María Corina Machado, líder opositora venezolana, llegó finalmente a Oslo la madrugada del jueves tras salir clandestinamente de Venezuela en lancha y pasar por Curazao, con el objetivo de recibir el Premio Nobel de la Paz. Aunque no alcanzó a llegar a la ceremonia oficial, sí logró reunirse con su familia y aparecer públicamente por primera vez en más de un año.
A las 02:20 horas (tiempo local), Machado salió al balcón del Gran Hotel de Oslo para saludar a un grupo de venezolanos que la esperaban cantando el himno nacional “Gloria al Bravo Pueblo”. Luego bajó a la calle, acompañada por su hija Ana Corina Sosa —quien recibió el Nobel en su nombre el miércoles— y por su madre, Corina Parisca Machado.
Durante el último año y medio, Machado se mantuvo en la clandestinidad tras denunciar fraude electoral en los comicios presidenciales de julio de 2024, en los que Nicolás Maduro fue proclamado vencedor. Junto con el candidato opositor Edmundo González, presentó el 85% de las actas de votación que, según ellos, validan el triunfo de la oposición. El Consejo Nacional Electoral venezolano no ha hecho públicas las boletas que ratifiquen ese resultado.
La Fiscalía de Venezuela abrió en noviembre de 2024 una investigación contra Machado por presuntos delitos de traición a la patria, conspiración con países extranjeros y asociación para delinquir, que podrían implicar hasta 30 años de prisión.
Machado dejó el país en secreto el martes rumbo a Curazao, según confirmaron funcionarios estadounidenses al Wall Street Journal, en una operación planeada por sus aliados para garantizar su seguridad. La opositora permanecía escondida en Venezuela desde hacía meses para evitar su detención.
En una llamada telefónica con el presidente del Comité Nobel, Jørgen Watne Frydnes, publicada en el sitio del premio, Machado agradeció a quienes hicieron posible su salida del país, aunque lamentó no haber llegado a tiempo para la ceremonia: “Estoy muy triste por no poder asistir, pero estoy en camino”, dijo entonces.
El Comité Nobel no especificó cuándo ni desde dónde se realizó la llamada. Kristian Berg Harpviken, del Instituto Nobel, señaló que el operativo fue más complejo de lo esperado debido a las amenazas contra la vida de Machado, incluso fuera de Venezuela.
En Oslo, la opositora se reencontró con sus tres hijos, a quienes no veía desde hace dos años. En la ceremonia, su hija resaltó que casi nueve millones de venezolanos han tenido que abandonar el país y expresó su esperanza de reencontrarse pronto con su madre en una Venezuela libre.
Durante el evento estuvieron presentes los presidentes Javier Milei (Argentina), Daniel Noboa (Ecuador) y José Raúl Mulino (Panamá). La ceremonia también sirvió como escenario para que Machado agradeciera públicamente al expresidente Donald Trump por su apoyo a la causa venezolana.
Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, Trump ha endurecido su postura contra el régimen de Maduro. En mayo, una operación respaldada por Washington extrajo a cinco colaboradores de Machado y a su madre desde la residencia diplomática de Argentina en Caracas, un hecho que el gobierno venezolano calificó como una salida negociada.
Las autoridades venezolanas restaron importancia a lo ocurrido en Noruega, calificando la ceremonia del Nobel como un “fracaso total” y una “subasta”, mientras continúan calificando a Machado como prófuga de la justicia.
