Columna invitada

La pANDYlla de Pemex | Asaf-Herrería, la dupla del huachicol

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  • “El mejor negocio del mundo es el petróleo bien administrado;
    el segundo mejor negocio del mundo es el petróleo mal administrado”

    John D. Rockefeller

    El mapa del huachicol fiscal no está en los ductos: está en las comunicaciones de la red que Andy López Beltrán instaló en el gobierno de su padre Andrés Manuel López Obrador. Una auténtica “pANDYlla”. Daniel Asaf -uno de los mejores amigos de Andy, el que viajó con él a Tokio- articulaba los acuerdos del clan desde Palacio Nacional. Marcos Herrería -cuya hermana se casó con Pedro López Obrador, hermano del presidente- era el operador de los negocios pactados entre Andy y Daniel Asaf en Pemex.



    Código Magenta revela hoy el entramado que permitió el desfalco de 55 mil millones de dólares al Erario nacional. Con nombres y apellidos se exhibe el modus operAndy no sólo hacia el interior de Pemex, sino también la corrupción en Aduanas, los permisos de importación, las asignaciones directas, la información privilegiada y las regulaciones a modo.

    Bastaba un telefonazo de Daniel Asaf para que las órdenes corrieran. Los audios confirman que “quien manda es El Gallo”. Lo que se inició en la Ayudantía Presidencial terminó como un gobierno paralelo que dejó grandes ganancias a los vástagos del ex presidente. Esta es la historia de “La P-Andy-lla de Pemex”.

    César Yáñez fue, durante décadas, el hombre leal e inseparable de Andrés Manuel López Obrador, su sombra fiel. Pero un desliz en lo que se consideraron excesos en su fiesta de bodas con la empresaria poblana Dulce Silva, sumado a las intrigas de quienes recelaban de su cercanía con el mandatario, lo alejaron del primer sitio en la confianza presidencial y de ser el hombre más cercano del inquilino de Palacio Nacional. Y esa fue la puerta que se abrió para que, a través de Alejandro Esquer, el secretario particular del presidente López Obrador, Andy pudiera deslizar la recomendación de uno de sus más cercanos amigos: Daniel Asaf Manjarrez.



    Nacido en 1986 -el mismo año que Andy-, Daniel Asaf fue nombrado jefe de la Ayudantía Presidencial. Desde esa posición -y con amplias recomendaciones de su amigo Andy- reclutó a un grupo de 10 hombres y 8 mujeres profesionistas, de entre 25 y 45 años, que asumirían las tareas que solía hacer el Estado Mayor Presidencial, que fue desaparecido por el presidente López Obrador.

    Con Daniel Asaf al frente, la Ayudantía Presidencial acabó por convertirse en un puñado de jóvenes al servicio de Andy y del propio Jefe de la Ayudantía. Cada vez que existía algún conflicto, bastaba que Daniel Asaf levantara el teléfono y les diera instrucciones. La mayoría -con honrosas excepciones- aceptaba las consignas, firmaba lo que les pidieran, con tal de no ser desterrados del círculo íntimo de Palacio Nacional. La mayoría de los 18 que trabajaron en la Ayudantía Presidencial acabaron más tarde por ser instalados en puestos clave, para los que no tenían ni oficio ni experiencia. Lo mismo en Pemex que en el Insabi, en la Secretaría del Bienestar, en Educación Pública, en Relaciones Exteriores, en la Guardia Nacional o en gobiernos estatales como los de Michoacán y Sonora.

    Bajo el apodo de “El Gallo”, Daniel Asaf fue instalándose, con la tolerancia o complicidad del despacho presidencial, como el operador indispensable para los hijos de Andrés Manuel López Obrador. El periodista Carlos Loret, desde Latinus, calificó a Daniel Asaf como el maestro de los tres hijos mayores del presidente, el hombre que les mostró la ruta para los negocios y el tráfico de influencias.



    Su nombre se vio involucrado lo mismo en las licitaciones de medicamentos, que en contratos para la compra de balastro para el Tren Maya -un negocio de unos dos mil millones de pesos-. La Secretaría de la Defensa llegó a etiquetarlo como “sospechoso de corrupción” y la evidencia más clara se dio en las grabaciones telefónicas de otro amigo de Andy -Amílcar Olán- quien ninguneaba a Gonzalo López Beltrán para presumir que quien mandaba en Palacio Nacional era “El Gallo”.

    La dupla perfecta para articular con Daniel Asad aquella Mafia Morena de Pemex la integró Marcos Herrería Alamina, otro tabasqueño que fue designado Director Corporativo de Administración y Servicios de Pemex, y que alcanzó esa posición por el parentesco político con la familia presidencial. Su hermana Isabel del Carmen Herrería Alamina se casó con Pedro López Obrador, el hermano del inquilino de Palacio Nacional y tío de Andy. Desde esa posición, Marcos Herrería fue responsable de contratos, licitaciones y pagos de la paraestatal con el mayor presupuesto público. De la mano de Daniel Asaf y de sus incondicionales dentro de la estructura de Pemex, operaron lo mismo el tráfico de información privilegiada, contratos por asignación directa y comisiones por pronto pago de facturas.

    Marcos Herrería se vio involucrado en los cuestionamientos que se hicieron sobre Javier Núñez López, quien fuera líder de Morena en Tabasco y que terminó como Subdirector de Abastecimientos de Pemex, con un presupuesto superior a los 100 mil millones de pesos anuales. El alto funcionario de la paraestatal también se vio envuelto en los cuestionamientos sobre el factoraje a proveedores a través de la Sofom MNJ Capital, de Nicolás Jaramillo, así como en la compra de químicos y aditivos de baja calidad cuya adquisición fue un escándalo en Pemex.



    De la mano de la dupla Asaf-Herrería -y siempre con la aprobación y complicidad de Andy López Beltrán- fueron colocados en la estructura central de Pemex cinco personajes que se convirtieron en el primer círculo para la creación del entramado que hizo posible el saqueo del huachicol fiscal y el huachi-diésel.

    Ángel Carrizales López.- Director Ejecutivo de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA). Se inició en la ayudantía de Andrés Manuel López Obrador a la que llegó apoyado en su amistad con Carmelina Esquer, hija de Alejandro Esquer, el secretario particular del presidente y también por ser amigo muy cercano a Daniel Asaf, el jefe de asesores. Después de la designación del ingeniero agrónomo Octavio Romero como director de Pemex, el de Ángel Carrizales fue uno de los nombramientos más polémicos del sexenio en el área energética, porque sin tener la experiencia necesaria, el presidente lo designó para operar esa agencia que es epicentro del sector energético.

    A Ángel Carrizales López se le dio esa estratégica tarea por sus méritos de haber participado como aspirante a la Comisión Reguladora de Energía y al Fondo Mexicano del Petróleo, dos posiciones a las que nunca llegó, precisamente porque desconocía los temas energéticos.



    Si bien es cierto que Ángel Carrizales no tenía contacto directo con Andy López Beltrán, no era necesario. El obedecía las instrucciones que le daba Daniel Asaf y con las que se beneficiaban las empresas afines a los amigos del hijo del presidente López Obrador. Eso incluía permisos y autorizaciones para la venta y el expendio al público de gasolinas y diésel, autorizaciones de MIA’s y adecuar el maquillaje en la supervisión de la calidad en los petrolíferos de las gasolineras.

    Ángel Carrizales ocupó el cargo de Director Ejecutivo de ASEA desde el año 2021 hasta el último día de la administración del presidente López Obrador. A pesar de ya no fungir en esa posición, no dejó de operar, porque alcanzó acuerdos con el actual Director Ejecutivo, Armando Ocampo Zambrano, designado directamente por la presidenta Claudia Sheinbaum y por personajes cercanos a Alicia Bárcena, secretaria del Medio Ambiente.

    El acuerdo entre el saliente y el entrante fue mantener en sus posiciones a todos los funcionarios que operaban en el sexenio anterior, desde titulares de unidad hasta supervisores. Hoy, Ángel Carrizales es el Procurador del Medio Ambiente en el gobierno de Rocío Nahle en Veracruz.



    Rogelio Hernández Cázares.- Presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos. Operó para favorecer a empresas que estaban alineadas a los intereses de Andy López Beltrán. Alcanzó esa posición con una operación política que articularon Daniel Asaf y Andy López Beltrán.

    La terna sometida desde Palacio Nacional para presidir esa estratégica comisión estaba integrada por Ángel Carrizales López, Paola López Chávez- integrante de la Ayudantía del presidente López Obrador- y Rogelio Hernández. En la primera votación en el Senado, Paola López Chávez superó por 10 votos a Rogelio Hernández. Pero una maniobra política instrumentada por el senador coahuilense Armando Guadiana trastocó la votación que en la segunda ronda -buscando la mayoría- revirtió el triunfo a favor de Rogelio Hernández.

    Desde esa posición, Rogelio Hernández no sólo se convirtió en pivote del trasiego de combustibles, sino en extorsionador de empresas extranjeras que buscaban evitar sanciones en sus contratos de exploración y extracción, así como buscar pagos indebidos para la aprobación de planes de exploración y extracción, además de operar con un grupo interno las inspecciones a contratistas a quienes se les presionaba con las anomalías detectadas para lograr beneficios personales o institucionales. El funcionario fue obligado a presentar su renuncia después de enfrentar múltiples denuncias por corrupción.



    Gilberto López Sáenz.- Coordinador General de Manifestaciones de Impacto Regulatorio en la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria. Personaje cercano a Andrés Manuel López Obrador, su encomienda fue la de operar la extinción de la Comisión Nacional de Hidrocarburos que manejó Rogelio Hernández Cázares.

    Su premio por los servicios fue designarlo presidente de la Comisión Nacional de Energía, hoy la posición más importante, porque firma la autorización de permisos para exploración, extracción, transporte, almacenamiento, distribución, regulación y tarifas de hidrocarburos, es decir, petróleo crudo, gas y petrolíferos.

    María Guadalupe Hernández Rodríguez.- Directora de Apoyo Legal en la Secretaría de Energía. Uno de los ejes de la operación de huachicol fiscal. Su función principal era firmar la validación jurídica para el otorgamiento de permisos e importación de petrolíferos. Hoy, como titular de la Unidad de Asuntos Jurídicos de la Comisión Nacional de Energía, es quien define y aplica las reglas para la exploración, extracción, transporte, almacenamiento y distribución de hidrocarburos.



    En el sexenio de Andrés Manuel López Obrador fue un personaje clave, porque por instrucciones de Andy López Beltrán era la que validaba las empresas a las que se le otorgaban los permisos para transportar gasolinas y diésel. En coordinación con la dirección de Aduanas operaba de la mano con Alberto Becerra, su director de Administración y Finanzas, y amigo de Gonzalo “Bobby” López Beltrán, otro de los hijos de Andrés Manuel López Obrador.

    Ambos, María Guadalupe y Alberto, se coordinaban telefónicamente para validar

    jurídicamente a las empresas que se les daban los permisos. Ella también tenía la responsabilidad de efectuar las visitas e inspecciones en las aduanas para confirmar que las empresas con permisos estaban ingresando al país los productos petrolíferos que se les autorizaba. En la realidad, ella era la responsable de que se dejaran pasar los barcos con gasolina que eran reportadas como Nafta.



    Su relación con Andy López Beltrán era tan cercana, que el hijo del presidente le regalaba boletos VIP para asistir a los eventos de Fórmula 1 en la Ciudad de México.

    Hoy es la titular de la Unidad de Asuntos Jurídicos de la Comisión Nacional de Energía. Es la responsable de definir y aplicar las reglas para la exploración, extracción, transporte, almacenamiento y distribución de hidrocarburos, además de dar opiniones sobre permisos, licitaciones, contratos y tarifas. Sobre ella recae que las empresas con permisos cumplan la ley y puede recomendar sanciones y participar en la fijación de tarifas.

    Las tareas que le encomendó Andy López Beltrán incluyen manipular tarifas o criterios de acceso y dar el visto bueno para beneficiar a los transportistas favoritos, al igual que retrasar o congelar trámites de competidores para beneficiar a sus aliados, además de aplicar sanciones selectivas para castigar a “los rebeldes”.



    Iván Bernal Santana.- Director General de Petrolíferos de la Secretaría de Energía. Es el responsable de autorizar los permisos de importación de hidrocarburos, petrolíferos y petroquímicos. Hacía dupla con María Guadalupe Hernández Rodríguez. Presentó su renuncia el pasado 31 de julio, en medio de los escándalos de los decomisos de huachicol fiscal en buque tanques.

    Si de verdad la presidenta Claudia Sheinbaum y el fiscal Alejandro Gertz Manero buscan a los responsables del saqueo por el huachicol fiscal y por el huachi-diésel, tendrían que comenzar por llamar a declarar a la triada Andy-Asaf-Herrería y a los cinco funcionarios que fueron el círculo más influyente para tejer la más sofisticada red de corrupción dentro de un gobierno que tenía como mantra acabar con ella.

    En agosto de 2018, ya reconocido como presidente electo, Andrés Manuel López Obrador me invitó a las que fueron sus oficinas en la colonia Cuauhtémoc. Su intención era reconocer que Código Magenta hubiera resistido las presiones políticas y empresariales que durante la campaña presidencial exigían a los directivos de medios de comunicación cerrarle los espacios al candidato de Morena.



    Después de una larga charla, solos, en su despacho, le pregunté si como comunicador y como mexicano algo podía hacer para que su proyecto de Nación fuera un éxito para el bien de México. Pero lejos de apuntar hacia un tema específico, López Obrador me dio una singular encomienda: “Te voy a pedir que cuides a mis hijos. Me los van a querer echar a perder, tú sabes. Les van a proponer negocios, los van a querer seducir con atenciones y regalos, los van a invitar a probar las mieles del dinero. No creo que se presten a actos de corrupción o de conflicto de interés -me dijo- los eduqué muy bien, pero siempre hay que estar pendientes. Las tentaciones son muchas. Tú siempre me has dicho la verdad. Así que, si algo sabes en el camino sobre conductas incorrectas de mis hijos, ven y dímelas, para corregirlas a tiempo. No quiero que ése sea mi punto débil”. El entonces presidente electo fue profético.

    Siete años después del gobierno de la Cuarta Transformación, los temores que el presidente electo Andrés Manuel López Obrador me compartió sobre el futuro de sus hijos José Ramón, Andrés Manuel y Gonzalo, se hicieron realidad. Acabaron ahogados en el huachicol.

    Ramón Alberto Garza

    Ramón Alberto Garza García es un periodista mexicano, actual editorialista del sitio Código Magenta. Garza fundó el periódico Reporte Índigo, fungió como vicepresidente de Televisa y presidente de Editorial Televisa y director editorial de los diarios Reforma y El Universal.​

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