Ya estuvo. El oficialismo se salió con la suya. Fue aprobada en lo general la Ley de Amparo con una reserva –sugerida por Arturo Zaldívar– que atizó nuevamente la polémica de la retroactividad.
Al cierre de esta columna no iniciaba aún la discusión sobre la mencionada reserva sugerida por el ministro en retiro, y que fue llevada al pleno por el diputado de Morena, Hugo Eric Flores.
Dice la reserva: “Al tratarse de una ley procesal, las etapas procesales concluidas que generan derechos adquiridos a las partes, se regirán por las disposiciones legales vigentes.
“Por lo que hace a las actuaciones procesales posteriores a la entrada en vigor del presente decreto, de conformidad con la doctrina y jurisprudencia de la SCJN, se regirán por las disposiciones de este decreto, sin que implique aplicación retroactiva ni afectación a derechos adquiridos, pues se trata de actuaciones futuras”.
En síntesis, busca aplicar la nueva norma a actos nuevos de querellas ya iniciadas.
Una disfrazada violación al artículo 14 de la Constitución, que prohíbe la retroactividad de la ley, según la oposición.
¿Qué dirá ahora la presidenta Sheinbaum si el transitorio se aprueba?
* La aplanadora del oficialismo la aprobó por 335 votos a favor, 131 en contra y tres abstenciones.
Destaca la abstención de la diputada morenista Olga Sánchez Cordero, ministra en retiro de la SCJN. Los legisladores del PT Greycy Durán y Javier Vázquez también se abstuvieron.
Otros dos legisladores oficialistas, Ana Érika Santana (PVEM) y Martha Aracely Cruz Jiménez (PT), de plano votaron en contra.
Ricardo Monreal, líder de la mayoría en San Lázaro, afirmó categórico que, con la reforma no habrá ningún efecto retroactivo en perjuicio de nadie.
Dejó entrever que la modificación al transitorio tiene dedicatoria:
“Lo que se pretende es que se mantenga el amparo en la protección de derechos individuales, pero que se deje de abusar en el caso de protección a personas con recursos y poderes, a los que nunca se les toca”.
* La oposición dio la batalla en el debate. Habló de “albazo”, “simulación”, “cerrazón”, “el desamparo”.
Elías Lixa, coordinador de la bancada del PAN, sostuvo: “El amparo no protege a los poderosos, protege a los débiles, a los oprimidos, a las comunidades mayas, a las comunidades indígenas. Hoy, con esta reforma, destruyen el amparo, aplastando el derecho de las comunidades más débiles”.
El PRI fue elocuente en mantas y pancartas que desplegó en tribuna: “Del Amparo al Desamparo”; “Salvemos el amparo, no a la dictadura”, “Morena te quiere indefenso”…
El diputado de ese partido, Emilio Suárez, manifestó que las reformas a la Ley de Amparo representan el resquebrajamiento de la última línea de defensa que tiene la sociedad ante el poder.
* Llamó la atención la intervención de Germán Martínez, del PAN. Fue un dardo envenenado contra Zaldívar.
Dijo: “El amparo más cuantioso en la República fue uno promovido en el despacho Arámburu, Zaldívar y Asociados contra el IPAB, el Fobaproa, el robo más grande en México desde la Colonia, como decía López Obrador.
“Ese amparo cuantioso lo llevó Zaldívar a su despacho y era pasante la hija de Loretta Ortiz. Que me desmientan. El amparo más caro (por lo que cobró) lo lleva quien hizo el transitorio”.
* Adán Augusto López se negó a responder sobre audios en los que presuntamente habría hablado de manera “peyorativa, insultante” de la presidenta Sheinbaum, en charla con la senadora Andrea Chávez.
“No sé a qué se refiera. Yo no emito opiniones sobre algo que no conozco”, respondió el senador a los reporteros de la fuente que lo cuestionaron sobre la versión publicada en la columna de Raymundo Riva Palacio en El Financiero.
–¿Usted no hizo ninguna declaración contra la Presidenta? –preguntaron.
–Usted me está haciendo una pregunta sobre un tema que no conozco. Ustedes lo saben. Yo no emito opiniones sobre temas que no conozco –evadió.
El coordinador de los senadores de Morena se rehusó a clarificar la autenticidad de ese audio. No lo desmintió, simplemente lo evadió.