El fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, se opone a que el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, llegue a la Secretaría de Gobernación (Segob), posición que el exsecretario de Seguridad busca ocupar en sustitución de Rosa Icela Rodríguez.
Según fuentes citadas por La Política Online, Gertz considera que Durazo ha activado movimientos en Estados Unidos con la intención de posicionarse como una figura aceptable para el gobierno de Washington, lo que ha generado tensiones que se remontan al sexenio de Vicente Fox, pero que se intensificaron durante la administración anterior.
En la Fiscalía se comenta que Durazo perdió su visa estadounidense a principios de año, pero logró un permiso especial para cruzar la frontera y mantener reuniones en junio pasado, incluyendo un encuentro con la gobernadora de Arizona, Katie Hobbs, con quien se dejó ver públicamente.
Este vínculo con actores estadounidenses sería, según allegados al fiscal, el principal activo político del gobernador para llegar a Bucareli, y al mismo tiempo, un canal potencial para facilitar acuerdos migratorios o consulares para otros funcionarios que también habrían perdido sus visas.
En respuesta, desde la Fiscalía se habrían iniciado filtraciones a medios cercanos con el objetivo de debilitar la imagen del mandatario sonorense y frenar sus aspiraciones.
Durazo contempla la posibilidad de que Rosa Icela Rodríguez sea enviada como embajadora a Washington, reemplazando a Esteban Moctezuma, y ya ha comenzado a mover a sus aliados para señalar debilidades de la actual Segob, especialmente en su relación con productores agrícolas que mantienen bloqueos en el Bajío.
Dentro de esta pugna también aparece Andy López Beltrán, hijo del presidente y con quien Durazo mantiene una relación cercana, aunque fuentes señalan que hay inquietudes por vínculos de personas del círculo cercano del gobernador con personajes polémicos en la región del Pacífico.
En paralelo, la sucesión en Sonora comienza a generar tensiones dentro de Morena, lo que podría alterar el equilibrio interno y abrir la puerta al eventual regreso político de la exgobernadora y actual embajadora en Panamá, Claudia Pavlovich.