La vida sigue. La ejecución de Carlos Manzo dio testimonio de que la catástrofe de violencia e inseguridad sigue siendo brutal en Michoacán y en México. Lo que se tenía que criticar y decir ha sido dicho en las últimas 72 horas. Ayer hubo un destello en esta tristísima calamidad. Un resplandor llamado Grecia Quiroz.
En Uruapan, en Michoacán, y, por lo visto, en Palacio Nacional, están de acuerdo en que ella releve a su esposo asesinado. De concretarse la acción, el crimen de Carlos Manzo no habría caído en el vacío, como tantos crímenes en el país. Significaría apoyar a una forma de gobernar que no entiende de concesiones a los criminales. Y la comprensión de que, al menos en esa región, no hay espacio para estupideces partidistas ni sectarias.
El objetivo es curar un traumatismo monumental, y la mejor manera es con un buen gobierno, sensibilidad y firmeza. Creo que es momento de dar un paso al lado para que pase Grecia, desearle suerte, a ella y a Uruapan, y ahora sí ver de qué talla es el gobierno de Claudia Sheinbaum, García Harfuch, Trevilla y ellos.
Suerte, Grecia, en la misión de reemplazar a quien, como usted dijo en el funeral, “fue el único que, cansado de tanta violencia, se atrevió a hablar con la verdad y prometió defender a nuestros hijos con uñas y dientes”.
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Presidenta provisional sí, presidenta sustituta no . . . “La sustitución del alcalde deberá respetar el género y el origen partidista . . . “