En abril, al terminar de escribir el libro No me pudiste matar, afirmé sobre Armando Escárcega Valdez, el Patrón, jefe y pagador de la célula de ejecución que me quiso matar, único de la célula que no ha recibido sentencia. Afirmé que no encontraba razones para concederle el procedimiento abreviado, es decir, el beneficio por el que él se declararía culpable y recibiría la penalidad más baja conforme a los códigos. Lo hice porque pensaba que él podía aportar información de mejor calidad para acercarnos al conocimiento de quién me trató de matar y por qué. Lo que declaró en repetidas ocasiones nos parecieron, a mis abogados, la FGR y a mí, respuestas fáciles, sin riesgo, carentes de precisión, confiabilidad, verosimilitud y, por lo mismo, de verdad. Siete meses después, empero, pensamos que el Patrón no tiene más que aportar, por lo que en acuerdo con la FGR y mis abogados Coello Trejo, Coello Zuarth y Esquinca, le hicimos saber que aceptamos su solicitud de ir al juicio abreviado, que no nos interesa alargar porque sí todo esto. Si el Patrón no cambia de opinión y el juez lo valida, es probable que pronto reciba una sentencia en torno de los 14 años de cárcel. Concluiría así el proceso a cada uno de los detenidos por mi atentado. Yo seguiré con la duda de quién trató de matarme y por qué. De cualquier forma, será una victoria de la justicia.
Columna invitada

hay un tipo de personas que se quejan ante familiares y amigos su precaria situación, uno y más acuden a la ayuda. El presidente del mismo modo se quejaba de Ciro, mas de uno de malosos quisieron eliminarlo para que no molestara y quedar bien con el presidente. caso igual con Garcia Harfuch.