A dos años de su inauguración, el Tren Maya opera con un subsidio federal que equivale a diez veces su ingreso por venta de boletos y souvenirs, de acuerdo con un análisis publicado por Reforma.
En 2024, el proyecto reportó ingresos por 275 millones de pesos, mientras que sus gastos operativos ascendieron a 2 mil 837 millones de pesos, explicó Gerardo Herrera, experto en negocios de la Universidad Iberoamericana. “Visto desde un punto de vista financiero, es un proyecto perdedor”, afirmó el especialista.
Herrera cuestionó la viabilidad del tren impulsado por el ex presidente Andrés Manuel López Obrador. “¿Qué negocio se sostiene cuando sus ventas son entre 2 y 10 por ciento de sus gastos operativos?”, planteó, al señalar que el subsidio se mantendrá por al menos una o dos décadas.
Según sus estimaciones, las pérdidas podrían acumularse hasta por 25 mil millones de pesos en diez años, en caso de mantenerse la tendencia actual de operación. “En todo ese tiempo se le tendrá que meter dinero, y mucho dinero”, advirtió.
Carlos Barreda, especialista en el sector ferroviario, indicó que uno de los principales retos del Tren Maya será justificar los subsidios federales, ya que se trata de un servicio de transporte turístico y “de lujo”, cuyos usuarios, dijo, deberían cubrir el costo total del boleto.
Datos oficiales del propio Tren Maya detallan que en 2024 se registraron ventas por 275 millones de pesos y gastos operativos por 2 mil 837 millones, lo que evidencia un desequilibrio financiero en su funcionamiento actual.
