Un ex trabajador del área de cobranza de Coppel destapó una serie de presuntas malas prácticas dentro de la empresa durante una extensa entrevista en el canal de YouTube de Gusgri. Axel, el exempleado ofreció detalles sobre los procesos internos, las irregularidades cometidas por algunos empleados y la cultura laboral que prevalece en esa área.
Desde la contratación, dijo, los nuevos trabajadores son advertidos de las duras condiciones del trabajo de campo, que implica largas jornadas bajo el sol, visitas domiciliarias y presión por cumplir metas de recuperación de pagos. Pero lo más grave, según su testimonio, comienza cuando los empleados se enfrentan a las exigencias de resultados.
Uno de los mecanismos más frecuentes que describió es la fabricación de convenios falsos, documentos que simulan acuerdos con deudores para aparentar productividad. “Muchos compañeros falsificaban firmas para cumplir la cuota diaria de convenios, que eran mínimo 40 por día”, explicó. Estas firmas eran inventadas o copiadas de recibos anteriores.
Además, relató que los cobradores usaban argumentos falsos como “saldrá del buró de crédito si paga”, aun cuando la persona ya tenía un historial negativo reportado. También reveló que si un cliente no realizaba un pago tras comprometerse, los empleados tenían autorización para recoger electrodomésticos como refrigeradores o estufas directamente en sus domicilios, en lo que él llamó “devoluciones forzadas”.
Otro de los puntos más delicados del testimonio fue el robo de efectivo a clientes por parte de algunos empleados de mayor rango. En uno de los casos, una mujer aseguró que había realizado un pago, pero este nunca fue reportado, y al investigar, el extrabajador descubrió que el responsable era un jefe de grupo.
En la misma charla se expusieron prácticas de evasión como la entrega incompleta de volantes publicitarios y cartas de cobranza, que algunos empleados escondían en casas abandonadas para aparentar que habían cumplido. “Nos metíamos a tapias (viviendas abandonadas), tirábamos los periódicos y luego fingíamos que habíamos hecho la ruta completa”, dijo.
Sobre el trabajo de campo, explicó que los supervisores trabajaban sin equipo de protección, bajo temperaturas extremas y sin acceso a baños ni lugares adecuados para comer o descansar. Muchos optaban por refugiarse en parques o tienditas durante el día.
Una parte del testimonio abordó también un supuesto esquema de fraude interno en el área bancaria, donde, según dijo, un ejecutivo tramitaba créditos falsos usando huellas dactilares diferentes a las permitidas y validaba domicilios inexistentes en complicidad con choferes de cobranza. Este individuo, señaló, se encuentra prófugo y presuntamente es buscado por las autoridades.
Pese a todas las irregularidades, el extrabajador aclaró que Coppel como empresa ofrece buenas condiciones laborales, con sueldos competitivos, prestaciones completas y utilidades. Afirmó que “la empresa es buena, pero muchos trabajadores la corrompen desde adentro”.
Finalmente, relató que incluso los incentivos como la entrega de folletos publicitarios eran aprovechados para simular trabajo: “Nos pagaban 20 pesos por cada paca de 100 folletos, pero muchos los escondíamos para no repartirlos y cobrarlos igual.”
El testimonio generó impacto en redes por su nivel de detalle. El video se mantiene disponible en el canal de Gusgri y ha sido ampliamente compartido por usuarios que aseguran haber vivido experiencias similares con cobradores.

