El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, designó al Gobierno de Venezuela como una “organización terrorista extranjera” y ordenó bloquear todos los petroleros que entren o salgan del país sudamericano, en una escalada de tensiones tras la incautación de un barco frente a sus costas.
La decisión fue anunciada días después de que fuerzas estadounidenses interceptaran un buque petrolero en aguas del mar Caribe, lo que coincidió con un incremento de presencia militar de Estados Unidos en la región. Trump justificó la medida al acusar al “régimen ilegítimo de Maduro” de utilizar el petróleo para financiar actividades como el narcotráfico, la trata de personas, el secuestro y el asesinato.
“Estados Unidos no permitirá que criminales, terroristas ni otros países roben, amenacen o dañen a nuestra nación”, escribió el mandatario en la red Truth Social, donde también exigió la devolución “inmediata” de petróleo, tierras y activos a Estados Unidos.
Trump aseguró que Venezuela está rodeada por “la Armada más grande jamás reunida en la historia de Sudamérica” y advirtió que el cerco militar se ampliará hasta que se recuperen los recursos “robados”.
En respuesta, el presidente Nicolás Maduro llamó a una “gran protesta mundial” contra las acciones del Gobierno estadounidense, convocando a trabajadores de la industria petrolera y gasífera a defender el derecho de Venezuela al libre comercio internacional.
Durante un acto transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión, Maduro calificó de “piratería” la confiscación del barco petrolero ocurrida el 10 de diciembre y pidió que la protesta sea permanente, además de coordinar acciones con los armadores de puertos a nivel global.
“La defensa de la libertad de comercio y la paz del Caribe y de Venezuela es la defensa de la libertad de comercio y la paz del mundo entero”, declaró Maduro.
La confrontación ocurre en medio de una creciente tensión regional, donde Estados Unidos sostiene que su despliegue naval responde a operativos contra el narcotráfico, mientras el Gobierno venezolano lo interpreta como un intento de desestabilización política.
