El Gobierno de Estados Unidos sancionó a seis integrantes de la familia albanesa Hysa y bloqueó financieramente a una veintena de sus empresas por su presunta participación en un esquema de lavado de dinero a favor del Cártel de Sinaloa. El Departamento del Tesoro señaló que los negocios, entre ellos casinos, restaurantes, empresas de energía y comercializadoras de ropa, eran utilizados para introducir recursos ilícitos del narcotráfico al sistema financiero.
Según el informe de la Oficina de Delitos Financieros (FinCEN), el grupo criminal Hysa, integrado por Luftar, Arben, Ramiz, Fatos y Fabjon, operó una red de empresas fachada y transferencias internacionales desde México, Canadá y Polonia. Las autoridades también incluyeron en las sanciones al ciudadano mexicano Gilberto López, presunto colaborador del grupo.
Luftar Hysa, de 57 años, es considerado uno de los principales operadores, con viajes frecuentes entre México y Canadá, mientras que Arben Hysa habría dirigido varias de las empresas implicadas. Las autoridades también señalan que Fatos y Fabjon participaron en el uso de una entidad en Europa para lavar fondos del crimen organizado. La administración de Donald Trump ordenó congelar sus activos en EE UU y prohibió cualquier transacción financiera con ellos por parte de ciudadanos estadounidenses.
Entre las empresas sancionadas se encuentran Bliri, Cucina Del Porto, Diversiones Los Mochis, El Arte de Cocinas y Beber, Entretenimiento Villahermosa, Hysa Holdings, Rosetta Gaming y LH Pro-Gaming, con operaciones en estados como Sinaloa, Sonora, Baja California y Nuevo León.
No es la primera vez que los negocios de los Hysa son señalados por presuntos vínculos con el narcotráfico. En septiembre de 2022, Luftar Hysa negó públicamente tener nexos con el Cártel de Sinaloa, en especial con Ismael El Mayo Zambada. Entonces, afirmó que emigró a México en 2004 buscando mejores oportunidades y que nunca ha tenido problemas legales. “Yo, Luftar Ali Hysa, jamás condenado, jamás procesado, jamás detenido”, dijo en una declaración pública.
El empresario también relató su paso por Sudáfrica y Perú antes de asentarse en México, y aseguró que sus empresas empleaban a más de 1,500 personas en el país. Atribuyó las acusaciones a ataques de la competencia y negó conocer a El Mayo.
Según la FinCEN, los casinos Midas, Emine, Mirage, Palermo y Skampa facilitaron pagos ilícitos por más de dos millones de dólares al Cártel de Sinaloa entre 2017 y 2024. Las autoridades detallan que los directivos de estos negocios recibieron instrucciones directas del grupo criminal para operar bajo esquemas que evadieran los controles bancarios, como limitar los depósitos a 90 mil pesos y evitar movimientos en días consecutivos. En algunos casos, los pagos se entregaban en efectivo directamente en las instalaciones del Casino Midas, en Mazatlán.
El informe también señala la participación de un ciudadano estadounidense que habría colaborado con los Hysa en el traslado de grandes sumas en efectivo desde México a EE UU. Los casinos implicados operan en ciudades como San Luis Río Colorado, Nogales, Ensenada, Culiacán, Agua Prieta, Los Mochis, Mazatlán, Rosarito y Villahermosa.
En paralelo, el Gobierno mexicano bloqueó las cuentas bancarias de 13 casinos tras detectar movimientos en efectivo, transferencias internacionales y uso de plataformas digitales no reguladas. La periodista Jesusa Cervantes reportó en 2023 que una de las empresas señaladas por la OFAC, Procesadora de Alimentos HS, obtuvo permisos municipales para operar en Rosarito durante la gestión de Hilda Araceli Brown, exalcaldesa de Morena y actual diputada federal.
En septiembre pasado, Brown fue sancionada por Estados Unidos por presuntamente colaborar con el Cártel de Sinaloa, recibir pagos de extorsión y encubrir operaciones ilícitas entre 2021 y 2024.
La presencia de mafias albanesas en México también ha sido documentada por especialistas. Según el académico Víctor Sánchez, de la Universidad de Coahuila, estos grupos mantienen operaciones en puertos europeos clave como Rotterdam, Amberes y Valencia, y han consolidado vínculos con cárteles mexicanos mediante el tráfico de drogas y el lavado de ganancias a través de desarrollos inmobiliarios y establecimientos comerciales.
La OFAC sostiene que el modelo operado por los Hysa permitió al Cártel de Sinaloa introducir recursos ilícitos a través de un entramado complejo y difícil de rastrear, replicando esquemas usados por redes criminales en Europa. En el caso de México, estas actividades han coincidido con un auge turístico y comercial en estados como Baja California, Sonora y Sinaloa, donde se han edificado hoteles, restaurantes, centros nocturnos y spas.

