Los burros togados, en realidad, un “pueblo” maligno llamado AMLO, electo para presidir la Corte, resulta que ignora los principios del derecho romano más famosos y eficaces derivados principalmente de las compilaciones del emperador Justiniano, como las Instituciones y el Digesto, mismas que han influido en los sistemas jurídicos modernos en todo el mundo.
¿Cuántos de los burros entogados compraron sus títulos de “abogados” o plagiaron sus tesis “profesionales”, por lo que ni siquiera habrían escuchado otros principios romanos como el Honeste vivere que propone actuar con integridad y moralidad, o el Alterum non laedere que prohíbe causar perjuicio a terceros, o el Suum cuique tribuere que obliga a respetar los derechos ajenos y a cumplir con las obligaciones, o el Pacta sunt servanda fundado en que los pactos deben cumplirse, o el Audiatur et altera pars, para garantizar el derecho a la defensa?
¿A dónde va un país sin certeza jurídica, sin un sistema de impartición de justicia, en el contexto de un Estado de derecho que garantice, entre otros objetivos, el patrimonio y los intereses de la comunidad? ¿A dónde vamos con burros togados en la Corte y además traidores a la patria, ya que detentan cargos provenientes de una elección tan indeseable, como espuria, en el entendido que dichos “ministros” fueron “electos” sospechosamente por tan solo el 13% de 98 millones mexicanos?
Huyen los constructores de México para crear bienestar en otros países, mientras que la inseguridad física y jurídica y los jueces y legisladores activistas asustan severamente a los inversionistas nacionales y extranjeros con todas sus graves consecuencias.
¿Cuántos mexicanos víctimas de la incertidumbre jurídica estarán evaluando la posibilidad de huir de México antes del 2030, una vez enviados sus depósitos fuera del país y logrado el ingreso de sus hijos en las escuelas de Estados Unidos o Europa, tal y como aconteció con los inversionistas de Cuba, Venezuela y Nicaragua, entre otras dictaduras socialistas suicidas más? Desde luego que también pagarán impuestos, sí, pero en el extranjero, cuando en la patria es donde construyeron con talento, audacia e imaginación su riqueza. ¿Cómo culparlos por proteger su patrimonio logrado con trabajo, riesgos y esfuerzos y, tal vez heredado con orgullo, de generación en generación?
Resulta de capital importancia impedir la promulgación de la nueva ley electoral que pavimentaría la estancia indefinida de Morena y sus secuaces en el poder. México no resistiría 6 años más de transformaciones suicidas…
Resumen: entre los burros togados y traidores y la fusión suicida de los tres Poderes de la Unión, México y sus 130 millones de habitantes se dispone a dar un salto al vacío de consecuencias imprevisibles. Por si fuera poco, AMLO se prepara para desconocer una vez más a Sheinbaum al llevar a cabo una gira de promoción de embustes de su nuevo libro, redactado para arrebatarle los reflectores a la Presidenta y confundir aún más a la nación, respecto a un pasado congestionado de traumas infundados que, por lo visto, jamás superaremos.
