Definitivamente, México está prosperando, pero sólo en la creación de una nueva clase política: muy burguesía cuatroteísta.
Y, para muestra, un Changoleón: Noroña. Un hombre que hacía pipí afuera del baño de la gasolinera para no pagar cinco pesos, o que se negaba a pagar el IEPS en el supermercado. Pero tiene una casa de 12 millones de pesos en un spa turístico, en Tepoztlán. Una persona que despreciaba la riqueza cuando no la tenía, pero ya no sufre por volar en turista, porque todo el mundo lo vio viajar a Europa en business y avión privado.
Pero hay otros hijos pródigos. La mismísima Patricia Armendáriz, la extiburona del reality llamado Shark Tank, que no entiendo por qué la tuvieron ahí si su dinero lo hizo al amparo del gobierno y nunca ha sido empresaria exitosa; ¿o será que los agiotistas ahora califican como sharks? Esta quesque financiera y quesque cuatroteísta es una de las manos que mecieron el Fobaproa, le guste reconocerlo o no. Y déjenme contarles que está a punto de hacerse su fiesta de XV años, con todo y chambelanes. Por cierto, ¿ya recibieron la participación (así dice la burguesía cuatroteísta)? Y no vayan a creer que el vestido lo compró en La Lagunilla, sino en Bergdorf. Bueno, ¡me imagino! Pues celebrará la compra, hace 15 años, de su depa en el 106 de Central Park South, en Nueva York.
Sí, la chiapaneca luchona, como se vende, tiene un depa en Nueva York desde el año 2011, comprado con el dinero que hizo siendo agiotista en Finsus. No lo compró en la ‘4T’, sino en el periodo neoliberal, porque ella es eso: una amante del dinero y los lujos, pero se disfraza de “populachera” al estilo de la ‘4T’, pero es doctora en Economía por Columbia. Así pues, la lady entiende a la perfección que el autoritarismo y la dictadura no llevan a nada, porque destruyen la economía. Y sin confianza no hay desarrollo. Y en México no hay confianza, por más propaganda que hagan ella y muchos “convertidos” a guinda.
El doble discurso es lo que reina en la ‘4T’
Mujeres y hombres que veneran al López Obrador de los 200 pesos y, una vez apagados los reflectores, viven sus vidas a todo lujo y a toda madre. Es que ahora, en la ‘4T’, de lo que se trata es de ostentar. Cómo dejar de mencionar que, en la reciente tragedia en Poza Rica, vimos a la gobernadora zacatecana de Veracruz, Rocío Nahle, bajarse de su Suburban blanca, último modelo, súper blindada.
Y eso que la presidenta ha pedido casi a gritos prudencia y austeridad.
Petición que tampoco le llegó al alcalde de Poza Rica, Fernando Remes, a quien le aventaron aguas negras sus gobernados porque se paseó muy a gusto arriba de su Yukon Denali de 2.3 millones de pesos, color rojo Morena; qué finos gustos los que tiene
Y cómo olvidar las propiedades de los traidores de los Yunes o los Murat en Nueva York, ampliamente documentadas. ¿Serán vecinos de la Armendáriz?
O qué tal el chisme, nivel farándula, de Marina del Pilar, que, para taparle el ojo al macho (de su marido) y desviar la atención de su mansión en San Diego, se inventa un divorcio y lo declara desde el podio oficial, como gobernadora. ¿A quién le importa su vida personal? Mucho menos cuando se usa como pretexto para cubrir la corrupción y desviar la atención hacia otro lado, porque piensa que sus chairos se van a conmover con la historia de una “pobre mujer” súper poderosa, súper millonaria y súper protegida por la ‘4T’, que se está divorciando.
Pues hablar de ‘Dato Protegido’ y su marido, Sergio Gutiérrez, sería un pleonasmo
Lo cierto es que la austeridad de Morena es puro discurso y cero sustancia. El problema son los tiempos que vivimos. Todo, absolutamente todo, está a la vista. Todo está en la mesa.
México se tiene que dar cuenta de que, a cambio de tres mil pesos al mes, están alimentando a una nueva clase cuatroteísta burguesa que quiere disfrazarse de pueblo en público y vestirse de Dior, Carolina Herrera, Zegna, Gucci, Prada, Valentino, Moncler, Ferragamo o Loro Piana para todo lo demás.
Incongruencia ignorante. Austeridad neoyorquina o, como dijo Andrea Chávez, “¡es súper normal tener casa en EU!”.
Ah, y déjenme contarles que en el IMSS existen los maratonistas del bienestar
¡Así como lo están leyendo!
Sí, dos altos funcionarios: 1) Dr. Efraín Arizmendi Uribe, titular de la Jefatura de Unidad de Atención Médica, y 2) Dra. Patricia Soto Márquez, titular del Órgano de Operación Administrativa Desconcentrado CDMX Norte, se fueron a correr el Maratón de Berlín.
Volaron en clase ejecutiva y el hospedaje, tal cual lo hacen los burgueses cuatroteístas, fue de cinco estrellas.
¿Cuánto costó el viaje y la estancia en Berlín? ¿Quién les dio permiso de ir?
Pues se fueron en un momento en que los servicios de salud están colapsados por falta de medicamentos, pésima atención y justo –inhale y exhale– cuando fue la emergencia de las víctimas de la explosión de la pipa.
Lo que importaba era ir a correr a Berlín por su salud, ya que la salud de los pacientes no cuenta.
No llegaron a Dinamarca, pero sí a Berlín. Si querían correr, ahí estaba el Maratón de la CDMX, para qué fueron tan lejos.