Nos comentan que el coordinador de la bancada de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política en el Senado, Adán Augusto López, adquirió cinco cajas del libro de la presidenta Claudia Sheinbaum “Diarios de una transición histórica” y las entregó a algunos de los senadores más allegados para que los regalen entre la población. Nos hacen ver que a pesar de que don Adán no es el personaje más querido en Palacio Nacional, el exgobernador de Tabasco es un viejo lobo de mar y con acciones como esta busca la gracia presidencial. Sin embargo, no todos en su bancada recibieron con simpatía la maniobra de los libros, pues aseguran que entregó los ejemplares a algunos de sus senadores cercanos, en especial a quienes buscan alguna gubernatura y los van a regalar con una evidente intención de hacer campaña. Es el caso de la senadora por Zacatecas Verónica Díaz, quien, nos dicen, ya comenzó a repartir libros. Nos sugieren investigar quién pagó por los libros, solo para estar seguros de que los recursos no hayan salido del Senado.
Nos dicen que en Palacio Nacional no sólo se reforzó la seguridad por fuera, sino también al interior del recinto ante las manifestaciones que se esperan hoy y mañana por parte de los miembros de la CNTE. Nos dicen, que en el edificio histórico el personal del Ejército recibió la instrucción de limitar el acceso y mantenerse en máxima vigilancia durante los próximos días. Tan en serio se tomó el protocolo que los medios de comunicación que cubren las actividades de la Presidencia podrán ingresar desde las 3 de la mañana, para evitar contratiempos o bloqueos en los accesos. Nos hacen ver que el blindaje en Palacio será total por dentro y por fuera para evitar alguna sorpresa durante las protestas del magisterio.
Nos hacen notar que los senadores se darán su Buen Fin, pero de semana, ya que acordaron otorgarse un merecido un descanso de seis días y realizar una sesión doble hasta el miércoles de la próxima semana. Y como primero es lo primero, la reforma en materia de extorsión podría concretarse después del asueto legislativo. Así, ya que los senadores realizaron sus compras y aprovecharon las ofertas, podrán llegar con paz mental al discutir el tema de la extorsión, delito que vive un auge en el país.
Nos cuentan que después de que los diputados se tardaron más de un año para instalar el Comité de Ética, éste no sancionará a los faltistas que no se presentan a trabajar o siguen las sesiones en taquerías, jugando pádel o paseando en otros países, mientras sus subalternos votan por ellos. El diputado morenista Jaime Humberto Pérez Bernabé, quien preside el Comité, dijo que sólo emitirán apercibimientos, y si los coordinadores lo aprueban, les descontarán el día. Les salió barato a los diputados que no asisten y podrán seguir simulando que trabajan. Valiente ética.
en la esquina superior derecha del navegador.