COMO SE ESPERABA, y ante el reto que tiene Ángel Cabrera para reconstruir el desastre que dejó Jesús de la Fuente en la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), vienen cambios.
No todos serán necesariamente correcciones en las áreas a las que les urgía una limpia: también habrá pérdidas sensibles. En este último caso apunte la inminente salida de Aurora Cervantes.
Se trata de la actual vicepresidenta de Normatividad, que es una posición clave en el principal organismo regulador del sector financiero.
Aunque por todos es sabida la cercanía de la reconocida abogada con Cabrera, fuentes aseguran que Cervantes está ya por decidir irse o al sector inmobiliario o un reconocido despacho de abogados.
Lo cierto es que ha sido un factor institucional que ha generado certidumbre y confianza entre bancos, casas de bolsa, sociedades financieras de objeto múltiple y hasta fintechs.
Otra salida ya muy anunciada con la llegada de Cabrera es la de Francisco Moreno, operador de De la Fuente, responsable de la vicepresidencia de Administración y Planeación Estratégica.
Se dice que Moreno no se irá muy limpio que digamos, pues pesan sobre él varias denuncias y observaciones del Órgano Interno de Control, sobre todo en el ámbito de las Sociedades
Financieras Populares.
Cabrera, precisamente, deberá poner también especial atención en ese mismo rubro, el de las llamadas sofipos, donde se ha dado una quiebra generalizada de empresas que no fueron debidamente supervisadas.
Ahí están los casos de Came que dirigía Pedro Varela, Financiera Auxi que llevaba Mariza Rodríguez o Progresemos que fundara Rafael Moreno Valle Suárez, por citar sólo tres.
Continúan habiendo grandes riesgos y, según parece, la falta de experiencia complica aún más las cosas; también preocupa la supervisión de instituciones de tecnología financiera, las fintechs.
No se prevén modificaciones en la vicepresidencia de Política Regulatoria, a cargo de Lucía Buenrostro, por lo que la gran incógnita es cuál será la decisión de Cabrera ante un evidente relajamiento en la supervisión bancaria.
INDEPENDIENTEMENTE DE LO intransitable que sería una relación accionaria entre Germán Larrea y Fernando Chico Pardo, ahora que el primero lanzó una oferta no vinculante hasta por 100% de Banamex y dice que respetaría 25% que el segundo ya adquirió, la realidad es que Citi se siente más cómodo con el esquema pactado con el accionista principal de Asur. En su propio comunicado del viernes y ayer mismo volvió a refrendar su interés de mantener al banco pulverizado, con un socio mayoritario de referencia que no exceda una cuarta parte, que busque más inversionistas por otro tanto y que flote en el mercado otra tenencia. Además Citi, que preside Jane Fraser, ya cobró y ya acordó con el SAT, de Antonio Martínez Dagnino, el monto de impuestos a pagar por la transacción.
EN MÁS DE los cambios que están ocurriendo en Pemex, anote la salida de Claudia Guerrero Martín quien hasta hace unos días era la jefa de Oficina de la Dirección General a cargo de Víctor Rodríguez Padilla. Había sido señalada de invitar a viejos colaboradores de la paraestatal cuando fungía como asesora del consejo de administración. Recientemente, se le señaló como una de las gestoras internas para ayudar a gestionar el pago a proveedores. Y es que la tensión por este tema que sigue sin resolverse desde hace dos meses crece cada día más dentro y fuera de Pemex, al grado que el equipo de la secretaria Luz Elena González ha perdido influencia en varias áreas de la compañía, como es el caso de la propia dirección de finanzas de Juan Carlos Carpio y de administración de Marcela Villegas, quienes parecen cada vez reportar más a Hacienda que a las autoridades del sector.
LA SEMANA PASADA se concretó la venta de los activos de la Casa de Bolsa Vector, que fuera de Alfonso Romo. La intermediaria estuvo a un tris de ser adquirida por Daniel Becker para sumarla a su Grupo Financiero Mifel. Al parecer, la operación no se concretó por un tema de garantías y algunos pasivos tóxicos que ahuyentaron al expresidente de la Asociación de Bancos de México. La terminó comprando Finamex, de Eduardo Carrillo. Asumieron una cartera de unos 89 mil millones de pesos de los que 25 mil millones están concentrados en 21 fondos de inversión. Vector, además de esos fondos, tiene de valor una cartera de 30 mil clientes, la mayoría en el norte del país y específicamente en Monterrey. Cuenta con cerca de 200 empleados. Otro activo que no se sabe si adquirió Finamex son las oficinas de San Pedro Garza García, en el distrito de La Arboleda. Tiene su historia que ya le contaremos. Para blindarlo, uno de los socios de Romo le puso un valor de 100 millones de pesos.
DIRK BIEHLER ACABA de ser designado director general de GS Motos. Se trata de un ejecutivo con más de 30 años de experiencia en BMW Group. Su llegada al Grupo Salinas marca el inicio de una nueva etapa de crecimiento y consolidación de GS Motos como la oferta multimarca más relevante de México y Latinoamérica. La compañía seguirá impulsando a través de su marca Italika una movilidad que transforma vidas. Biehler es referente internacional en la industria automotriz y de motocicletas.