Nos cuentan que en la Secretaría de Seguridad de Tabasco ya no quieren echar gasolina al de por sí explosivo caso de Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de esa dependencia estatal y presunto líder del grupo criminal La Barredora, por lo que se emitió la orden tajante a todos los funcionarios de no dar declaraciones sobre el tema. Para que no haya dudas, la institución giró un oficio en el que informa a todos sus servidores que tienen expresamente prohibido hablar sobre el asunto con medios de comunicación. Nos recuerdan que fue el gobierno del mandatario local, Javier May, el que impulsó originalmente las noticias sobre las actividades criminales de Bermúdez e incluso la acusación de complicidad al exgobernador y ahora coordinador de los senadores de Morena, Adán Augusto López, pero nos comentan que al parecer esa cuerda ya se acabó. Ahora, calladitos todos.
A propósito del senador tabasqueño, nos comentan que ayer Adán Augusto López acudió muy sonriente a la cita en Palacio Nacional tras la invitación de la presidenta Claudia Sheinbaum a las bancadas de Morena, Partido Verde y PT de ambas cámaras del Congreso. Don Adán entró en actitud de partir plaza y salió en la foto grupal, al lado de la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, pero nos hacen ver que sigue vigente la ley del hielo que le impusieron tras el escándalo de La Barredora, por lo que no se reanudarán sus visitas personales al despacho presidencial. Sólo entra si va con todo el rebaño legislativo, a diferencia del coordinador de los diputados guindas, Ricardo Monreal, que él un día antes fue recibido por Sheinbaum.
La titular de la Comisión Nacional de Búsqueda, Lidia Pérez Gumecindo, se reunió ayer con colectivos de familias buscadoras, en la Arquidiócesis Primada de México, y les ofreció “todo el apoyo” del Estado. El detalle fue que la funcionaria federal llegó a las 2 de la tarde a la reunión que empezó a las 11 de la mañana, por lo que no escuchó la exposición que durante tres horas hicieron las madres buscadoras al obispo auxiliar Francisco Acero y al sacerdote Jorge Atilano, director ejecutivo del Diálogo Nacional por la Paz. Ante los religiosos, expusieron el cúmulo de problemas que han enfrentado para buscar a sus familiares desaparecidos, como la falta de interés de las autoridades, cuando no el bloqueo, y la escasez de recursos. Eso sí, doña Lidia presumió las acciones que implementarán para acelerar las tareas de búsqueda. Extraña manera de comunicar interés y empatía.
Después de que el papa León XIV expresó su deseo de viajar a México, posiblemente el año próximo, nos cuentan que el gobierno de México se aplicó para tratar de concretar la visita. Nos aseguran que funcionarios de la representación mexicana en El Vaticano ya comenzaron a organizar una propuesta detallada para que el pontífice incluya a nuestro país en su agenda. Nos comentan que la estrategia prevé un mensaje de paz para el pueblo de México ante la situación de violencia en amplias regiones del país. ¿Se animará el primer papa estadounidense?
