Padres y familiares de jóvenes detenidos tras la protesta del 15 de noviembre en el Zócalo capitalino se movilizaron para exigir justicia, información clara sobre su paradero y denunciar presuntas agresiones policiacas durante la marcha convocada por la “Generación Z”. Los 18 detenidos —dos mujeres y 16 hombres de entre 19 y 60 años— fueron trasladados al Reclusorio Preventivo Varonil Norte, donde se llevarían a cabo sus audiencias iniciales.
Autoridades capitalinas informaron que los manifestantes enfrentan cargos por tentativa de homicidio, robo agravado y agresiones contra elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), a raíz de los enfrentamientos registrados en el Centro Histórico. Sin embargo, familiares y defensores legales han cuestionado la legalidad de las detenciones y denunciado uso excesivo de la fuerza.
Desde el fin de semana, familiares y asesores legales de al menos nueve de los detenidos se concentraron afuera de la Coordinación Territorial Cuauhtémoc Uno, donde los implicados permanecieron antes de su traslado al penal capitalino. Las familias reclamaron falta de información sobre el estado físico y jurídico de los arrestados, y exigieron conocer los motivos reales de su detención.
Paulina Miroslava Carreón, prima de Eduardo —uno de los detenidos—, declaró al diario EL UNIVERSAL que su familiar participaba pacíficamente en la marcha cuando observó que policías presuntamente agredían a una familia. Según su testimonio, Eduardo intervino para detener la agresión y fue sometido por los uniformados, quienes lo golpearon y arrestaron injustamente.
El lunes 17 de noviembre, alrededor del mediodía, un primer convoy de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) trasladó a siete personas al Reclusorio Norte, bajo un operativo resguardado por elementos de la Policía de Investigación. Horas más tarde, otro grupo de ocho detenidos fue trasladado al mismo penal, también bajo estrictas medidas de seguridad.
En redes sociales, la movilización de los padres se volvió tendencia a partir de un post viral del usuario @MarkDeReborn11, que convocó a reunirse a las afueras de las instalaciones ministeriales en Cuauhtémoc. Carteles con mensajes como “No encuentro a mi hijo” y “Mi hijo fue a una marcha pacífica” acompañaron la concentración, generando una fuerte reacción en plataformas digitales.
El apoyo a los detenidos y a la Generación Z ha sido mayoritario en redes sociales, donde al menos el 70% de los mensajes analizados reflejan indignación por lo ocurrido, incluyendo acusaciones contra la policía capitalina por represión y abuso. Hashtags como #CarlosManzoNoMurioElGobiernoLoMato, #GeneracionZ y #ProtestaSíVandalismoNo han sido utilizados miles de veces, en publicaciones que denuncian persecución, uso desmedido de la fuerza y castigos desproporcionados.
También se han difundido videos de policías golpeando a jóvenes, persiguiendo a manifestantes y amedrentando a quienes grababan, lo que ha elevado el descontento social en línea. Aunque algunas voces defendieron la actuación policial señalando actos de vandalismo, la mayoría exige justicia y una revisión a fondo del operativo y las detenciones.
Las audiencias iniciales de los detenidos determinarán su situación jurídica en los próximos días.

