Debe ser muy humillante para la señora Claudia Sheinbaum que “el Presidente López Obrador”, como equívocamente ella le llama, pida que se le apoye a la pobrecita.
Un sobajamiento que la sombra de AMLO proyectó sobre ella en un muy extenso video que tuvo como pretexto la presentación de un nuevo libro, supuestamente de su autoría.
No es esta la primera vez que la dama es humillada por su creador.
Ya formalmente declarada electa, él la tomó de la manita y la llevó con él a recorrer el país para hacer actos de presentación de su personita… ¡como si ella no hubiese recorrido todas las entidades en varias ocasiones, ya como precandidata, luego como “corcholata” y, la definitiva, como candidata de Morena y de su fauna de acompañamiento del PVEM y del PT.
Otra humillación, entre varias que se hicieron públicas, fue cuando la apretujó hacia él y le dio apasionado beso en el rostro, como definitivamente un padre no besa, repito, no besa a su hija.
Doña Claudia, empero, aguanta eso y hasta más.
Pero esa resistencia ¿durará todo el sexenio?
¿O está esperando hasta el próximo octubre para, cuando ya no exista la posibilidad de que, ante una ruptura con el caudillo, ella tenga que dimitir o, desde el Senado, Adán López la obligue a presentar una carta en la que anuncie su “retiro”, cómo apenas lo hizo Alejandro Gertz?
¿Y por que hasta octubre de 2026?
Pues para que ya no haya riesgo de que nuevamente se convoque a elecciones para que se vote por un Presidente que culmine el sexenio hasta 2030.
¿Oportuno o inoportuno?
Como sucede invariablemente, el video de AMLO provocó revuelo entre seguidores y críticos. Pero esta vez fueron más quienes atacaron a quien se presentó desde Casa “La Chingada” que aquellos que lo alabaron o incluso defendieron.
Hay un encono creciente contra el régimen de Cuarta… Transformación del cual López es, junto con Sheinbaum, responsable.
Resulta sobrado repetir uno a uno los acontecimientos recientes que muestran y demuestran tal repudio, aunque vale destacar el que abiertamente se ha evidenciado en las recientes marchas y manifestaciones en la capital nacional y en las principales ciudades del país, así como el permanente que se observa en las redes sociales y que va in crescendo.
Muchas presiones internas que difícilmente resisten las siempre cerradas y a veces hasta amuralladas puertas de los palacios de gobierno, como las de los jóvenes, los agricultores, los estudiantes universitarios, los transportistas, los empresarios, las de familiares de centenares de miles de víctimas…
… los homicidios y feminicidios cotidianos, las masacres, el sembrado de minas explosivas, las extorsiones que aumentan…
… la incapacidad de las fuerzas federales, locales y municipales para contener lo anterior…
… la lucha electoral que se avecina conforme se acerca el 2027…
… y las presiones, también, del gobierno del estadounidense Donald Trump.
Todos esos apremios, más los que se acumulen en las próximas semanas, sólo se enfrentan con palabrería vertida en grandes cantidades, a diario, en las mentiñeras.
Y ¿por qué solo con palabras?
Pues porque no hay más. El gobiernito está en bancarrota, como ya lo hemos comentado aquí y se ha advertido en todas partes. A tal grado que, si desde “la Corte del acordeón” siguen espantando y azuzando a los inversionistas creadores de empleo, más temprano que tarde ya el SAT no tendrá a quien cobrarle los elevados impuestos y las muchas alcabalas.
Por ende, se reducirán o acabarán los “apoyos del Bienestar” y el régimen de Cuarta… perderá así su único sostén: el voto condicionado de los menesterosos.
¿Fue oportuna la reaparición de AMLO dada la situación por la que atraviesa su protegida?
¿O le complicó el panorama todavía más al presentarla como débil, tambaleante, como a una mujer que por ello necesita ser apoyada, tal y como lo pidió?
“Haiga sido como haiga sido” –diría el clásico– ¡la sobajó!
Y ante ello, lo menos que se esperaría sería una reacción de la señora Sheinbaum…
… pero ella espera a que llegue pronto octubre de 2026, cuando ante su posible ausencia del cargo AMLO ya no pueda nombrar ¿a su hijo Andy? como Presidente provisional o interino para que convoque a elecciones y, máximo durante nueve meses, enderecen juntos el rumbo perdido de la nave guinda.
Indicios
El gobiernito de Claudia Sheinbaum no es México. Morena no enarbola las causas por las que todos debamos luchar ciegamente. Ni AMLO es el santo patrono de una nueva religión guinda que exija sacrificios humanos –cientos de miles de homicidios, millares de fallecidos por falta de medicamentos– para reconquistar y/o reafirmar la fe en su Movimiento. Los cuatroteros no lo entienden. Y eso sí, amonestan y demonizan a quienes aún se atreven a criticarlos y hasta a los que muestran su discordancia. Lo peor, inventan “ataques”, complots, intervencionismo extranjero y, en una de esas, hasta intentos de asonadas. La misma señora Sheinbaum lo mostró sin rubor alguno hace apenas unos días al emplear el mismo discurso con el que trascendió el gorilato de Gustavo Díaz Ordaz, al afirmar que existen grupos extranjeros, particularmente de “ultraderecha”, que buscan frenar la continuidad del proyecto del régimen de Cuarta… Transformación. Y como toda religión exige mártires, ella volvió a victimizarse, ciñendo sobre su testa una corona de supuestas agresiones: “Hemos recibido, decía ‘el Presidente López Obrador’ (sic) que nunca había habido un presidente que lo hubieran atacado tanto. No, pues yo creo que ya le gané, porque en este mes… muchos troles, bots, todo comprado con mucho dinero.” Omite, claro, que ella y el régimen de Cuarta… dan pie a las críticas. Aunque, habría que preguntarse si no fue eso lo que AMLO interpretó como una llamada de auxilio. * * * Por hoy es todo. Le reconozco que haya leído hasta aquí este Índice Político y, como siempre, le deseo ¡buenas gracias y muchos, muchos días!
https://www.indicepolitico.com
indicepolitico@gmail.com
@IndicePolitico
@pacorodriguez
