Nos hacen ver que mucha sorpresa causó la participación de la senadora priista Karla Toledo en la celebración atrasada del cumpleaños del secretario de Economía, Marcelo Ebrard, en su visita al Senado. La legisladora de la oposición apareció entre 15 senadores de Morena, Partido Verde y Partido del Trabajo, algunos muy cercanos al excanciller, como Emmanuel Reyes, Malú Micher y Waldo Fernández. En redes sociales, algunos legisladores publicaron la foto familiar de la partida de pastel del funcionario en la que se le ve a doña Karla muy sonriente. En las filas priistas niegan que la senadora vaya a abandonar la bancada tricolor y argumentan que la emoción del festejo cumpleañero la invadió y sin planearlo se vio en medio de puros personajes de la 4T. La que se mueve no sale en la foto, diría un extinto dinosaurio priista.
Y propósito de la visita de Ebrard al Senado, una de dos, o en el área de comunicación social de Morena en el Senado extrañan a Marcelo Ebrard como canciller o, de plano, no les han avisado que desde hace más de un año es el secretario de Economía, ya que ayer enviaron la versión estenográfica de su comparecencia ante el pleno con el título de secretario de Relaciones Exteriores. Después corrigieron el error, mientras don Marcelo se dio su baño de pueblo en un tianguis de artesanías en el patio de la Cámara Alta.
Nos comentan que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) reservó por 5 años los detalles de las cuentas bancarias bloqueadas a Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad de Tabasco y presunto líder del grupo criminal La Barredora. En respuesta a solicitudes de información, la UIF señaló que se encuentra “jurídicamente imposibilitada” de entregar esa información y justificó que difundirla podría poner en riesgo las actividades de prevención de los delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita que realiza. Por este motivo, argumenta, será hasta 2030 que esta información sea pública. Hernán y sus cuentas bancarías estarán en la sombra.
Nos dicen que algunos consideran que en la nueva Suprema Corte les está temblando la mano, pues los ministros no quisieron incomodar al Poder Legislativo y echarle abajo las reformas secundarias en materia de violencia vicaria. Por el contrario, decidieron hacerle un llamado respetuoso a los diputados y senadores para que hagan el favor de tipificar la violencia vicaria como un delito y no como una agravante de la violencia familiar. Y, además, no quisieron poner plazos porque se argumentó que no era legal en un exhorto. Por lo mientras, los menores de edad no son víctimas en la violencia vicaria, sino un instrumento y el delito sigue sin existir en el Código Penal Federal.