A pesar de que la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle, afirmó en su primer informe de gobierno haber garantizado el abasto de medicamentos en la entidad, madres de niños con cáncer en el Hospital Infantil de Veracruz desmintieron esta declaración y denunciaron una escasez persistente de fármacos esenciales.
Cora de Jesús Rodríguez, representante de madres de pacientes oncológicos, señaló que el abasto de medicamentos apenas alcanza el 70 por ciento, lo que impacta directamente en los tratamientos de los menores, especialmente en el área de hematología.
Los fármacos con mayor desabasto en el hospital pediátrico son Hidrea y el Factor 8, ambos fundamentales para niños con enfermedades hematológicas que requieren tratamientos continuos para evitar complicaciones graves.
La situación también se repite en el Hospital de Alta Especialidad de Veracruz (HAEV), adjunto al nosocomio pediátrico, donde, según trabajadores que pidieron el anonimato, existe un desabasto del 70 por ciento de los mil 224 medicamentos disponibles en su farmacia, muchos de ellos considerados vitales.
Además, la falta de insumos médicos como alcohol, Isodine, catéteres de diálisis, sondas endopleurales, glucómetros y tiras reactivas ha provocado la suspensión de procedimientos quirúrgicos y terapias de diálisis, informaron los mismos trabajadores.
Denunciaron también la existencia de un presunto robo hormiga de medicamentos, que serían sustraídos por personal del hospital para ser vendidos de forma clandestina, incluso trasladados a clínicas rurales o farmacias ambulatorias.
El hospital también enfrenta una escasez crítica de especialistas, como internistas, nefrólogos, cardiólogos y neumólogos, lo que agrava la atención en este centro de tercer nivel, que debería contar con uno de los presupuestos más altos del sistema de salud estatal.
