la agencia antidrogas y el gobierno lopezobradorista.

En todo caso, más allá del contexto político, lo que está claro es que sí hay riesgos y peligros cuando se busca “democratizar” la elección de funcionarios judiciales que, por antonomasia y tradición, deben de tener perfiles muy claros no sólo de honestidad, sino de preparación académica y conocimientos del derecho, en sus distintas ramas, y de la teoría Constitucional. Porque si lo que alerta la DEA llegara a ocurrir, en un país donde claramente está probado que el narco vota e influye en las elecciones, y si no que se lo pregunten a los 38 candidatos asesinados en el reciente proceso electoral por el crimen organizado o al alcalde electo que ayer mataron en Guerrero, si no es real que los cárteles de la droga ya participan, deciden e influyen en los resultados electorales.

Y aunque el presidente habla de “blindar” su reforma para evitar esos peligros de un supuesto “exceso de democracia” en la elección de un nuevo Poder Judicial, si no pudo hacerlo su gobierno en las elecciones normales de cargos de elección que acaban de concluir, ¿qué garantiza que podrá evitar la infiltración de candidatos del narco a la Suprema Corte, a los Tribunales Colegiados, al Tribunal Electoral federal o a lo que sea que sustituya al Consejo de la Judicatura?

Si eso ocurre, tristemente el último reducto que le hacía falta al narcotráfico mexicano y a sus poderosas y violentas organizaciones para completar en México un narcoestado, era el Poder Judicial, que si bien ya lo tenían infiltrado, a través de algunos jueces y magistrados que aceptaban trabajar para ellos, pero estaban muy focalizados, con la primera elección “abierta, democrática y por voto popular” de los integrantes del Poder Judicial prácticamente los capos de la droga podrían controlar también a parte del último poder del Estado Mexicano que les faltaba.

Y ya con el bautizo de una elección y además teniendo ellos a sus abogados defensores, que están preparados y que son los que se dedican a cabildear y a sobornar actualmente a gobiernos, políticos y a jueces, pues ya tienen el camino abierto para buscar tener sus propios narcojueces, narcomagistrados o hasta narcoministros que ya no sólo les den fallos a modo a cambio de dinero, sino que les responderían única y totalmente a ellos y no al “pueblo bueno”, como reza el discurso oficial.

Por algo dicen que el camino del infierno está empedrado de buenas intenciones, y reformas constitucionales supuestamente bien intencionadas.

NOTAS INDISCRETAS… Una de dos: o al rector Leonardo Lomelí Vanegas le dio frío o el máximo directivo de la UNAM prefirió ser prudente con las posiciones de la casa de estudios, en estos tiempos inciertos de transición de poderes. Porque bastó que el presidente López Obrador saliera a descalificar el análisis jurídico realizado por varios integrantes del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, junto con otros juristas destacados, donde analizan y diseccionan las 20 reformas constitucionales que pretende aprobar el mandatario en cuanto se instale la nueva legislatura y su partido Morena tenga la mayoría absoluta del Congreso de la Unión, a las que les hicieron varias observaciones de posible inconstitucionalidad o hasta fallas y vicios de técnica jurídica y parlamentaria, para que la Universidad Nacional, a través de sus cuentas oficiales en redes sociales, publicara el siguiente mensaje aclaratorio, con el que se deslinda de las opiniones expresadas por sus reconocidos investigadores, varios de ellos catedráticos universitarios: “El documento sobre las 20 iniciativas de reformas presentadas por el presidente López Obrador, elaborado por académicos del Instituto de Investigaciones Jurídicas, entre otras personas, y circulado profusamente en las redes sociales, el pasado fin de semana, de ninguna manera representa el posicionamiento de la Universidad Nacional Autónoma de México ni el sentir de su comunidad. En todo caso, los textos reflejan exclusivamente la opinión de sus autores. La UNAM convocará, en su momento, a diversos foros académicos donde podrá darse una discusión abierta y plural”. Sin duda estos son tiempos de “posiciones” y también de “precisiones”… Tal como lo adelantamos en esta columna, la gobernadora Delfina Gómez anunció ayer los primeros ajustes a su gabinete, luego de cumplir un año al frente del gobierno del Estado de México. El cambio más importante lo realizó la gobernadora en  la Secretaría de Seguridad estatal donde designó al teniente coronel Cristóbal Castañeda, en sustitución de Andrés Andrade. El militar que llega acompañado de un equipo de militares y civiles, tiene el encargo de dar resultados inmediatos y llega a esa posición después de un intenso jaloneo al interior del gabinete estatal, y en su curriculum está el haber sido secretario de Seguridad de Sinaloa, entre 2017 y 2022 en el gobierno del empresario expriista, Quirino Ordaz. Sus críticos y detractores le recuerdan por haberle tocado el “Culiacanazo” el 17 de octubre de 2019, aunque sus promotores afirman que cuando asumió la seguridad, la entidad sinaloense estaba en el número 10 de delitos a nivel nacional, y a su salida la dejó en el lugar número 25. Habrá que ver su desempeño y lo que significa su llegada a la complicada y descontrolada entidad mexiquiense. Los otros cambios anunciados por Delfina Gómez fueron en subsecretarías y direcciones de su gobierno… Sin duda el reto mas importante el TEPJF está tocando la puerta con la calificación a la elección presidencial y su presidenta Mónica Soto mueve su piezas y gente de su confianza la acompañarán, ayer se anuncio que Ernesto Santana Bracamontes ocupará la titularidad de Secretaria General de Acuerdos, en lugar de Rodrigo Sanchez Gracia. quien ahora será titular de área de Transparencia y Jorge Sánchez se integra como responsable de relaciones nacionales del TEPJF a partir del sábado 22… Un grupo de diputados electos de Morena, titulares y suplentes, todos ellos cercanos al excanciller Marcelo Ebrard, firmaron ayer una carta de respaldo abierto y total a Ricardo Monreal Avila para que encabece la coordinación de la bancada morenista en San Lázaro durante la próxima legislatura. Los 23 legisladores firmantes, entre los que se encuentran nombres como Vidal Llerenas, Adrián Oseguera, Carmen Bautista, Juan Carlos Natale, Selene Ávila y Alma de la Vega, entre otros, señalan en su carta: “Consideramos que el doctor Ricardo Monreal posee las cualidades y experiencia necesaria para asumir esta responsabilidad por las siguientes razones”. Y enumeran que desde 1997 ha apoyado a Andrés Manuel López Obrador, ganando la gubernatura de Zacatecas; que ha mostrado lealtad y eficacia hacia el presidente, que fue fundador de Morena y que ha apoyado todas las iniciativas y reformas de la 4T en su papel como líder del Senado. “El doctor es un hombre talentoso y conciliador con la capacidad para organizar acuerdos y defender con firmeza nuestra convicciones. Siempre ha sido considerado y amigo y confiamos en que sabrá guiarnos en esta etapa, por lo que le expresamos nuestro voto de confianza”. Así que Marcelo y los legisladores firmantes (porque dicen que en Morena “ya no hay grupos”) ya tienen a su candidato para la coordinación parlamentaria. Habrá que ver si también es candidato de la doctora… Los dados mandaron Serpiente Doble. Descenso obligado.

La imposición del Plan C: ¿consultas o simulación?

La decisión de Claudia Sheinbaum de aceptar la imposición del presidente en los tiempos para discutir y aprobar la reforma constitucional al Poder Judicial de la Federación marcará inevitablemente el arranque de su gobierno. No sólo porque un cambio del tamaño del que se está proponiendo en el llamado Plan “C” de López Obrador altera la certidumbre y la confianza de los inversionistas nacionales y extranjeros, al desconocer cómo se comportará una nueva Suprema Corte de Justicia, o los nuevos jueces y magistrados a los que se pretende elegir por el voto popular, sino también porque a la doctora le tocará enfrentar en su administración una incertidumbre y una turbulencia financiera que bien pudo haberse evitado.

Y aunque la próxima presidenta se vio entrampada entre su lealtad incondicional a López Obrador y su ofrecimiento público de que habría mayor diálogo y calma para discutir esas reformas con todos los sectores involucrados y afectados, la salida que eligió Sheinbaum, para no quedar mal con el que sigue siendo claramente su tutor político y sus primeras declaraciones y promesas a los mexicanos ya en calidad de presidenta electa, fue decir que en estos poco más de dos meses que restan para el inicio de la nueva Legislatura del Congreso de la Unión, se llevarían a cabo sus consultas, encuestas, y un apurado y apretado proceso de parlamento abierto desde las Cámaras legislativas para escuchar los puntos de vista y las propuestas de los mexicanos en torno al cambio de gran calado que le quieren hacer al Poder Judicial.

Hasta ahora la mandataria entrante ha hablado de “consultas” a los sectores jurídicos, judiciales y académicos, además de los empresarios y otros grupos que deseen opinar y expresarse sobre la reforma judicial, aunque no ha especificado con claridad cómo se llevarían a cabo esos foros y si estarían a cargo de la actual legislatura saliente y, más concretamente, del señor Ignacio Mier, que fue el que desató toda esta turbulencia financiera al haber declarado con total soberbia e imprudencia que “en septiembre la mayoría de Morena aprobará las 18 reformas constitucionales pendientes” del presidente López Obrador.

Preocupa que la presidenta electa hable, en este tema de un cambio tan fuerte al Poder Judicial, de la “consulta” que llevó a cabo López Obrador en 2018 para determinar si cancelaba o no el Nuevo Aeropuerto Internacional de México que se ubicaba en Texcoco. Aquella fue una consulta que no fue regulada ni realizada de acuerdo con la Ley de Consultas Populares, y no tuvo ningún efecto vinculante porque carecía de cualquier rigor científico o metodológico para su realización. Mencionarla en la actual coyuntura de las reformas a la Corte y a todo el Poder Judicial hace pensar que se puedan repetir esas mismas prácticas de simulación y falsas consultas para decidir los cambios legislativos que le cambiarán no sólo las caras, sino las integraciones y los perfiles a los juzgadores mexicanos, desde los ministros de la Corte, hasta los magistrados federales, los consejeros de la Judicatura y los jueces colegiados y de distrito.

Porque dos meses, menos lo que se lleve la organización de foros, encuentros y diálogos sobre el controvertido “Plan C”, parece muy poco tiempo para hablar de un proceso real y honesto de auscultación y de consensos sobre el contenido de esas reformas. No son pocos los sectores y gremios que ya están levantando la mano para ser tomados en cuenta y escuchados en estos foros: desde investigadores y expertos en la materia constitucional, hasta organismos del sector empresarial y hasta los propios jueces y magistrados federales que han pedido ser incluidos en las consultas para expresar sus puntos de vista sobre los cambios que impactarán directamente su trabajo en la impartición de justicia a los mexicanos.

¿Realmente se va a escuchar a todos con el afán de tomar en cuenta las opiniones diversas, las recomendaciones de los especialistas y hasta las sugerencias de técnica jurídica y legislativa que algunos sectores puedan hacer? O más bien, lo que se busca con este ejercicio —que es lo único que pudo rescatar la mandataria electa ante el capricho presidencial de hacer valer su mayoría aplastante— es ¿ganar tiempo para simular consultas que ni siquiera van a ser tomadas en cuenta a la hora de redactar y aprobar, tanto en comisiones como en el pleno, los dictámenes correspondientes a la modificación de varios artículos de la Constitución?

Hasta ahora Claudia Sheinbaum, respaldada por el aparato económico de la 4T e incluso por la gobernadora del Banco de México, Victoria Rodríguez Ceja, ha minimizado y restado importancia a las caídas que ha sufrido el peso mexicano y al nerviosismo de los mercados financieros por el “Plan C”, argumentando la solidez y estabilidad de la economía mexicana que, si bien es real, tampoco se puede confiar en que una reforma constitucional mal redactada y peor ejecutada, que modifique los equilibrios y contrapesos que hoy significan los jueces, magistrados y ministros para los inversionistas nacionales y extranjeros, pueda afectar esa estabilidad macroeconómica y provocarle a la mandataria entrante, un escenario complicado y de inestabilidad en el arranque de su gobierno.

Hay quienes, no sin cierta malicia, ya comienzan a hablar del peligro que representaría un “error de septiembre” si en la soberbia y en la euforia de un triunfo aplastante en las urnas, ni el presidente saliente, ni la presidenta entrante, son capaces de dimensionar el daño que le podría causar al país y a su economía un amasijo o adefesio de reforma que podría dejar muy contento y satisfecho a López Obrador en su delirios de grandeza y de pasar a la historia como el “gran reformador” y el fundador de un nuevo régimen político de partido casi único y de Estado. El problema es si lo que aprueben en septiembre los diputados y senadores de Morena, con sus flamantes y apabullantes mayorías legislativas, no deja contentos ni seguros a los inversionistas extranjeros que hoy compran el 80% de movimientos en la moneda mexicana. Ahí sí tendríamos un problema y un arranque de sexenio complejo y complicado para la primera presidenta mexicana.

NOTAS INDISCRETAS…La decisión de Morena de impugnar la elección de gobernador en Jalisco parece más un derecho al pataleo que un recurso real con el que esperen modificar el resultado de 5 puntos que le otorgó la constancia de mayoría al actual gobernador electo, el emecista, Pablo Lemus. Y mientras a Mario Delgado lo vieron relajándose el fin de semana en Ixtapa, el propio Lemus demuestra lo tranquilo que está con los pataleos morenistas y se tomó unos días de descanso para recuperarse de la intensa campaña, por lo que si alguien busca al futuro mandatario, tendrá que esperar unos días a que termine su descanso… Y hablando de pataleos, el cinismo del gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón, de pedirles a los habitantes de Tila que “vivan en paz” y que regresen a su casas de las que huyeron por las amenazas, violencia y extorsión del crimen organizado, confirma la nula sensibilidad y capacidad que tiene el mandatario saliente. Rutilio dejará a un Chiapas violentado, abandonado por sus autoridades y en manos de los dos cárteles que se disputan con lujo de violencia su territorio. Y si el aún gobernador espera que haya protección para él cuando termine su mandato, a lo mejor se lleva la sorpresa de que no gozará de mucha impunidad, porque aun cuando el virtual gobernador electo, Eduardo Ramírez, pudiera actuar con él de manera institucional, las relaciones de Escandón con su familia política, sobre todo tras la muerte de Rosalinda López, no están en su mejor momento y tal vez a don Rutilio ya no lo vean tan bién sus parientes tabasqueños…Los dados abren con Escalera doble. La semana promete.

Acusan empresarios corrupción en el SAT

Un grupo de empresarios mexicanos ha denunciado por extorsión al funcionario del SAT, Erick Jiménez Reyes, a quien acusan de “liderar una red de corrupción que exige dádivas a importadores y exportadores del país”, a quienes les exige hacer pagos en efectivo a cambio de mantenerles las certificaciones, a pesar de que sus empresas están legalmente constituidas. Los empresarios, que piden mantener anónima su identidad por temor a represalias, señalan a Jiménez Reyes, quien es Administrador General de Auditoría de Comercio, y a otros funcionarios del SAT de pedirles depósitos en sus cuentas personales, bajo la amenaza de cancelar sus certificaciones de IVA y IEPS o ser objeto de “sanciones arbitrarias”.

Los dueños de empresas que hacen dicha denuncia recurrieron a la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, a quien le dirigieron un oficio fechado el pasado 1 de marzo, en el que le exponen las extorsiones y cobros de las que son objeto por el Administrador de Auditoria de Comercio del SAT, y le piden a la funcionaria del gabinete federal su intervención para que cesen esas extorsiones y se haga del conocimiento del director general del SAT la red de corrupción que opera dentro de su dependencia, y de la que forman parte varios funcionarios vinculados a Jiménez Reyes.

Derivado de esa denuncia, la Secretaría de Gobernación le envió un oficio al director general del SAT, Antonio Martínez Dagnino, con fecha 14 de marzo y con el número UG/SAC/211/955/2024, en el que le informan de las denuncias y peticiones de los empresarios que, desde el anonimato, por miedo a sufrir represalias, acusan a Erick Jiménez Reyes y solicitan dar parte a la Fiscal Anticorrupción de la FGR, Luz María Mijangos, y al titular del Órgano Interno de Control del SAT, para que se investiguen sus acusaciones sobre corrupción del grupo de Jiménez Reyes, las cuales incluyen visitas domiciliarias, retenes de inspección de mercancía en transporte, y varias irregularidades más que llevan a cabo contra las empresas, para exigirles el pago de dádivas a cambio de no aplicarles dichas sanciones y medidas ilegales.

En ambos documentos oficiales, tanto los que le dirigieron a la titular de Segob, como el que le mandó al director del SAT, Martínez Dagnino, el subdirector de Atención Ciudadana de Gobernación, Gerardo Montaño Ramírez (de los cuales esta columna tiene copia) los funcionarios mencionan específicamente los números de cuentas bancarias a las que les han pedido hacer depósitos los funcionarios de Administración de Comercio del SAT. Mencionan, por ejemplo, la cuenta 4991357 13 de Banamex, a nombre de Erick Jiménez Reyes; la cuenta 493979327, también de Banamex y a nombre del mismo funcionario, y la cuenta Clabe 012180029554597026 de BBVA a nombre de Ana Cristina Herrera Váldez.

También denuncian los citados empresarios que hay varias direcciones a donde han entregado pagos en efectivo hasta por 250 mil pesos a la señorita Adriana Váldez Chiquito, a quien identifican como colaboradora del director de Auditoria de Comercio, y mencionan los siguientes domicilios donde realizaban dichas entregas de sobornos en efectivo: Calle Cahitas No. 123 Int 103, Unidad CTM Culhuacán, Zona V, Coyoacán; Plaza Mitla No. 11, U. CTM Culhuacán, Zona V, Coyoacán, y Calle Villa Allende No. 177, Col. Atlacomulco, Nezahualcóyotl, Edo. México.

“Lo más preocupante es que somos un grupo de empresas legales y certificadas, por lo que dicha certificación que la propia autoridad nos otorga nos da la confianza ante ellas. Sin embargo, pese a ser certificadas, nos están bajando la certificación sin previo aviso ni notificación, evadiendo todos los principios jurídicos, para después bajar los sellos fiscales y congelar cuentas bancarias, esto por instrucciones de otro funcionario dependiente del C. Erick Jiménez Reyes, de nombre Marco Antonio Campos Espinoza, otra persona de nombre Ana Cristina Herrera Váldez, así como una persona que solo sabemos le llaman “el licenciado”, sostienen en su primera carta dirigida a la secretaria Luisa María Alcalde.

Parece que en el último año de gobierno de López Obrador, al que coloquialmente llaman “el año de Hidalgo”, los funcionarios del SAT quieren aprovechar el final de sexenio para inflar sus cuentas bancarias con dinero proveniente de la corrupción y de las extorsiones que acusan los empresarios del ramo exportador e importador. Lamentablemente, a pesar de que sus denuncias fueron hechas desde marzo pasado, y de que la propia Secretaría de Gobernación le informó desde aquella fecha al director del SAT de las acusaciones de corrupción contra sus funcionarios, hasta el momento, según nos dicen los empresarios denunciantes, el señor Antonio Pérez Dagnino no ha hecho nada para investigar y sancionar a su Administrador de la Auditoria de Comercio, Erick Jiménez Reyes. ¿Será que en las agonías de esta administración ya se agotó la bandera de la lucha contra la corrupción que tanto pregonó el Presidente?

NOTAS INDISCRETAS…

Ahora que Xóchitl Gálvez se ha decidido a hablar y que acusa manipulaciones y malos tratos por parte de la dirigencia nacional del PAN hacia su persona y su candidatura, nos cuentan un dato que confirma los dichos de la abanderada presidencial sobre cómo, desde la presidencia de Marko Cortés, supieron desde muy temprano que Claudia Sheinbaum los había superado con más de 20 puntos, pero aún así decidieron salir a declararse “ganadores” de la elección presidencial aquel 2 de junio. Porque quien tomó el teléfono para marcarle a la doctora Sheinbaum el día de la elección por la noche y comunicarle a Xóchitl Gálvez para que la felicitara y reconociera su triunfo, fue justamente Max Cortázar, uno de los asesores de la campaña aliancista y ya en ese momento, cuando pasaban de la 11:45 de la noche, el propio Marko Cortés le había dicho a Xóchitl que en su encuesta de salida tenían hasta 21 puntos en ese momento como ventaja de Sheinbaum, un porcentaje similar al que estaba dando por cierto, a esas horas, el conteo rápido del INE, que daba a conocer la presidenta Guadalupe Taddei. ¿Entonces si Marko supo siempre que la derrota de su candidata era un hecho, por qué salió a declarar una victoria inexistente y hasta se molestó porque Gálvez hubiera llamado a Sheinbaum para felicitarla?…Solicitando su derecho de réplica por los señalamientos que se le hacen en un informe atribuido al exdirector de Aduanas, Rafael Mollinedo, de haber favorecido la corrupción en las aduanas y de facilitar el “huachicol fiscal” y el contrabando de combustibles a través de las aduanas nacionales, el señor Ricardo Peralta, también exdirector del sistema de Aduanas Nacionales en este gobierno, nos mandó la siguiente carta, que reproducimos textualmente: “Haciendo valer mi derecho de réplica como ciudadano con plenos derechos políticos, mismo contemplado en los artículos 3, 6, 7 y demás aplicables de la Ley Reglamentaria del Artículo 6o., Párrafo Primero, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia del Derecho de Réplica, solicito a usted, conforme al procedimiento señalado en el mismo texto legal, que respecto a su propia columna publicada el día de 12 de junio del 2024, intitulada “El cochinero de las aduanas y el huachicol fiscal” de usted mismo Salvador García Soto, publique en el mismo espacio periodístico, en su presentación digital e impresa la siguiente precisión: Es difamatorio, calumniante y me causa daño moral, que sin ningún elemento probatorio legal o de investigación con rigor periodístico, señale actos de supuesta corrupción en donde se me involucre de forma alguna. Desde 1993, que fue mi primera incursión en el servicio público local y federal, jamás he tenido alguna queja, demanda, denuncia o investigación por mi desempeño como servidor público. Me he desempeñado en la iniciativa privada, en las empresas más sobresalientes de nuestro país; tengo más de tres décadas en el ejercicio de mi profesión como litigante y profesor universitario en la Facultad de derecho de la UNAM, sin absolutamente ninguna anomalía o señalamiento alguno. Mi conducta personal y profesional ha sido intachable. Y sólo las campañas negras en los medios de comunicación son los que han ejecutado una guerra sucia en mi contra, con tintes, evidentemente políticos y con la intención de desprestigiarme, condición que sucede cuando se entrega todo el espíritu para dar buenos resultados. Cabe mencionar que estuve sólo cinco meses en ese cargo en la Administración General de Aduanas de México y a la fecha me sucedieron cuatro titulares. Nunca antes en tan breve tiempo se tuvo una recaudación fiscal de más de 949,000 millones de pesos y acciones de incautación de mercancía ilícita, con valores superiores a los 1,000 millones de pesos en una sola operación, como fue el caso del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Además de una cercana e institucional relación con nuestro principal socio comercial en los Estados Unidos, donde celebré reuniones con mis pares de CBP en sus oficinas de Washington. Todo lo anterior plenamente acreditado en comunicados oficiales de las autoridades y en medios periodísticos. Por lo que cualquier versión de supuestas indagatorias, cartas o reportes, no se han acreditado en ningún ámbito oficial. Si anteriormente no hice valer este derecho fue por respeto a la investidura de servidor público que tuve en este gobierno. Bajo la lógica que las difamaciones se responden con buenos resultados y trabajo. Pero en mi calidad de ciudadano, es menester actuar de manera contundente y hasta las últimas consecuencias legales. Pido de usted, emita por ese medio periodístico y en todas sus formas de difusión, una disculpa pública a mi persona y a mi familia. Y aunque parezca una reproducción de una supuesta carta denuncia. El fondo de la redacción reviste dolo a mi persona, y por ende a todo mi entorno. Reciba mi agradecimiento de antemano. Mtro. Ricardo Peralta Saucedo”. Hasta ahí la carta de réplica…A propósito de panistas, los pleitos internos con el próximo relevo de Marko Cortés, se están agudizando para exigir que haya un proceso interno de renovación abierto y con competencia real de quienes aspiren a dirigir y a reformar al partido. Esto luego de que Marko y su grupo, con el control casi total que tienen del Consejo Nacional panista, pretenden imponer en la dirigencia al diputado Jorge Romero, con quien continuaría el partido blanquiazul en manos del mismo grupo que perdió las pasadas elecciones. Ya brincó la Alianza de ex Gobernadores panistas, entre los que ya alzaron la voz Martín Orozco, exgobernador de Aguascalientes, y Juan Carlos Romero Hicks, de Guanajuato, para pedir un proceso democrático y con competencia real para que no se queden los mismos al frente del panismo y solo se simule un cambio de dirigentes…Por cierto, otro que acusa a Marko Cortés de soltar el rumor de que abandonaría el PAN para sumarse a Morena, es el exgobernador de Yucatán, Mauricio Vila. El virtual senador de la República fue “balconeado” como un presunto “traidor” al filtrarse la información de que se sumaría a Morena, después de haber perdido la gubernatura de su estado, lo que según el propio Vila y su equipo “es totalmente falso” y sólo fue un rumor que esparcieron desde el CEN del PAN para tratar de bloquear al exgobernador de Yucatán para que no llegara a la coordinación parlamentaria del Senado. Se van a poner las cosas fuertes entre los panistas después de la debacle del 2 de junio…Los dados cierran semana con Escalera Doble. Mejora el tiro.

Con el sepelio, empiezan los pleitos en el PRD

Como sucede hasta en las mejores familias, con la muerte de un ser querido siempre salen a relucir no solo los sentimientos que los familiares y amigos le profesaban al difunto, sino que también los resentimientos, las reyertas o hasta los pleitos afloran entre los deudos. Y si a todo eso se le suman los asuntos de los dineros, ya sea que haya alguna herencia o incluso que ya no quede nada que cobrar, entonces con el sepelio aflorarán también las divisiones, los enfrentamientos y las acusaciones mutuas.

Todo eso está empezando a suceder con la pérdida del registro que se le aplicará al Partido de la Revolución Democrática, por no haber alcanzado, en las pasadas elecciones federales del 2 de junio, el 3% de la votación nacional que establece la Ley electoral para que pueda ser reconocido legal y oficialmente un partido político.

La fuerza política que después de haber jugado un papel fundamental e histórico en el avance de la transición democrática en México, abanderando lo mismo a la izquierda histórica en el país, heredera del Partido Comunista, de las guerrillas de los años 70 y de las luchas por las libertados y contra la represión y la censura del régimen cerrado y de Partido de Estado que empezaron los movimientos estudiantiles del 68 y el 71, desaparecerá al no tener ya el registro oficial, porque antes de este resultado del pasado domingo, ya se encontraba en una condición crítica y sin los militantes y la estructura que alguna vez tuvo y que lo llevó a gobernar la Ciudad de México, junto con varios estados y municipios del país, además de tener una representación importante en el Congreso de la Unión y los Congresos estatales.

Empezó ya el reparto de culpas que, inevitablemente, apunta hacia el último dirigente nacional del perredismo, Jesús Zambrano, y hacia su corriente política denominada “Los Chuchos”. Paradójicamente ese grupo se convirtió en la fuerza interna dominante a partir del año 2006, justo durante la primera campaña presidencial de López Obrador, a quien ellos apoyaron e impulsaron en aquella candidatura; pero también “Los Chuchos” pagaron el precio de haberse vuelto una fuerza hegemónica y en sus 18 años al frente del perredismo terminaron convirtiendo al llamado sol azteca en un partido de tribus y corrientes que terminaron repitiendo el vicio histórico de las izquierdas, que es el canibalismo político y la autofagia interna entre grupos y liderazgos que se disputan el control partidista.

Jesús Ortega y Jesús Zambrano, junto con otros personajes como Guadalupe Acosta Naranjo, del grupo “Galileos” que se alió con ellos, se repartieron el control del PRD durante los últimos tres sexenios con ellos como dirigentes, además de Agustín Basave. Y el férreo control, incluso patrimonialista, que ejercieron en el partido izquierdista, los llevó a perder a sus fundadores históricos, Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, primero, y luego a varios exlíderes nacionales que abandonaron el partido en busca de otros derroteros, inconformes con el manejo del partido: Andrés Manuel López, Amalia García, Pablo Gómez Álvarez y Leonel Cota Montaño fueron parte de las desbandadas y rupturas que sufrió el perredismo.

Pero de todos los rompimientos, el que terminó siendo el más letal y costoso para el sol azteca y para “Los Chuchos” fue el que tuvieron con López Obrador después de su segunda derrota en las elecciones presidenciales del 2018. Las diferencias que comenzó a tener el tabasqueño, cuyo movimiento a nivel nacional ya había crecido y superaba con mucho a la estructura perredista, con Ortega y Zambrano los hicieron entrar en una ruta de choque. Ya desde que obtuvo su segunda candidatura presidencial, en octubre de 2011, Andrés Manuel había fundado Morena, como una Asociación Política Nacional con reconocimiento del INE, pero no fue hasta que perdió la contienda presidencial con Enrique Peña Nieto, el 9 de septiembre de 2012, cuando el ahora Presidente hizo pública su salida de las filas perredistas para dedicarse a la creación y consolidación de su propio partido político.

Con la creación de Morena, ya como partido con registro oficial en julio de 2014, López Obrador comenzó a devorarse no sólo la estructura territorial y las bases que había logrado construir el perredismo, principalmente en la Ciudad de México, al mismo tiempo que comenzó a invitar y a aceptar las adhesiones de la mayoría de los cuadros políticos y liderazgos del PRD que se “transformaron” en morenistas. Ya para 2015, cuando el partido lopezobradorista dio su primer campanazo al ganar 35 diputaciones federales, entre mayoría y plurinominales, además de volverse la fuerza dominante en el Congreso de la Ciudad de México con 18 distritos electorales ganados y varias alcaldías, como la de Tlalpan, a donde llegó en ese año Claudia Sheinbaum Pardo.

Y mientras López Obrador los desfondaba, aunque los perredistas mantenían el gobierno de la CDMX, Michoacán, Tlaxcala, Morelos, Tabasco, Baja California Sur y Quintana Roo, Los Chuchos aceptaron negociar y firmar el Pacto por México con Enrique Peña Nieto como Presidente y apoyar reformas como la energética y otras que contravenían posiciones históricas de la izquierda mexicana, con lo que la sangría interna se agudizó. Para 2018 el debilitamento era tal, que el PRD tuvo que recurrir a una alianza atípica con el PAN, con la que no sólo perdió más votación, sino que terminó por entregarle lo poco que le quedaba de su antigua fuerza al obradorismo y a Morena.

Hoy que comienzan las exequias del partido que abanderó las luchas de la izquierda por más de dos décadas en México, empiezan a emerger también las denuncias internas y, desde el interior del PRD se hacen señalamientos en contra de Jesús Zambrano, a quien se acusa de haber violentado un acuerdo del Consejo Nacional que modificó los estatutos internos para que el presidente y la secretaria general del Partido no cobraran por sus cargos, que se volverían totalmente honorarios. Sin embargo, señalan las fuentes perredistas, Zambrano comenzó a cobrar a partir de esa misma fecha, en efectivo, 150 mil pesos mensuales, mientras que a los secretarios del CEN se les pagaban 30 mil pesos mensuales.

Para obtener esos pagos en efectivo, afirman, se contrataba a empresas factureras con las que se simulaban contratos y pagos por servicios, para que devolvieran la mayor parte del dinero y poder cubrir los pagos de salarios y otros gastos del CEN. Con esa operación asocian al exdirigente perredista Ángel Ávila y a su hermano Aldo Ávila, además de que las mismas fuentes del partido sostienen que Zambrano recibía “apoyos” económicos de Silvano Aureoles, exgobernador de Michoacán y de alcaldes de la CDMX, como Julio César Moreno, de Venustiano Carranza; Victor Hugo Lobo, de la GAM, y Mauricio Toledo en Coyoacán.

¿Qué más veremos y nos enteraremos en los funerales del partido de un sol que terminó extinguiéndose como los cinco soles de la cultura azteca?

NOTAS INDISCRETAS…

La Presidenta electa, Claudia Sheinbaum, que terminó acatando las decisiones y las prisas del presidente López Obrador para aprobar en septiembre próximo y en la agonía de su sexenio su llamado Plan “C” y quizás otras de las 20 reformas constitucionales que tiene pendientes, apenas si logró imponer su idea de una “gran consulta nacional” con la que sustituyó a su propuesta original a los mexicanos de realizar un ejercicio de “parlamento abierto” amplio y a fondo, antes de decidir votar o discutir dichos cambios constitucionales. Y para tratar de disimular que al final se tuvo que plegar en su primer diferencia y choque con su tutor político, ahora la doctora ofrece que mandará hacer una “gran encuesta” también “nacional” para preguntarle a los mexicanos su opinión y percepción sobre el trabajo de los jueces y magistrados del Poder Judicial de la Federación. Y conociendo de antemano que durante su campaña y aún desde más de un año antes de comenzarla, Sheinbaum tuvo contratadas y bajo su nómina a las encuestadoras más grandes e importantes del país, ya podemos desde ahora anticipar el resultado de la encuesta, sin ningún temor a equivocarnos: “los mexicanos dijeron mayoritariamente, con porcentajes que van del 60 al 80%, que los jueces y magistrados son corruptos, sirven a intereses y que apoyan un cambio en la integración del Poder Judicial federal, empezando por la Suprema Corte y sus integrantes, que deben ser electos por el voto popular”. ¿Así o más burda la simulación de “consultas y encuestas”?…Los dados repiten Serpiente. Segunda caída de la semana.

El cochinero de las aduanas y el huachicol fiscal

En las mesas de trabajo del equipo de transición de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, se está haciendo un recuento de cuáles son los temas que pueden calificarse como “focos rojos” de cara al inicio del próximo gobierno, con especial énfasis en el tema de seguridad. Y uno de los temas que más ha brincado para el próximo gobierno es la fuerte corrupción que impera en las aduanas y las mafias internas, vinculadas a los exdirectores de la ahora llamada Agencia Nacional de Aduanas de México, que han hecho del “huachicol fiscal” una práctica que persiste y representa una fuga multimillonaria de impuestos para el gobierno federal.

Y si bien en la que será su estrategia de seguridad, la doctora ha perfilado la intención de continuar con la política de atacar las causas que generan violencia, también se plantea “limpiar” varias áreas en las que funcionarios y exfuncionarios de la 4T se volvieron parte del problema de la corrupción en las aduanas, vinculándose incluso a personajes del crimen organizado, como lo fue Sergio Carmona, el empresario tamaulipeco asesinado en 2021 en San Pedro Garza, y cuyos vínculos y aportaciones financieras a las campañas de Morena, con dinero proveniente del huachicol de gasolinas por la aduana de Reynosa, está siendo investigada por agencias del gobierno de los Estados Unidos.

El diagnóstico sobre el cochinero de las aduanas mexicanas y el huachicol fiscal que se tiene en el equipo de transición, de donde saldrán varios de los integrantes del gabinete que anunciará el próximo martes la mandataria entrante, se basa en un expediente detallado y documentado que le proporcionó al futuro gobierno el exdirector de Aduanas, Rafael Mollinedo, quien tras haber sido nombrado por el Presidente en diciembre de 2022, renunció intempestivamente 6 meses después, tras haber descubierto las redes de corrupción y las mafias internas de funcionarios que, vinculados al crimen organizado, controlaban la evasión del pago de impuestos al permitir las importaciones ilegales y de contrabando de gasolina y diesel procedentes de los Estados Unidos.

El tabasqueño Mollinedo, que recibió amenazas de muerte por parte de esa mafias, entregó a Sheinbaum y su equipo un informe detallado de las formas en las que se opera el huachicol gasolinero y el huachicol fiscal en varias aduanas de la frontera Norte, no sólo en las de Tamaulipas, como Reynosa y Matamoros, sino también en Piedras Negras, Sonoyta, Tijuana, Nogales y Mexicali, en donde se menciona a funcionarios y a personajes y agentes aduaneros vinculados con las administraciones de los extitulares de las Aduanas Federales, Horacio Duarte, actual secretario de Gobierno del Estado de México, y Ricardo Peralta, que fue el primer director del sistema aduanero en el gobierno de López Obrador.

Parte de la información que contiene el expediente que ya conoce el equipo de transición, es lo que le informó en su momento, en junio de 2023, Rafael Mollinedo, cuando le pidió encarecidamente al Presidente que lo relevara de la Agencia Nacional de Aduanas, porque temía por su vida ante lo que había encontrado e intentado desmantelar sobre las “mafias aduaneras” en las que lo mismo intervenían funcionarios del más alto nivel, que directores de nivel medio y empresarios vinculados al crimen organizado. En aquel momento Mollinedo acusó ante López Obrador la injerencia e influencia que seguían ejerciendo en las aduanas los exdirectores Duarte y Peralta, a través de funcionarios nombrados en sus gestiones y de personajes que intervenían en la defraudación millonaria de impuestos al SAT.

Esa fue la razón por la que, en aquel entonces, López Obrador sacó de inmediato a su paisano y amigo tabasqueño del sistema aduanero para mandarlo como representante de México ante la Organización Mundial del Comercio, con sede en Suiza. Y ahora, con sus contactos y relaciones con la presidenta electa, Mollinedo ha soltado el expediente que detalla los modus operandi de la corrupción aduanera y en donde se mencionan los vínculos que tuvieron los exdirectores que le antecedieron con el “Rey del Huachicol”, Sergio Carmona, y con sus millonarios sobornos y financiamientos a candidatos de Morena en Tamaulipas y en varios estados más.

Y entre las recomendaciones que se hacen en ese expediente que ya tiene en su poder la Presidenta electa, está el que se deben “limpiar” y “depurar” todas las áreas de la Agencia Nacional de Aduanas, para desterrar a las “mafias internas” y romper el control que tienen algunos de los personajes mencionados que dirigieron las aduanas que, aún desde afuera y ya ocupando otros cargos, siguen ejerciendo influencia sobre los negocios y la defraudación fiscal que ocurre en ese sector. Se sugiere en dicho informe que quienes formen parte de los principales mandos de seguridad y de las aduanas deben ser personas honestas y transparentes, completamente incorruptibles, para que no se repita el caso de lo ocurrido en aduanas, durante las administraciones de Duarte y Peralta, periodos en el que muchos de quienes fueron incorporados difícilmente aprobarían examenes de control de confianza e incluso un antidoping.

Ni siquiera la participación del Ejército, ordenada por el Presidente, logró desmantelar a las mafias de la corrupción aduanera, por lo que ese será, sin duda, uno de los “focos rojos” que heredará Claudia Sheinbaum y que tendrá que atender si no quiere que, justo cuando el presupuesto federal se le entregará muy comprometido y recortado, por el déficit de casi 6% que le dejará el gobierno saliente, la fuga y evasión de impuestos que ocurre en las aduanas, y que según cálculos oficiales podría alcanzar cifras estratosféricas, pues tan sólo en el 2021 el SAT dejó de percibir 58 mil millones de pesos, por concepto de las importaciones ilegales y de contrabando de combustibles, conocidas como el “huachicol”.

Porque en el sexenio que termina, el de López Obrador, el huachicol fiscal y el de gasolinas crecieron de manera burda y alarmante, pues pasaron de 45 millones de barriles de combustibles que se importaron de contrabando en 2018, a 73 millones de barriles ilegales en 2019, bajaron a 50 millones en 2020 y se dispararon en 2021 a más de 100 millones de barriles de gasolinas que entraron ilegalmente al país y se vendieron en el mercado negro, para llegar en 2023 a 67 millones de barriles con combustibles de contrabando que, todo de acuerdo a la información del SAT, llegaron a cubrir el año pasado hasta el 14% de la demanda nacional de gasolinas y diesel.

¿Será que la doctora hará algo para limpiar el cochinero de las aduanas y para detener de una vez por todas el robo millonario a la Nación que se comete desde las Aduanas federales, o dejará que ese tema continúe impune y sin que haya responsables, hasta que no venga una denuncia formal desde el Gobierno de los Estados Unidos, que ya tiene documentadas las cifras exactas de la gasolina y el diesel que ellos mandan a México de manera oficial, pero de la cuál solo entra una parte legalmente al país y el resto es contrabandeado por las mafias criminales y aduaneras?

NOTAS INDISCRETAS…

A propósito de Horacio Duarte, las menciones que se hacen en ese informe sobre la corrupción aduanera que está en poder del equipo de transición de Claudia Sheinbaum, ya son también del conocimiento de la gobernadora Delfina Gómez, quien ha puesto bajo la lupa a su segundo de abordo en el gobierno. Porque además del tema aduanero, a Duarte lo señalan en Toluca como el impulsor del teniente coronel, Cristóbal Castañeda, en las Mesas de Coordinación de la Paz en la entidad mexiquense. La inclusión de Cristóbal Castañeda en reuniones con la gobernadora Delfina preocupa porque durante los siete años en que el militar estuvo en Sinaloa, primero como Subsecretario y luego como Secretario de Seguridad, se vivió la etapa de mayor violencia en esa entidad, bajo el dominio del Cártel de Sinaloa. Hay incluso señalamientos de que el teniente coronel, junto con el Delegado de la FGR en Sinaloa, integraban “indagatorias exprés” contra integrantes de grupos contrarios al Cártel de Sinaloa, porque justo en ese periodo se registró un incremento de homicidios derivado de la violencia que existía en la entidad. Al militar, que es impulsado públicamente por Horacio Duarte para ser Secretario de Seguridad del Edomex, se le vincula con algunos líderes del narco sinaloense y a eso se atribuye su falta de respuesta premeditada en octubre del 2017 durante el llamado “Culiacanazo”, donde el Ejército mexicano tuvo que liberar a Ovidio Guzmán ante la rebelión armada del Cártel de Sinaloa, mientras los elementos de seguridad estatal se replegaron. Y para nadie es desconocido que aún después de aquellos hechos, Ovidio siguió moviéndose por Sinaloa con completa libertad. ¿Será que se quiere convertir a Toluca y, por ende, al Valle de México en una aduana ilegal del Cártel de Sinaloa?…Y hablando de las aduanas federales, ayer en redes sociales se aseguraba que en el caso del asesinato del exfuncionario aduanero Carlos Narváez, a quien ejecutaron a balazos afuera de su departamento en la zona de Nuevo Polanco el pasado mes de mayo, en un caso que conmocionó por la cercanía que tenía Narváez con los hijos del presidente López Obrador y con otros políticos tabasqueños, tiene que ver también con la relación cercana que tenía el exfuncionario ejecutado con una hija del actual director del Sistema Nacional de Aduanas, André George Foullon. Según esa versión, la hija del director estaría involucrada en la reactivación de César Reyna y Juan Carlos Madero, dos personajes de la administración de Horacio Duarte en Aduanas, para operar temas de huachicol fiscal en las aduanas de Tijuana, Piedras Negras, y Sonoyta, entre otras…Por cierto que en lo que tiene que ver con el próximo gabinete, nos comentan que el desfile de personajes por la oficina donde despacha la Presidenta electa, ha sido de lo más llamativo, desde un líder empresarial, del principal organismo cúpula del empresariado, a quien le ofrecieron la Secretaría de Economía, pero pidió “tiempo” para decidirlo, hasta la que dicen podría ser la nueva secretaria de Educación, Rosaura Ruiz, a quien también se le vio reunirse en las últimas horas con su amiga, la futura Presidenta. Otra a la que no han visto en esas oficinas, pero se sabe que ya fue invitada al gabinete es Rosa Icela Rodríguez, quien podría ser la nueva titular del Bienestar, mientras que en el caso de Omar García Harfuch se habla de Gobernación o una nueva área de Seguridad, que podría ser la actual Secretaría federal pero modificada y con más funciones ejecutivas para golpear al crimen organizado y dejar de ser, como ha sido hasta ahora, prácticamente una oficina normativa y oficialía de partes del Ejército y las Fuerzas Armadas, que son las verdaderas encargadas, hasta ahora, de la estrategia de seguridad…Los dados mandaron Doble Serpiente. Caída al precipicio.

¿De qué está hecha la presidenta?

Todos sabemos, en este país machista y misógino, que el avance de las mujeres en todos los campos de la vida pública y privada no ha sido fácil y que, lo que a un hombre le cuesta trabajo hacer en México, ya sea en el ámbito laboral, académico, social, familiar y por supuesto en la política, a una mujer le cuesta el doble. Eso lo saben muy bien las generaciones de mujeres que han empujado –desde hace ya varias décadas y hasta siglos– los temas de la equidad de género e igualdad total y real no sólo en lo legal y constitucional, sino laboral, familiar, estudiantil, cultural, deportiva y, sobre todo, en la vida pública de la nación mexicana.

Por eso cuando una mujer ganó por primera vez la Presidencia de la República, en las elecciones del pasado 2 de junio, muchos celebraron y hablaron del rompimiento de “techos de cristal” que no se habían roto y del avance que eso significa para las luchas femeninas en México.  Y seguramente muchos hombres y mujeres lo festejaron con sinceridad y con honestidad, pero también es un hecho que muchos otros mexicanos y mexicanas, que festejaron la primera victoria contundente de una mujer en una elección presidencial, lo hicieron sólo para parecer “políticamente correctos” o “progres”, cuando en realidad no están dispuestos a concederle  a una mujer ni el beneficio de la duda ni los márgenes de autonomía e independencia que necesariamente necesita para tomar las decisiones de gobierno y de las reformas o políticas públicas que necesita este país.

La reflexión sobre si apoyaremos o no a una mujer en la Presidencia y, sin dejar de exigirle igual que a un hombre que haga bien su trabajo y que tome las mejores decisiones para el bien del país y sus ciudadanos, viene a cuento por las tensiones políticas y financieras que se vivieron la semana pasada, ante el primer choque frontal de visiones que se exhibió entre el presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, y la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, en torno al llamado “Plan C” y al paquete de reformas constitucionales que el movimiento de la 4T quiere impulsar para modificar a la Suprema Corte y desaparecer o cambiar a la mayoría de los órganos autónomos constitucionales, que son contrapesos de la Presidencia.

Aunque no es una diferencia de fondo, pero sí de forma (y ya decía Reyes Heroles que en política “la forma es fondo”), el choque entre AMLO y Sheinbaum sí es importante y urgente resolverlo y definirlo, porque ya generó una turbulencia financiera que no augura nada bueno para el siguiente sexenio, que de por sí comenzará la presidenta electa con graves problemas heredados por su tutor y antecesor en materia presupuestal y fiscal, sin contar la violencia en el país, la crisis de la salud pública y los millonarios recursos que aún requerirán las varias obras faraónicas de infraestructura (Dos Bocas, AIFA, Tren Maya e Interoceánico) que tendrá que terminar, corregir y volverlas viables técnica y financieramente la administración de Claudia Sheinbaum.

Las prisas y la soberbia del presidente, que quiere hacer sentir que fue él quien ganó las elecciones, pretenden imponerle al próximo gobierno y a la presidenta reformas controversiales y de gran calado a la Constitución, que no sólo asustan a los mercados y a los inversionistas, porque les cambian las reglas del juego y modifican la certidumbre legal que requieren sus inversiones, sino que además López Obrador quiere realizarlas en los últimos 30 días de su mandato y a rajatabla y sin diálogo ni negociación, “porque lo digo yo y lo manda el pueblo”, con lo que complicará la transición de poderes y le generará una inestabilidad política y financiera que le complicará el arranque del gobierno a la doctora.

Lo más grave es que, en la euforia del triunfo y la soberbia de haber aplastado a la oposición, el presidente pretende tomar decisiones e imponer una agenda que ya no afectará a su gobierno, sino que tendrá efectos transexenales. Y con ello no sólo contradice su discurso de que él no busca influir más allá de su mandato, sino muestra una total incongruencia al descalificar y tratar de opacar a la primera mujer presidenta que tendrá México, a pesar de que fue él quien la apoyó, la impulsó y prácticamente la ungió como candidata desde casi 3 años antes de las elecciones. ¿Entonces? ¿Realmente López Obrador es un convencido de apoyar e impulsar a las mujeres, como siempre presumió por su gabinete paritario entre mujeres y hombres? ¿O más bien esa es sólo una pose discursiva, pero en el fondo cree, como muchos machistas, que las mujeres deben sometérsele y aceptar lo que él decida?

Las preguntas y las dudas que está provocando el presidente con sus actitudes, junto con la incertidumbre y turbulencia que ha generado en el tipo de cambio y los mercados financieros, se tendrían que resolver a la brevedad y mucho depende de la comida que hoy sostendrán la presidenta electa y el mandatario saliente en Palacio Nacional. A estas alturas nadie ignora cómo actúa y cómo ejerce el poder Andrés Manuel López Obrador, de manera personalísima y autoritaria, pero lo que no sabemos todavía y es una incógnita que recorre el país y tendrá que empezar a responderse es: ¿de qué está hecha la presidenta?

Porque ya lo dijo claramente el que es y será el principal asesor de Claudia Sheinbaum en su gobierno, el doctor Juan Ramón de la Fuente, al definir que en esta transición “no habrá ruptura, pero tampoco sumisión”. Y nadie en su sano juicio, esperaría que la doctora se enfrentara o confrontara con quien ha sido su tutor y jefe político, al menos no ahora, pero sí urge que la primera mujer a la que casi 36 millones de mexicanos le dieron su voto y la encomienda histórica de gobernar a este país, empiece a darnos señales claras de que tiene madera y tamaños para cumplir con el mandato ciudadano. Y para ello necesita pedir y, si es necesario exigir, que le den margen para operar su llegada al poder y el respeto que merece su próxima investidura.

NOTAS INDISCRETAS…Entre las muchas listas apócrifas que ya circulan en el mundillo político y hasta en los servicios de mensajería, la mayoría menciona nombres que seguramente estarán en el gabinete, como el del doctor De la Fuente, el de Omar García Harfuch o el Altagracia Gómez, con los que van a la segura, aunque no necesariamente en las posiciones que los mencionan. Por ejemplo en el caso de Juan Ramón, muchos lo ubican como el próximo canciller, aunque tampoco se le descarta como secretario de Gobernación, y en el caso de García Harfuch, todos apuestan por que será el nuevo secretario de Seguridad federal, aunque una fuente del actual gabinete, de las más cercanas a Palacio Nacional, nos asegura que “Omar no irá a la SSyPC porque esa secretaría es meramente normativa y no es la que decide ni ejecuta, en la realidad, la estrategia de seguridad, que todos saben está en manos de las Fuerzas Armadas”. Por lo tanto, dicha fuente dice que el senador electo y hombre de todas las confianzas de la presidenta electa podría tener un nuevo cargo, incluso de nueva creación, desde donde se le daría mucho más poder y facultades para diseñar y ejecutar, junto con el Ejército y la Marina y de manera coordinada, las tareas de inteligencia criminal, seguridad y combate al narcotráfico. Y esa nueva área podría ser algo como una “Secretaría de Inteligencia Nacional”, que podría absorber a la actual Comisión Nacional de Inteligencia, que encabeza el general Audomaro Martínez, y algunas otras áreas que le quitarían a la actual Secretaría de Seguridad y también a los militares. Es decir, que para que pueda hacer lo que sabe hacer, que es dar golpes de precisión al crimen organizado y fortalecer las áreas de inteligencia nacional y criminal, al llamado “Batman” le podrían diseñar una secretaría a la medida. Sólo habrá que ver cómo reaccionan a eso los hombres de verde olivo, que no son necesariamente afectos al súper héroe de Ciudad Caótica… Los dados mandaron Escalera Doble. La semana promete y la presidenta necesita empezar a tomar decisiones.

Chocan AMLO Y Sheinbaum por el Plan “C”

La primera diferencia entre el presidente López Obrador y la doctora Claudia Sheinbaum se hizo público ayer, cuando las visiones del Presidente y de su próxima sucesora chocaron sobre los tiempos y las formas para debatir y aprobar el llamado Plan “C” que busca modificar a la Suprema Corte de Justicia y anular o desaparecer a varios órganos autónomos constitucionales. Porque mientras la Presidenta electa operaba con su equipo para tranquilizar a los mercados y ofrecía un proceso de “parlamento abierto” antes de discutir esas reformas, el actual mandatario insistía en que se aprueben sus iniciativas constitucionales en septiembre, con la mayoría de Morena, “porque es más importante la justicia que los mercados”.

El choque entre AMLO y la doctora hizo que se ahondara, aún más, la abrupta caída del peso y el nerviosismo de los mercados financieros, que provocó el jueves al mediodía el diputado morenista Ignacio Mier, con su irresponsable balandronada de amenazar con que en septiembre, apenas se instale la nueva Legislatura del Congreso de la Unión, Morena usaría sus mayorías para aprobar las 18 reformas constitucionales que ya le habían sido rechazadas al Presidente, pero que ahora pretende que se aprueben en el último mes de su mandato con el voto de las bancadas oficialistas.

Apenas el Presidente declaraba por la mañana que sí va su controversial reforma judicial -con la que busca despedir a los actuales integrantes de la Corte para elegir a una nueva integración por medio del voto ciudadano- y que lo hará a cualquier costo porque “la justicia está por encima de los mercados”, y el “super peso” que tanto presumía Andrés Manuel, pasaba la barrera sicológica de los 18 pesos para ubicarse en 18.33 por cada dólar, agudizando su caída. De nada valió que en la víspera la doctora Sheinbaum saliera a operar, junto con su próximo secretario de Hacienda, para mandar mensajes de tranquilidad a los mercados, platicando incluso vía telefónica con la presidenta del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva.

Porque el Presidente no sólo contradijo públicamente a su sucesora electa, al insistir en que sí se aprobarán sus reformas en lo que le resta a su sexenio, “porque son en beneficio del país y de los mexicanos”, sino que además amenazó a las clases medias y a los que él llamó “los promotores del nerviosismo”, con que “les va a ir mal” si compran dólares y si continúan agitando a los mercados financieros porque podrían enfrentar investigaciones de corrupción: “Primero un consejo a los promotores del nerviosismo, porque no es mano invisible del mercado: que le piensen porque es conveniente para el país y que no olviden que si nos ha ido bien y les ha ido bien a ellos, es porque no se ha permitido la corrupción y porque México es un país que mantiene invariable su respeto a la Constitución a las leyes, no hay expropiaciones, no se actúa de manera autoritaria, acaban de haber elecciones, las más limpias y libres en la historia”, dijo el mandatario.

Y luego le pidió a “la gente, los de clase media, no vayan a hacer caso a gente inexperta, esto que, ya no los voy a mencionar, pero que recomendaron comprar dolaritos porque les va a ir mal”. El Presidente insistió en que su reforma judicial es necesario “purificar la vida pública de México” y acusó a los “que se sentían dueños de México”, aludiendo a los empresarios y a los hombres más ricos, de estar alarmados por sus reformas: “¿cómo se va a reformar el Poder Judicial, y mis jueces, y mis magistrados, y mis ministros, y ahora quién me va a ayudar en mis transas?”, y los acusó de tener miedo a que el pueblo elija a los jueces, magistrados y ministros.

Así que, por más que López Obrador repita que él va a respetar la autonomía de la primera mujer Presidenta y que jure y perjure que acabando su sexenio no buscará influir en sus decisiones, la realidad demuestra que el Presidente saliente no quiere dejar de decidir hasta el último día de su mandato, aunque eso signifique que en los tres meses y medio que aún restan para la transición de poderes, podría estar complicando aún más las cosas a Claudia Sheinbaum con decisiones y declaraciones que le pueden generar turbulencia financiera y probablemente hasta una crisis financiera a la Presidenta entrante.

Eso sin contar que no se ve nada bien que, mientras la doctora se esfuerza por operar y mandar mensajes de tranquilidad, tanto a los mercados financieros como al resto de los mexicanos usando un tono conciliador y de diálogo parlamentario antes de discutir y votar cualquiera de esas reformas constitucionales, el Presidente insiste en provocar e incendiar a los mismos mercados con sus arranques, amenazas y declaraciones que pretenden intimidar a quienes, según él, están atizando la inestabilidad financiera.

Para decirlo claramente: en los 3 meses con 24 días que le quedan a este sexenio, podríamos ver aún varios choques que pronostican que la idea de una lealtad ciega y absoluta podría terminar en diferencias cada vez mayores entre el maestro y la alumna. Y si el Presidente insiste, durante esta transición, en desautorizar y destejer lo que su sucesora intenta conciliar, abriría una ruta para un distanciamiento que sería la antesala de una ruptura que, en la historia del presidencialismo mexicano, siempre termina siendo necesaria para que se afiance y consolide la nueva presidencia, y que podría ocurrir incluso antes de que llegue el 1 de octubre.

NOTAS INDISCRETAS…

Según las cifras de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, la entidad ha registrado una disminución en delitos graves como el feminicidio, de 33%, y del secuestro en un 36%. Entre el 1 de enero y el 31 de mayo de 2024, afirma la Fiscalía mexiquense, la baja en esos delitos de alto impacto fue de 1.19%, mientras que los delitos comunes disminuyeron en 0.08%. En una reunión que encabezó la gobernadora Delfina Gómez, de la llamada “Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz” y de la cual informó la mandataria en sus redes sociales, se dijo que en estos cinco meses del 2024 otro delito que registró una disminución significativa fue el de robo a transporte público con violencia, que bajó 16 por ciento, y robo a transporte de carga con violencia, que se redujo casi en un 10 por ciento. Otros delitos como el de homicidio doloso, violación, robo a casa habitación con violencia, robo a transeúnte con violencia, robo a negocio con violencia, y el resto de robos con violencia y extorsión, registraron disminuciones que van desde el 8.17 al 2.06 por ciento, según lo que le informó la Fiscalía a la gobernadora. “En la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz revisamos los resultados en la estrategia que en conjunto hemos emprendido en favor de la seguridad de las niñas, adolescentes y mujeres en el #EstadoDeMéxico. En lo que va del año, se presenta una reducción en el delito de feminicidios, por lo que seguiremos trabajando hasta lograr que las mexiquenses puedan vivir seguras y en paz. #ElPoderDeServir”, publicó la morenista Delfina Gómez Álvarez en sus redes sociales. En la reunión donde se habló de una mejoría en la seguridad de los mexiquenses, en Palacio de Gobierno participaron Horacio Duarte Olivares, Secretario General de Gobierno del Estado de México; Andrés Andrade Téllez, Secretario de Seguridad estatal; Mónica Chávez Durán, Secretaria de las Mujeres; Myrna Araceli García Morón, Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem); y José Luis Cervantes Martínez, Fiscal General de Justicia del Estado de México…Las tensiones en Jalisco por el resultado electoral se salieron de control. Los conatos de violencia entre morenistas y emecistas, junto con los retrasos y complicaciones que ha tenido el Instituto Electoral y de Participación ciudadana del estado, llevaron a que ayer estallaran las cosas entre los dos partidos y mientras el dirigente de Morena, Mario Delgado, pedía al INE atraer el conteo de las actas electorales, porque no confían en el OPLE local, por el lado de MC fue el gobernador Enrique Alfaro el que salió a dar la cara y afirmó en un mensaje público que “vamos a defender la voluntad de los jaliscienses”. Y es que Morena ha denunciado presuntas irregularidades tanto en la elección de gobernador, como en las de municipios como Guadalajara, lo que llevó a Alfaro a presionar: “Yo confío plenamente en que la voluntad de los jaliscienses se va a respetar. La vamos a defender todos con toda nuestra fuerza porque eso no podemos dejarlo en tela de duda”. ¿Será que como dice el dicho Jalisco nunca pierde y cuando pierde se arma la grande?…Los dados mandaron Escalera Doble. Primera semana de la transición y las aguas se agitan.

La cruda después de la victoria

Parafraseando al gran Joaquín Sabina, las mieles del triunfo y la celebración de su contundente victoria, le duró a la doctora Claudia Sheinbaum “lo que duran dos peces de hielo en un güisqui on the rocks”. Y es que cuando aún estaba festejando el resultado que le dio una votación histórica, para la que será también una presidencia histórica, a la virtual presidenta electa le mandaron su primera prueba los mercados financieros que con una caída de la Bolsa Mexicana de Valores y la peor depreciación del peso en los últimos cuatro años, quisieron medir la capacidad de reacción de la próxima gobernante de México.

Porque sin duda alguna la sacudida de los mercados bursátiles nacionales y del tipo de cambio fueron una reacción directa y clara al resultado electoral del 2 de junio que, junto con el triunfo de la primera mujer que gana la Presidencia de la República, le otorgaron también un poder total con mayorías absolutas en el Congreso que aún podrían ser revisadas por las impugnaciones que está anunciado la oposición. Pero no hay duda de que lo sucedido el lunes fue un primer mensaje para la futura gobernante, que tuvo que dejar de lado los festejos para ponerse a operar el primero “torito” que le lanzaron los inversionistas nacionales y extranjeros.

La respuesta de Claudia Sheinbaum que fue confirmar la ratificación en el cargo del actual secretario de Hacienda —en la que por cierto se le adelantó el presidente con el anuncio— buscó claramente mandar una señal de tranquilidad a los mercados y a los inversionistas, para lo cual se puso a operar directamente el doctor Rogelio Ramírez de la O con un breve enlace con los inversionistas y un comunicado en el que ofrece que habrá continuidad en la disciplina fiscal y el manejo de las variables macroeconómicas, además de responsabilidad en el complicado manejo presupuestal que heredará Sheinbaum, producto del déficit de casi 6% y una deuda de casi 50% del PIB que le heredará su admirado tutor político, el presidente López Obrador.

Lo que vimos en el arranque de esta semana, inmediatamente después del resultado de las elecciones del pasado domingo, es el primer aviso de que a Claudia Sheinbaum no le espera una “aterciopelada transición” como la que planeaba el presidente López Obrador, que se apresuró a vender una imagen, casi bucólica, en la que él y su adorada sucesora recorrerían juntos y casi de la mano el país, mientras sus equipos coordinaban la entrega-recepción de la administración pública.

Y justo ese fue el segundo mensaje de “tranquilidad” que intentó mandar la futura presidenta con el nombramiento de Juan Ramón de la Fuente, su principal asesor en la campaña y muy probablemente también en el futuro gobierno, como el encargado de coordinar las labores de la transición gubernamental. De la Fuente, a quien mencionan dentro del equipo de Sheinbaum como posible secretario de Gobernación o de Relaciones Exteriores, es un personaje sólido por su trayectoria pública que comenzó en el gobierno de Ernesto Zedillo, donde fue primero secretario de Salud y luego rector de la UNAM, donde conoció y cultivó su relación con la entonces investigadora de la Facultad de Ciencias de la Universidad nacional.

Porque ese fue el otro golpe de realidad que le mandaron a la presidenta electa justo desde los Estados Unidos, con el anuncio ayer del presidente Joe Biden de que firmó una “Orden Ejecutiva” que reduce y restringe al mínimo las solicitudes de asilo que aceptará su gobierno por parte de migrantes indocumentados que están llegado a su frontera después de recorrer el territorio mexicano, en su mayoría procedentes de Centro, Sudamérica y el Caribe. El endurecimiento de la política migratoria de Biden, si bien responde a la lógica electoral por los próximos comicios presidenciales de noviembre, donde buscará su primera reelección, también parece una prueba que le mandan desde la oficina oval a la primera presidente que gobernará México.

Es claro que en toda esta etapa la doctora contará aún con el apoyo y la operación del presidente López Obrador para enfrentar las pruebas que le surjan en la etapa de transición, en algo que tampoco es la mejor señal, porque al final tanto los mercados como desde Washington lo que intentan es probar la capacidad de reacción de la próxima Presidenta. Pero por lo pronto, también empieza a quedar claro que el festejo le duro a la próxima Presidenta, lo que duran “los peces de hielo en un güisqui on the rocks”.

NOTAS INDISCRETAS…

Es cierto que las diferencias con las que ganó Morena la mayoría de los cargos en disputa en las elecciones del domingo son tan amplias que difícilmente podrían ser revertidas por las impugnaciones a las que tienen derecho los partidos y candidatos perdedores. Pero también es cierto que ese recurso legal que otorga la ley electoral abre la puerta a cualquier tipo de denuncia o impugnación, que van desde las irregularidades más comunes, hasta la intervención ilegal del gobierno o incluso las denuncias de fraude como las que presentó Andrés Manuel López Obrador en 2006 y 2012. Y aunque hay que ser muy cuidadosos en lo que se denuncia, sobre todo si no se tienen los elementos de prueba y no se quiere terminar como acabó el hoy Presidente en aquellas dos elecciones, ayer el presidente nacional del PAN, Marko Cortés, se sumó al anuncio previo que había hecho la candidata presidencial Xóchitl Gálvez de un recurso de impugnación que ya no sólo buscará documentar la intervención ilegal y burda del Presidente en las pasadas campañas, mismas que le valieron hasta 50 reconvenciones y medidas cautelares dictadas por el INE, sino que ahora el dirigente panista habla de manipulación del PREP en la capturas de las actas electorales. Según el líder panista, detectaron hasta 17 mil 65 casillas en las que los votos del PAN fueron eliminados, además de 1,888 casillas en zonas controladas por el narco que no reportan ni un solo voto para su partido, o sea que serían “casillas zapato” y casillas en las que votó el 100% del listado nominal o incluso donde se recibieron más votos que la cifra de votantes registrados en la lista nominal. En un video difundido a través de las redes sociales, Cortés dijo: “Desde el CEN del PAN le habló con enorme responsabilidad y seriedad al pueblo de México. Cada vez son más evidencias que demuestran que el PREP pudo ser manipulado en la captura de actas (…) en las próximas horas publicaremos en la página oficial del partido las 160 mil 531 actas con las que contamos, que representan el 94% de la totalidad, para que juntos, de manera totalmente transparente, hagamos una auditoría social acta por acta, para detectar cualquier inconsistencia y como corresponde, solicitar que se apertura el paquete electoral contando voto por voto”. Así que las leyes que exigió y logró López Obrador cuando denunció fraude en las elecciones del 2006, con el ya histórico grito de “voto por voto, casilla por casilla”, ahora le serán aplicadas, irremediablemente, a su partido…Por cierto que llama la atención que la denuncia de alteraciones al PREP la haya hecho ya solo y a nombre solo del PAN el dirigente Cortés, porque a estas alturas y con el fuerte rechazo que enfrentó del electorado en todo el país el PRI y su presidente Alito Moreno, está claro que una denuncia de “fraude” en voz de los priistas, sonaría más falsa que un billete de dos mil pesos…Los dados mandaron Escalera doble. Subida.

La sombra del caudillo

Como en el título de la mítica novela de Martín Luis Guzmán, que inspiró la película del director Julio Bracho, que fue censurada y enlatada por 30 años por el viejo régimen priista, las celebraciones del triunfo histórico y contundente de la doctora Claudia Sheinbaum como la primera presidenta electa en la historia democrática de México ocurrieron, inevitablemente, bajo la sombra del caudillo que hoy habita en el Palacio Nacional.

La manera en la que el presidente salió el domingo por la noche, a celebrar de inmediato la victoria de su candidata y la continuación de su movimiento político en el poder, con una sonrisa de oreja a oreja que ya era muy difícil verle en los últimos meses, no dejó lugar a dudas del papel protagónico y de jefe de campaña real que jugó en estas elecciones el mandatario nacional.

Pero más allá de eso, también fue la señal clara de que, por más que repita constantemente que él no va a influir en el próximo gobierno y que terminando su mandato se irá a refugiar a su rancho en Palenque, la sombra de Andrés Manuel López Obrador seguirá gravitando políticamente por el enorme poder que ejerce y por el papel de caudillo idolatrado que seguirá teniendo en el movimiento que él fundó y que lo sigue viendo como su líder indiscutible.

Una señal muy clara de lo que sucederá en los próximos meses rumbo a la transición de poderes, es lo que hizo ayer, desde su conferencia mañanera, el presidente. Antes de que lo hiciera la propia doctora, que es a quien le correspondía anunciarlo, López Obrador se arrogó la facultad de hacer pública la aceptación del secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, para continuar ocupando ese mismo cargo en el futuro gobierno de la presidenta Sheinbaum.

Aunque se hubiera tratado de algo acordado, que no parece ser el caso, no se vio nada bien que una decisión tan importante para el manejo de la política económica en su próxima administración no haya sido dada a conocer por la virtual presidenta y que fuera hasta ayer por la tarde, a través de sus redes sociales, que Claudia Sheinbaum le agradeciera al doctor Ramírez de la O “por aceptar continuar al frente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público”.

Y es cierto que, como candidata presidencial, el pasado 6 de mayo durante su asistencia a un foro con los consejeros de BBVA, la doctora dijo que le pediría al actual secretario de Hacienda que continuara ocupando el cargo en el arranque de su administración, y hasta les adelantó que lo buscaría el 2 de junio, una vez que se definieran los resultados de la elección a la que, por cierto, en esa reunión calificó como un mero “trámite”. ¿No hubiera sido correcto que fuera ella la que anunciara ayer como una de sus primeras decisiones como virtual presidenta electa la continuación del titular de la Hacienda Pública?

Y no es que se ignore la enorme cercanía y comunicación que existe entre el presidente y su virtual sucesora, pero como decía el ideólogo del viejo PRI, don Jesús Reyes Heroles, a quien conoció muy bien López Obrador, “en política la forma es fondo” y las formas de que sea el presidente desde Palacio Nacional el que empiece a anunciar y a adelantar las decisiones de la doctora Sheinbaum no abonan a la idea de una presidencia autónoma e independiente de la influencia del caudillo político.

Porque sin poner en duda la legitimidad que le darán sus casi 35 millones de votos, una de las incógnitas que permanecen sobre la futura presidencia de Claudia Sheinbaum, es si tendrá el margen de maniobra suficiente para tomar sus propias decisiones o si seguirá apegándose, como lo hizo durante toda su carrera política y su exitosa campaña, a los designios y decisiones tomadas por López Obrador. Y esa duda, que hoy recorre el país de norte a sur y de oriente a occidente, es tan legítima como lo será su Presidencia.

Ayer la reacción de los mercados financieros, con la depreciación del peso y la caída de la Bolsa Mexicana de Valores fueron un aviso claro de que a los inversionistas no les agradan mucho los gobiernos absolutistas y prefieren siempre la moderación y los equilibrios, reflejados en el respeto irrestricto a la ley y el Estado de Derecho, como factor de seguridad y certeza para sus inversiones.

Así que, si no se quiere repetir la historia de la sucesión entre Álvaro Obregón y el general Plutarco Elías Calles en aquel aciago 1924, cuando la intervención abierta del presidente para imponer y favorecer a su candidato terminó en un asesinato político del general Francisco R. Serrano, que interfería en la sucesión, más valdría que se empezaran a mandar señales claras y contundentes de que, más allá de la cercanía y la identificación política, incluso del agradecimiento que le pueda tener a quien ha sido su mentor y jefe político, la nueva presidenta tendrá luz propia y no ejercerá su presidencia histórica bajo la sombra del caudillo.

NOTAS INDISCRETAS… La joya del sureste para el Partido Acción Nacional, que era Yucatán, cayó rendida ante el tsunami morenista que recorrió el país en las elecciones del pasado domingo. De manera sorpresiva e inesperada, los conteos del PREP le dieron un vuelco a las encuestas que anticipaban el triunfo del panista Renán Barrera y, entre la medianoche y la madrugada de ayer, confirmaron el triunfo del morenista Joaquín “Huacho” Díaz, quien ganó la elección con poco más de 8 puntos de ventaja. De esa manera, el único estado del sureste mexicano que se le había resistido a Morena y uno de los bastiones más importantes del panismo, terminó pintándose de guinda, con lo que el partido Morena ya controla prácticamente todo el sur-sureste del país. Aunque claro, todos los yucatecos saben que el “Huacho” tiene de morenista muy poco y sigue siendo un panista purificado por la 4T. De cualquier modo, parece que la cercanía tan grande que tuvo el presidente López Obrador con el exgobernador del PAN y próximo senador, Mauricio Vila, y sus constantes visitas y apoyos presupuestales a Yucatán, al final terminaron rindiendo sus frutos. ¿Será que ya no sólo los gobers priistas sino también los panistas se rinden ante los encantos del caudillo de Palacio?… Muy distinta resultó la cerrada elección en Jalisco, donde los pronósticos de un triunfo holgado para el candidato emecista, Pablo Lemus, terminaron en un final cardiaco y de fotografía que por la noche del domingo tensó los ánimos de los seguidores morenistas y de MC en la capital tapatía. Y es que, aunque los dos cantaron victoria y sacaron a su gente a celebrar en la Glorieta Minerva, al final el flujo de las actas en el PREP de la elección jalisciense, terminó confirmando la victoria, apretada pero al final victoria, de Lemus, quien fue finalmente el que pudo celebrar junto a sus simpatizantes bajo la icónica escultura de la Diosa romana de la sabiduría, la civilización y las ciencias. Le sudó Lemus, pero al final sus 3 puntos le permitirán mantener a Jalisco bajo el dominio naranja mientras que al gobernador saliente Enrique Alfaro le permiten respirar tranquilo ante su próxima salida… Y es que muy distintas fueron las cosas para el otro gobernador emecista, el mirrey regiomontano Samuel García, a quien sus paisanos y gobernados le dieron un tremendo revés y un golpe de realidad ante su cuestionado gobierno y su ejercicio frívolo del poder. La derrota de Mariana Rodríguez, su esposa, solo vino a confirmar que la imagen de Samuel quedó desgastada y deteriorada tras el sainete de su fallida aspiración presidencial y que, tal y como lo escribimos en esta columna el pasado 28 de febrero, los empresarios más poderosos de Monterrey le retiraron el apoyo al gobernador emecista, insatisfechos y molestos por sus malos resultados en seguridad y por el caos político en el que metió al estado por su pleito con el Congreso y su falta de oficio político para resolverlo. Y es que el claro voto de castigo contra Samuel no sólo le costó la derrota a la carismática y popular influencer que es su esposa, ante el candidato priista Adrián de la Garza, que se llevó la alcaldía de Monterrey, sino también le pasó factura a Luis Donaldo Colosio, que terminó siendo afectado en su candidatura al Senado y lo que es peor, le costará al propio gobernador García otros tres años de tener a un Congreso con mayoría opositora, algo con lo que,  ya se vio en estos primeros tres años, el veleidoso y caprichoso gobernador es incapaz de lidiar… Agitamos los dados. Acecha la Serpiente.

200 años después, México tiene su primera presidenta

En octubre de 1824 los mexicanos votaron por primera vez para elegir a su primer presidente de la entonces naciente República. Guadalupe Victoria ganó aquella elección y desde entonces, primero cada cuatro años y luego cada seis, los ciudadanos de este país votaron para elegir en total a 65 presidentes que tuvieron una característica en común: todos fueron hombres. Anoche, por decisión mayoritaria de los electores, por primera vez la Jefa del Estado mexicano no será más un hombre, sino una mujer.

Claudia Sheinbaum Pardo, declarada anoche virtual ganadora de la elección presidencial, con base en los conteos rápidos del INE y con más del 30% de las actas contabilizadas que le otorgaban entre el 58 y el 60% de la votación, se convertirá en la primera mujer presidenta de este país. Tuvieron que pasar 200 años para que una mujer pudiera romper el último “techo de cristal” que le quedaba a la política mexicana y llegara a ocupar la titularidad del Poder Ejecutivo Federal.

La primera mujer Presidenta llegará además con una votación histórica porque habría obtenido 35 millones de votos, según las proyecciones del conteo rápido del INE, con lo que superaría los 30 millones de votos que en 2018 obtuvo Andrés Manuel López Obrador. Pero además llegará también con una mayoría absoluta en el Congreso de la Unión, con al menos 79 senadores y con al menos 320 diputados, con lo que Claudia Sheinbaum tendrá la posibilidad de impulsar y que le sean aprobadas por sus bancadas oficialistas reformas constitucionales como su anunciado “Plan C” que busca modificar la composición y el método de selección de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

El resultado de las votaciones de ayer terminaron por confirmar los números que varias casas encuestadoras, contratadas por la campaña de Sheinbaum, que le otorgaban hasta 30 puntos de ventaja desde hace varios meses y que resultó ser la diferencia final con la que ganó la Presidencia. Y al mismo tiempo, esos números que sumados a los de las gubernaturas, donde Morena estaría ganando 6 de las 9 entidades en disputa, con un escenario aún cerrado en la Ciudad de México, dibujan el rotundo fracaso de una alianza opositora que ni sumando todos sus votos, logró convencer a la mayoría de los mexicanos, a pesar de todos los graves problemas e indicadores negativos que arrastra el gobierno de López Obrador.

No fue suficiente el entusiasmo de Xóchitl Gálvez y su discurso de convocar a un cambio de rumbo, ante la ineficiencia e ineptitud de los 3 partidos que la postularon y que terminaron haciendo un monumental ridículo al haber salido a declararse, aún sin datos que lo sostuvieran, ganadores de la Presidencia y de 6 de las 9 gubernaturas en disputa. El PAN, de Marko Cortés, el PRI de Alejandro Moreno y el residual del PRD, con Jesús Zambrano, confirmaron que la tragedia de este país y la rotunda y apabullante continuidad que logra Morena, se debe en buena medida a su incapacidad como dirigentes y líderes de partidos que sólo vieron por sus intereses de grupo y no supieron representar la inconformidad ciudadana contra este gobierno.

Anoche, en su primer discurso luego de que el INE la declarara virtual ganadora con base en sus conteos rápidos y con el avance ya irreversible que le daba el PREP, Claudia Sheinbaum celebró su victoria y aseguró que su partido tendrá mayoría calificada en el Congreso.  “De acuerdo con los resultados que ha dado a con conocer el INE; la diferencia para la Presidencia de la República es de más de 30 puntos, y aún considerando el rango más bajo, hemos ganado la mayoría calificada en la Cámara de Diputados y muy probablemente también en la Cámara de Senadores. Quiero agradecer a millones de mexicanas y mexicanos que decidieron votar por nosotros para avanzar en la Cuarta Transformación de la vida pública de este país. Es el reconocimiento del pueblo de México a nuestro proyecto de nación”, dijo la virtual presidenta de México.

Y sobre el 40% de los electores que no votaron por ella, mencionó que “aunque muchos mexicanos no coincidan con nuestro proyecto, habremos de caminar con paz y armonía”, para luego delinear algunas líneas de su próximo gobierno: “No habrá aumentos a los combustibles y la electricidad, mantendremos la obligada separación entre el poder económico y político. Garantizaremos las libertades de opinión, de prensa, de expresión y concentración. Respetaremos las libertades política, social y religiosa. Respetaremos la libertad empresarial y promoveremos con honestidad la inversión privada, garantizando siempre el respeto al medio ambiente. Garantizaremos todos los programas de bienestar y todos a los que nos comprometimos. Vamos a ampliar acceso a derechos educación, vivienda, cultura. Consolidaremos los proyectos estratégicos, soberanía energética, energías renovables y la investigación científica y tecnológica. Estaremos a la altura de nuestra historia y del gran pueblo de México”, dijo al final de su primer mensaje en el Hotel Hilton Alameda, donde se reunieron sus coordinadores a celebrar el triunfo.

Minutos después, y luego de que la misma Sheinbaum anunciara que había recibido ya las llamadas de felicitación de Xóchitl Gálvez y Jorge Alvárez Máynez, sólo el candidato de MC salió a reconocer su derrota, mientras que la candidata aliancista, que antes del anuncio de la presidenta del INE, Guadalupe Taddei, estuvo subiendo mensajes a su cuenta de la red social X, hablando de que estaban “escondiendo los votos” y pidiéndole a sus seguidores estar despiertos ante un supuesto fraude, hasta la una de la mañana seguía sin salir públicamente a aceptar la derrota.

La primera felicitación que recibió la virtual presidenta fue la de su mentor y jefe político, Andrés Manuel López Obrador. El Presidente, que salió justo a la media noche, después del mensaje de la presidenta del INE, primero dijo que lo hacía para felicitar “al pueblo de México” por su comportamiento pacífico y su madurez para salir a votar, pero al final terminó felicitando a “la doctora Claudia Sheinbaum, que será la primera mujer presidenta con una cifra histórica de votos”. Minutos después, en algo que parecía claramente organizado, Sheinbaum le agradeció la felicitación al Presidente y también los cumplidos al decir que su triunfo era también el reconocimiento al gobierno del tabasqueño.

Así que México tendrá su primera Presidenta. La elección de ayer volvió a ser un “tsunami” para la inepta e incapaz oposición mexicana, y lo que vienen son seis años más de continuidad de la autonombrada “Cuarta Transformación”. Ya no queda ninguna duda de que Claudia Sheinbaum será una presidenta con un amplia legitimidad de sus 35 millones de votos y que tendrá además el poder de impulsar sus propias reformas y las que dejó pendientes López Obrador. La única incógnita que aún no despeja la primera Presidenta que tendrá el país en 200 años de historia electoral, es si será una presidenta con autonomía plena o si seguirá atada a los designios y las órdenes de su jefe político. Eso lo sabremos a partir del primero de octubre, aunque en la transición de poderes, que esta vez llevará solo cuatro meses, tendremos señales claras de si la nueva presidenta gobernará por si misma.

NOTAS INDISCRETAS…

En los estados no hubo tampoco sorpresas. Morena se llevará la mayoría con al menos 6 gubernaturas, mientras Clara Brugada adelantaba anoche en la CDMX por casi 10 puntos a Santiago Taboada, pero con apenas el 10% de casillas computadas. La caída de la página del IECDMX que estuvo “en mantenimiento” por más de dos horas, despertó toda clase de ruido y especulaciones como el que los dos candidatos se anticiparan a declararse ganadores. La disputa por la capital, al parecer, terminará cerrada y es muy probable que también impugnada por el segundo lugar. Guanajuato y Yucatán fueron ganadas con amplio margen por Libia García y Renán Barrera, que superaron con creces a sus dos contrincantes morenistas, pero sí de ventajas amplias hablamos, anoche Tabasco, con Javier May, y Chiapas, con Eduardo Ramírez, se perfilaban como ganadores rotundos con 80 y 75% de las votaciones respectivas en esos estados. Jalisco se veía como la elección más cerrada y anoche tanto Pablo Lemus de MC, como Claudia Delgadillo, de Morena, se declaraban ganadores y hasta sacaban a sus seguidores a festejar a la Glorieta Minerva, donde había tensión por la presencia de simpatizantes de los dos candidatos. La ventaja del PREP para Lemus era de apenas un punto y medio y es muy probable que, con esa diferencia, la elección jalisciense también termine en tribunales. Para sorpresa de muchos, con todo y los escándalos de corrupción y de propiedades que le documentaron, Rocío Nahle aventajaba anoche con casi 15 puntos al priista José Yunes, mientras que en Morelos, con todo y el desastroso gobierno de Cuauhtémoc Blanco, la morenista Margarita González se perfilaba como ganadora con más de 18 puntos sobre la aliancista Lucy Meza…Los dados mandan Escalera doble por la civilizada y masiva participación de los electores, que demostraron que son más maduros y responsables que los actores políticos que salieron anticipadamente a declararse ganadores y no estuvieron a la altura de la ciudadanía mexicana.

El enterrador del PRI

El título de esta columna, tengo que reconocer, no es mío. La expresión pertenece al exgobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, que, en los estertores de lo que queda del PRI, ayer le respondió a Alejandro Moreno Cárdenas, el dirigente nacional priista que lo llamó “traidor” y lo acusó de haber entregado su estado a Morena y al presidente López Obrador, para luego ordenar su expulsión al Consejo Político Nacional del viejo partido que, bajo el control absoluto de Moreno, ayer echó, literalmente, al junior del último jefe del Grupo Atlacomulco, Alfredo del Mazo González.

Hablar de rupturas, desprendimientos, renuncias o purgas en el PRI ya no es algo noticioso. El partido que dominó la política mexicana por más de 75 años, que asombró al mundo por su capacidad de persistencia y que creó un sistema y una cultura política que todavía hoy, en pleno siglo 21, prevalece y ha regresado recargada, revitalizada y mucho más autoritaria en los estilos de gobernar del presidente López Obrador, de Morena y de su 4T, va navegando a la deriva desde el 2018 cuando, después del sueño efímero del “nuevo PRI” de Peña Nieto, que terminó en pesadilla, y si no ha terminado por desangrarse y autoaniquilarse, es porque se aferró al barco de su adversario histórico, el PAN que, paradójicamente, terminó dándole oxígeno a un PRI que parecía desahuciado después de su segunda derrota en la Presidencia.

Porque al final fue el PRI, con su estructura nacional y su base social histórica, el fundamento en el que Andrés Manuel fundó Morena. Los sectores sociales más pobres, que por décadas constituyeron la principal clientela política del viejo priismo, fueron los cimientos sobre los que el tabasqueño trazó y diseñó su movimiento político, en la medida que esos sectores desfavorecidos fueron abandonados y olvidados por la tecnocracia neoliberal que privilegió el crecimiento y la disciplina en los indicadores económicos, sacrificando el ingreso y los subsidios a las clases más necesitadas.

Una vez que, con su cultura y formación de priista, López Obrador detectó eso, fue a por ello. Sabedor del valor político y electoral que tenía esa mayoría de mexicanos olvidados y marginados por el neoliberalismo, lo que hizo fue aprovechar el disfraz de izquierdista que le regalaron Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo y el PRD, para rebautizar a las viejas clientelas priistas como “el pueblo bueno” y hablarles casi exclusivamente a esos grupos de población en los que el discurso demagógico de redimir al pueblo y hacer un partido y un gobierno que viera por los pobres, encontró tierra fértil para que germinara lo que hoy es la mayor base política, social y electoral del obradorismo.

Y cuando tuvo el apoyo de las masas marginadas, lo siguiente fue comenzar a minar a la estructura nacional del priismo, aquella vieja maquinaria de líderes de colonia, de municipios y distritales que se fueron convirtiendo al nuevo credo morenista, despechados con un PRI que después de utilizarlos durante décadas, los hizo a un lado y concentró el crecimiento económico para los más ricos y para los políticos de su cúpula que se enriquecían por la corrupción gubernamental. Lo demás llegó solo, los liderazgos locales y regionales del partido tricolor, cuando vieron la fuerza con la que emergía Morena y cómo su partido declinaba y prácticamente entregaba el poder al López Obrador, la fuga de cuadros de base fue masiva entre 2015 y 2018.

Para darle la puntilla final al otrora poderoso partido, Andrés Manuel contó con un aliado estratégico: el presidente Enrique Peña Nieto, quien después de haber sido visto como el “salvador del PRI” y como cabeza de lo que él mismo bautizó en su campaña como “el nuevo PRI”, terminó su sexenio pactando con un López Obrador que ya se veía invencible desde el inicio de la campaña de 2018. Azuzado y aconsejado por Luis Videgaray y su grupo, Peña Nieto no sólo reconoció la derrota anticipada desde mayo de aquel año, sino que, en busca de inmunidad e impunidad para él y los suyos, tras la escandalosa corrupción que afloró al final de su gobierno, terminó escriturándole el país a López Obrador y a Morena.

Lo que vino después, ya una vez en el poder, fue una estrategia del Presidente para terminar de quebrar al PRI en la única fuerza que le quedaba tras su derrota estrepitosa del 18: los gobernadores priistas. Uno a uno, Andrés Manuel, ya con el poder de la presidencia, fue cortejando, seduciendo y cooptando a la mayoría de los 15 gobernadores que le quedaban al PRI cuando él asumió el cargo. Prácticamente todos, salvo el de Coahuila, Miguel Riquelme, los otros 14 mandatarios priistas se fueron doblando, agachando y entregando a los brazos del Presidente y, pretextando que no podían hacer nada para frenar la ola morenista que comenzó a arrasar en los estados, la mayoría de ellos entregaron sus entidades a Morena, obteniendo a cambio premios o huesos como las embajadas y consulados que hoy ocupan varios exgobernadores y gobernadoras priistas.

Hoy Alejandro Moreno y Alfredo del Mazo se encargan de completar la obra iniciada por López Obrador y con su pleito, que se suma a la salida de Eruviel Ávila, Miguel Ángel Osorio Chong y Claudia Ruiz Massieu de la bancada priista y de su militancia de muchos años, y a la baja más reciente de Alejandra del Moral que enardeció a los priistas mexiquenses al anunciar su renuncia y su adhesión a la campaña de Claudia Sheinbaum, lo que estamos viendo son los estertores del PRI que alcanzaron ya al último bastión importante que perdieron en 2023 y que fue la sede del mítico Grupo Atlacomulco.

El PRI que va quedando tras los desprendimientos mexiquenses empieza a ser sólo el de los círculos cerrados y de grupo de Alejandro Moreno y Rubén Moreira, con algunos nombres como el de Manlio Fabio Beltrones y Miguel Riquelme, que llegarán ambos al Senado y el segundo que pretende buscar la presidencia del PRI, si es que Alito se lo permite.

Así es que ahora que Del Mazo salió de su ostracismo para responder a la expulsión que le decretó su partido y acusó a Alito Moreno de ser el presidente priista con los peores números y lo llamó “el enterrador del PRI”, nos vino a la memoria que justo en 2019, cuando vino la contienda interna por la dirigencia tricolor, el entonces gobernador mexiquense apoyaba junto con la mayoría de gobernadores priistas de entonces al doctor José Narro para la dirigencia de su partido. Pero una llamada de su primo, el expresidente Peña Nieto, le pidió a Alfredo que cambiara de bando y que le pidiera al resto de los mandatarios estatales que apoyaran a Alito. Del Mazo no dudó y convocó a los 12 gobernadores que le quedaban al PRI que abandonaran a Narro y apoyaran a Moreno Cárdenas.

Es decir, que gracias Del Mazo, Alito Moreno llegó a la presidencia priista, aunque luego lo maltrató, le impuso candidatos y nunca le reconoció el apoyo. Lo más interesante de todo esto no es el pleito entre los dos priistas que algún día fueron aliados, sino que aquella llamada de Peña Nieto a Del Mazo se produjo justo después de que, desde Palacio Nacional le llamaran al expresidente para pedirle su apoyo para que Alejandro Moreno fuera el dirigente del PRI. Y es que Alito, para poder llegar a ser el líder del viejo partido, había buscado el apoyo del Presidente que, a través de sus operadores políticos de entonces, como Julio Scherer, le dijeron a Peña que “con Alito podríamos entendernos muy bien”. Lo demás es de todos conocido.

NOTAS INDISCRETAS…

Llegamos a este sábado con dos visiones encontradas y opuestas, ya no sólo de país, sino de los escenarios que vendrán en la votación de mañana. De un lado dicen que sus números les dicen que la elección se cerrará a un dígito y hablan hasta de 5 puntos, mientras que del otro insisten en que todos sus números les hablan claramente de 2 dígitos, empezando en 10 y subiendo hasta 30. Por eso tanto nerviosismo de uno y otro lado, pero también por eso tanto ánimo triunfalista en los dos cuarteles. Pero al final, por más números que invoquen, los únicos números reales serán los que defina el electorado que este domingo saldrá a votar, esperamos, en paz, con tranquilidad, legalidad y libertad. Así que no coman ansías ni de un lado ni del otro, pronto sabremos lo que mandató la ciudadanía…Los dados mandan una enorme Escalera Doble para la democracia mexicana que, después de tanta violencia, horror y confrontación en las campañas, tiene mañana una de sus pruebas más grandes. Todos a votar y a decidir, para que no decidan otros por nosotros.

Director: Juan Luis Parra

Hermosillo, Sonora.

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