En diciembre de 2023, el PAN encabezó en el Congreso de la Ciudad de México la maniobra opositora que impediría la ratificación de Ernestina Godoy, titular de la Fiscalía General de Justicia capitalina. Dos años después, una nueva pugna entre ambos asoma.
La semana pasada, el régimen se exhibió al forzar la renuncia del fiscal Alejandro Gertz Manero.
El jueves todo fue rumores por la defenestración de Gertz. Convocados para tramitar, nunca mejor dicho, una decisión tomada en otro lado, ese día los senadores oficialistas fueron pacientes, mientras que los de la oposición, medrosos.
A lo más que llegaron los opositores fue a denunciar que una embajada no suponía una “causa grave”, como establece la ley si ha de interrumpir su periodo quien ocupa la titularidad de la FGR. Y en tribuna, ningún panista de peso subió a elevar el costo a Morena.
Si se argumenta que no está mal que la oposición “pagara por ver” dado que era el oficialismo el que parecía enredado en sus enjuagues, tal explicación no alcanza para entender a Jorge Romero, líder del PAN, que no le entra al tema por los cuernos.
Romero tuvo asamblea nacional el sábado. Marco inmejorable para algún discurso de altos vuelos. En los más de 40 minutos del discurso del jefe del PAN, la entrega de la fiscalía de la República a una incondicional de la presidenta no mereció ni un pío.
¿Qué pasaba por la cabeza de Romero que no dedicó su alocución a criticar algo que va contra la justicia imparcial que siempre propuso Acción Nacional? Encima, el partido que en 2018 padeció la actuación facciosa de la procuraduría de EPN contra su candidato presidencial.
¿Timoratos el jueves y timoratos el sábado los panistas? Porque, a pesar de que este lunes se conoció la lista de 43 aspirantes (es un decir) registrados para el proceso de selección de fiscal por la renuncia obligada de Gertz, todo mundo sabe que es una simulación.
Sheinbaum tomó la fiscalía desde el minuto uno de la expulsión de Gertz, que tuvo que nombrar, como postrera medida en la humillada que le pusieron, a Ernestina Godoy en el cargo que la ley establece que puede sustituir al fiscal en caso de ausencia. ‘Fiscala’ habemus.
La inmediata cascada de nombramientos en la FGR, que confirman la compenetración entre fiscalía federal y Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de Omar García Harfuch, remite a un intento de reeditar lo que se vivió en la capital con la dupla Godoy-Harfuch.
Y es ahí donde el pasado podría alcanzar a los opositores, particularmente a los panistas, que tuvieron duros encontronazos con la fiscala in pectore.
El PAN, que impidió otro periodo de cuatro años en la capital a Ernestina en enero de 2024, cuando fue la votación definitiva, ahora tramitará su ratificación para la Fiscalía General de la República. En ese inminente proceso, Acción Nacional no tendrá opción: habrá de decirle a la sociedad qué piensa de Godoy, de su pasado y de lo que implica.
Porque Ernestina Godoy fue parte esencial del caso que desde la Jefatura de Gobierno se montó en contra de los panistas capitalinos al denominarlos “cártel inmobiliario”. El origen y el núcleo de ese grupo es la Benito Juárez, y de esa alcaldía la figura esencial es Romero.
Ernestina, a la que los panistas impidieron seguir en la fiscalía capitalina, ahora despacha en la FGR, donde se abrieron carpetas contra panistas como Ricardo Anaya, desde donde –¿alguien lo duda?– se operará la justicia para fines electorales… ¿El PAN no dirá nada?
