El gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, cierra una semana marcada por la tragedia y la polémica, en medio de la muerte de 24 personas por un incendio en una tienda y la creciente versión de que a integrantes de su familia les habría sido retirada la visa estadounidense.
Estos hechos complican sus aspiraciones políticas, especialmente su intención de suceder a Rosa Icela Rodríguez al frente de la Secretaría de Gobernación, una meta que, según fuentes citadas, ha planteado en privado a miembros del gabinete federal, senadores y gobernadores de Morena.
El incendio en la tienda Waldos, que dejó 23 muertos, golpeó la narrativa de Durazo sobre su capacidad para manejar crisis, luego de que su primera declaración atribuyera la responsabilidad a un transformador de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), lo que generó malestar dentro de la empresa estatal.
Al mismo tiempo, grupos morenistas opositores en Sonora señalaron que el establecimiento siniestrado operaba sin rutas de evacuación, lo cual debió derivar en su clausura, y sugirieron la existencia de posibles irregularidades que permitieron su funcionamiento.
La tensión se amplifica con los rumores de que el hijo del gobernador y otros familiares habrían perdido su visa estadounidense, una información que Durazo considera filtrada con fines políticos, en medio de la disputa interna por espacios estratégicos dentro del gobierno federal.
En ese escenario, otros nombres suenan para llegar a Bucareli, como Martí Batres, Zoé Robledo o Lázaro Cárdenas Batel, sin descartar un eventual interés de Omar García Harfuch, lo que intensifica la competencia por la Secretaría de Gobernación.
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