Diputados de oposición exigieron a la presidenta Claudia Sheinbaum la destitución inmediata de Marx Arriaga, director de Materiales Educativos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), tras la convocatoria que realizó el pasado 25 de diciembre a una rebelión dentro de la dependencia federal, y por promover comités en defensa del obradorismo y la Cuarta Transformación.
Federico Döring, vocero del PAN en la Cámara de Diputados, advirtió que si Sheinbaum no solicita su renuncia, quedará claro que Arriaga es una imposición de la administración pasada. “Sólo la renuncia de Marx Arriaga sería una señal positiva. Si la Presidenta no le pide la renuncia, quedará claro, como en otros casos, que es una imposición de La Chingada y que no puede hacer nada al respecto”, sostuvo el legislador.
Döring calificó como preocupante que el funcionario pretenda hacer de la educación una herramienta de adoctrinamiento político, y criticó que cuestione actos de corrupción al interior de la SEP, dirigida por Mario Delgado, de quien dijo, tiene una amplia trayectoria en la materia.
El diputado panista Héctor Saúl Téllez también demandó la remoción de Arriaga, acusándolo de reiterados intentos por politizar e ideologizar los contenidos educativos, y advirtió que se ha gestado una rebelión dentro de la SEP encabezada por él. “Ahora resulta que este funcionario convoca la creación de comités de defensa del obradorismo”, dijo.
Téllez afirmó que la situación representa un quiebre al interior de la Secretaría y pidió frenar el intento de “polarizar, ideologizar y politizar” la educación pública en el país.
Por su parte, la diputada emecista Iraís Reyes señaló que tener a funcionarios como Marx Arriaga en carteras clave compromete la enseñanza del pensamiento crítico y acusó que su postura revela miedo a la pluralidad. “Cuando el Estado y personajes como este quieren decidir qué debes pensar, se deja de educar y se empieza a doctrinar”, afirmó.
La legisladora insistió en que la educación pública pertenece a todos, no a una fracción política, y que el objetivo del Estado debe ser garantizar libertades, no formar lealtades.
La polémica surge luego de que Arriaga llamara públicamente a crear comités en defensa de los libros de texto gratuitos y de los valores de la Cuarta Transformación, al considerar que dentro de la SEP persisten “poderes hegemónicos” que buscan privatizar la educación.
