En vísperas de la Navidad, diputados y senadores, quienes se encuentran dentro y fuera del país disfrutando de unas “cortas” vacaciones de las que tendrían que volver a sus respectivas cámaras en febrero, podrían estar obligados a suspender su “merecido” descanso, pues nos aseguran que existe la posibilidad de que se convoque a un periodo extraordinario. En el Senado analizan la posibilidad de convocar a un periodo extraordinario de sesiones al inicio de 2026, debido a que llegaron a la Cámara Alta dos solicitudes del Ejecutivo: una para la entrada de tropas extranjeras a partir del 19 de enero y la segunda para la salida de tropas mexicanas a partir del 18 de enero con la finalidad de realizar diversos ejercicios de capacitación y adiestramiento. Nos dicen que los tiempos no le dan al Senado para esperar el periodo ordinario que inicia en febrero, por lo que la propuesta es que el periodo extraordinario se realice en la semana del 12 al 16 de enero. Así que los abnegados legisladores podrían perder varios días de sus vacaciones. Una verdadera injusticia.
Le comentamos en este espacio que la austeridad en la Cámara de Diputados pegó al sistema de salud, pues están dando citas a empleadas y colaboradoras para aplicarles el examen de detección de cáncer cervicouterino hasta enero por falta de reactivos. Ahora, nos actualizan, se ordenó al servicio médico, dejar de proporcionar consultas de especialidad a personal freelance y externo de la Cámara baja por tiempo indefinido. Desde esta semana, el servicio estará limitado solo a personal de base, sindicalizados y de confianza. Le versión extraoficial sobre esta decisión es que no hay recursos, aunque esto contrasta con los bonos económicos y las MacBook que se autorregalaron las diputadas y los diputados por fin de año.
Nos hacen notar que ayer la presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que 2026 será el año en que se consolidará el IMSS Bienestar. A más de tres años de su creación, este Organismo Público Descentralizado tiene presencia en 23 entidades, y no en las 32 del país, por lo que la meta se antoja altamente ambiciosa. En especial, nos dicen, las promesas en materia de salud se vuelven muy complejas de cumplir, y nos recuerdan el caso del compromiso de terminar con el desabasto de medicamentos, que luego de siete años, apenas comienza a parecer una realidad. El deseo navideño de todo el país es que se logre cumplir esta promesa. Ya se verá.
La Medalla Belisario Domínguez, máximo galardón que otorga el Senado mexicano a ciudadanas y ciudadanos que se han distinguido por sus servicios a la patria o a la humanidad, nos hacen ver, es ninguneada por el grupo parlamentario de Morena. Este reconocimiento ha registrado un desfase desde la pandemia y en este 2025 no se entregó el correspondiente a 2024. Nos recuerdan que el primero en desdeñar este galardón reconocimiento fue el expresidente Andrés Manuel López Obrador, quien en 2021 se negó a asistir como testigo de honor a la sesión solemne de entrega de la medalla a Ifigenia Martínez, ante el temor de que la senadora Lilly Téllez le armara un escándalo y lastimara su investidura. Tampoco asistió a las siguientes dos entregas, a Elena Poniatowska, y a Ninfa Deándar. Se ha mencionado que entre las candidaturas fuertes para la próxima edición están la senadora experredista Amalia García y en una posible versión post mortem, Porfirio Muñoz Ledo, pero el tema, por ahora, no es prioridad para la 4T.