Columna invitada

Ante María Corina, techo de acero

Ni techo de cristal ni llegamos todas, la sororidad vale cuando hay coincidencia ideológica. Resulta increíble que la presidenta Claudia Sheinbaum, una de las diez mujeres más poderosas del mundo, siga sin hacer el menor gesto o reconocimiento a una luchadora social como María Corina Machado, que no lo haga la Cancillería ni la Secretaría de la Mujer, que incluso en la Cámara de Senadores se apresuren a cerrar la sesión para que nadie pueda hacer un reconocimiento al enorme trabajo democrático, al esfuerzo desarrollado por una mujer opositora a una dictadura que exige que se reconozca el triunfo electoral que Edmundo González y ella tuvieron hace poco más de una año, reconocido por todas las instancias internacionales que observaron esos comicios en Venezuela. En México preferimos cobijar a un dictador al borde del abismo que reconocer una lucha por la democracia.

Ninguna de las mujeres de la 4T que le niegan el reconocimiento a María Corina ha vivido ni remotamente en la clandestinidad ni ha sido perseguida por un gobierno dictatorial. La gesta que ha vivido María Corina para escapar de Venezuela y llegar a Oslo es una síntesis de toda su lucha. Partió escondida de Caracas, con pelucas, donde permanecía clandestina durante más de un año, dirigiendo la oposición a Maduro, que encarceló, en este año, a cientos de sus militantes. Salió acompañada de dos personas, pasó diez controles de seguridad hasta llegar a un punto de la costa donde abordó una lancha que la llevó a través de un Caribe embravecido hasta Curazao, unos 60 kilómetros de distancia. Allí abordó un avión que le prestaron (que, se supone, tiene matrícula mexicana, obviamente, no del gobierno), que luego de una escala en Maine la dejó en Oslo, doce horas después de que su hija, en su representación, recibiera el Premio Nobel de la Paz y de que el primer ministro noruego leyera uno de los discursos más duros que se conocen en el ámbito diplomático contra la dictadura de Maduro.

La batalla por Venezuela no ha hecho más que empezar. El cierre del espacio aéreo, la intercepción y el decomiso del barco petrolero más grande de Venezuela, el cerco al que se ve sometido el gobierno de Maduro, acabará con el régimen. Como se dijo en Oslo, la resistencia de Maduro sólo se explica por el apoyo y la presión que ejercen para que no deje su posición los gobiernos de Irán, Rusia y Cuba, y apoyos, el único de América Latina, fuera del de Nicaragua, Cuba y el tímido de Brasil, de México. El de Colombia es sobre todo declarativo, porque Gustavo Petro está en una situación casi tan difícil como Maduro y, si llega a las elecciones de mayo próximo, será echado del poder.



La del barco petrolero incautado es una historia similar a la que se vivió con un avión de carga que estuvo varias veces en México. Era propiedad iraní, fue “comprado” por Venezuela cuando llegaron las sanciones a Irán, fue calificado como un instrumento de grupos terroristas por la OFAC y, sin embargo, seguía viajando, transportando crudo y pasajeros entre los países que continúan comerciando con Venezuela (sobre todo con Irán, con Cuba, también México) y terminó siendo tomado por las fuerzas militares el miércoles. Aquel avión iraní-venezolano partió en su último vuelo de Querétaro, donde estuvo varios días transportando a integrantes de la guardia revolucionaria iraní y a funcionarios venezolanos, nunca se supo qué hicieron y con quién estuvieron en México y de allí viajaron hacia Buenos Aires, cuando todavía estaba en el poder Cristina Fernández.

Jueces allá, sí independientes, viendo que estaba catalogado como un instrumento de grupos terroristas, no le dejaron aterrizar ni aprovisionarse. Voló a Montevideo, donde las autoridades uruguayas también lo rechazaron y terminó aterrizando en Buenos Aires, donde fue incautado y sus tripulantes detenidos. Un año después, el avión estaba en Estados Unidos, reclamado por las autoridades de ese país. En Argentina fue un escándalo, en México no mereció ni un comentario de las autoridades.

Habrá que comenzar a preocuparse en México ante la evidente lejanía que tenemos con quienes defienden la democracia, mientras se apapacha a las dictaduras, se cobija a Maduro, se aprovisiona de todo, desde petróleo hasta libros, a Cuba, se permite la operación de decenas de espías rusos en México.



Creo que no han leído en Palacio Nacional la nueva estrategia de seguridad nacional de la administración Trump, que trasciende a ese mandatario y que, dicen los analistas, perdurará, sea quien sea, el que lo reemplace dentro de tres años en la Casa Blanca. La próxima renegociación del T-MEC no será sólo comercial: tendrá contenido político y de seguridad, lo infiere el propio documento, que restablece una suerte de Doctrina Monroe 2.0. Pero no lo queremos ver, quizá porque algunos, sobre todo en Palenque, temen que su destino se equipare con el de Maduro o Díaz-Canel.

Por lo pronto, habrá que quedarse con el discurso de María Corina, que leyó su hija Ana al recibir el premio en Oslo y, sobre todo, recordarlo: “El régimen se dedicó a desmantelar nuestra democracia: violó la Constitución, falsificó nuestra historia, corrompió a las Fuerzas Armadas, purgó a los jueces independientes, censuró a la prensa, manipuló las elecciones, persiguió la disidencia y devastó nuestra biodiversidad”.

Por cierto y por si no se enteraron: El Mayo Zambada logró un aplazamiento de su audiencia porque sigue negociando un acuerdo de culpabilidad y colaboración con la justicia estadunidense.

Jorge Fernández Menéndez

Jorge Fernández Menéndez es periodista y analista, conductor de Todo Personal en ADN40. Escribe la columna Razones en Excélsior y participa en Confidencial de Heraldo Radio, ofreciendo un enfoque profundo sobre política y seguridad.

0 comentarios

De Hermosillo, Sonora

Para todo el mundo.

Edición: 

Online desde el 2010

© Copyright 2024 SonoraPresente | Todos los derechos reservados. Nuestra información está siempre verificada y nos esforzamos por otorgar el debido crédito a la fuente original.

Si usted quiere hacer una reclamación o solicitar bajar un contenido, haga clic aquí para iniciar el procedimiento.

SonoraPresente

Hermosillo, Sonora, México.

© Copyright 2024 SonoraPresente
Todos los derechos reservados. Nuestra información está siempre verificada y nos esforzamos por otorgar el debido crédito a la fuente original.

Si desea presentar una reclamación o solicitar la eliminación de contenido, haga clic aquí para comenzar el proceso.

Registration

Forgotten Password?