Hoy, cuando Claudia Sheinbaum navega por los inicios de su segundo año de gobierno, que es cuando los presidentes(as) definen su gestión y en la víspera de la aduana de la elección intermedia, quiero hablar, más que de la sucesión de 2030, de los que ahora apuntan para sucederla.
Y solo aparecen dos personajes: Marcelo Ebrard, que la quiere, y Omar García Harfuch, que no sé si también la quiera pero sus resultados como secretario de Seguridad Ciudadana lo han colocado en esa plataforma de lanzamiento. Podría agregar a Juan Ramón de la Fuente, pero él se ha autodescartado desde un inicio.
Yo le pregunto: Al día de hoy ¿usted ve a alguien más?
En el caso Ebrard, sería la tercera vez. La primera fue en 2012, cuando siendo jefe de Gobierno cedió el paso a López Obrador y la segunda en 2018, cuando estuvo en la sexteta de corcholatas de AMLO y la ganadora fue Claudia Sheinbaum.
Ahora, como secretario de Economía, va por la vencida.
En el caso de García Harfuch, era el candidato de Claudia Sheinbaum para el Gobierno de la Ciudad de México pero López Obrador y sus duros impusieron a Clara Brugada. Hoy es titular de Seguridad de la presidenta y pieza clave en una de sus dos prioridades de gobierno y que convergen en Estados Unidos: la seguridad, donde los resultados están en las estadísticas y la negociación del T-MEC, a cargo de Ebrard.
Lo que pasa es que ninguno es de los duros de Morena ni de López Obrador. Ellos quisieran uno de los suyos-suyos, empezando por Andy López Beltrán, que se ha alejado por sus errores y otras historias, pero hoy tampoco hay más.
Y para 2030 ya no serán los tiempos en que decían que si López Obrador hacía candidata a una vaca, la vaca ganaba.
Ni tampoco para decidir, él, quién va a ser el candidato presidencial de Morena.
Aunque me digan que es muy temprano como si la sucesión presidencial no arrancara al mismo tiempo que una presidenta(a) protesta el cargo, hoy solo veo a ellos dos. Uno que quiere, Ebrard, y otro que no se sabe, García Harfuch, pero está en el ánimo.
RETALES
1. ¿FIESTA? En eso andan los panistas, de fiesta sin poder entender qué festejan. Seguro el rompimiento de la desastrosa alianza con PRI, coordinados, además, por Claudio X. González, que los retrató: los dos partidos históricos de México dependiendo de él;
2. TENAZAS. El gobernador Javier May, de Tabasco, una de las debilidades de AMLO aparece y declara como si nada, cuando está atenazado entre La Barredora y el multipropietario Pepín López Obrador. Él se aferra a Palenque. A ver si le alcanza; y
3. DÍSEL. Al hablar de la ayuda humanitaria a Cuba en forma de dísel que el gobierno envía al de Cuba, la presidenta Sheinbaum dijo que hay un excedente que, apunto, como se importa, debe ser por el contrabando. Ni modo que se compre de más.