Grupo Televisa y su filial Ollamani, encabezadas por el empresario Emilio Azcárraga, arrastran una deuda de más de cuatro mil 500 millones de pesos con el Servicio de Administración Tributaria (SAT), pero continúan recibiendo recursos públicos, de acuerdo con un reportaje publicado en la edición 0030 de la revista Proceso, correspondiente a diciembre de 2025.
Según el reportaje, la deuda fiscal asciende a cuatro mil 540 millones de pesos, de los cuales dos mil 378 millones corresponden a Ollamani y dos mil 162 millones a Televisa y un grupo de subsidiarias. Pese a ello, ambas empresas continúan como receptoras de publicidad oficial, a pesar de que la presidenta Claudia Sheinbaum ha reiterado su compromiso de no asignar este tipo de recursos a empresas con adeudos fiscales.
Además, Ollamani –y posiblemente Televisa y otras subsidiarias– podrían verse beneficiadas con una exención total de impuestos que fue acordada entre la FIFA y el gobierno mexicano desde la administración de Enrique Peña Nieto, como parte de las condiciones para que México albergue 13 partidos del Mundial 2026.
El acuerdo contempla que la FIFA entregará al gobierno una lista de participantes y organizadores del evento para que estén libres de obligaciones fiscales, incluyendo subsidiarias, proveedores, contratistas, personas físicas y terceros vinculados.
No obstante, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público informó que trabaja con la FIFA para limitar las disposiciones fiscales y aduaneras, señalando que el Poder Legislativo condicionó en la Ley de Ingresos 2026 la aplicación de estos beneficios fiscales a través de una norma habilitante. Esta medida permitirá que los beneficiarios cumplan ciertas obligaciones formales, pero aclaró que la exención sólo aplicará durante 2026 y no antes del último cuatrimestre de 2025.
