Soy donador de la Fundación Casa de las Mercedes desde 1999. Mes con mes: transferencias bancarias, documentos fiscales mediante. Conocí entonces el trabajo que encabezaba Claudia Colimoro, apuntalada por sus hijas e hijo, en la desmedrada casa de Berriozábal (restaurada luego por la familia Slim), en el centro duro de la ciudad. Rescataban niñas y jóvenes de la trata y la violencia, les daban refugio, seguridad y, con cariño y excelentes profesionales, intentaban proveerles autoestima y sentido de futuro. En 31 años de vida, Las Mercedes registra haber atendido a 6 mil 780 muchachas, 280 de ellas concluyeron estudios universitarios y de posgrado. Pero de repente, en este México, donde, diría Javier Sicilia, hay algo infernal sin camino de regreso del horror, una joven de 17 años acusó de violación al hijo de Claudia, Aquiles Colimoro, preso desde mediados de octubre. Días después, la gente de la Fiscalía de la CDMX allanó las dos casas de la Fundación y se llevaron a las muchachas a albergues. Con un despliegue mediático propio de las causas inmundas, la acción se presentó como rescate, pese a que las chicas externaban un doliente “no nos lleven” y apego con “Mamá Claudia” y sus hijas Claudia y Ángela. Las tres han tenido que esconderse ante órdenes de aprehensión por supuestos delitos graves. De consumarse esta maniobra, se mataría a una gran institución de la sociedad. Todo, sin embargo, está por verse, más allá de la envenenada propaganda oficial.
Columna invitada

Gracias Ciro por esta nota. Todo está por verse. Aquiles ni siquiera estaba en Mexico el dia que la chica denuncia. Es una trampa apañada. Si La Casa de las Mercedes se cierra. Se volverá abrir en otro lugar. Esto no va a quedar así. No hay nada que pueda destruir los testimonios de cientos de niñas que corren las redes sociales. La historia la escriben esas niñas, ya adultas.
“El caso de la Casa de las Mercedes no es el primero de Alessandra Rojo. Ella presiona a jueces, fiscalías y víctimas para que presenten denuncias falsas. El caso de la Academia Ollin fue igual; las pruebas no respaldaban lo que se decía, y aun así lo cerraron. Alessandra utiliza a su prima para librar guerras mediáticas y movilizar a Protección Civil; ejerce poder sin contar con evidencia. Viola el derecho a la presunción de inocencia. Actúa únicamente con base en rumores y no en hechos probatorios. Destruye carreras y vidas de personas con trayectorias consolidadas, sin consideración alguna.” Una traducción al español de un comentario que ha sido recibido.